De alguna manera, el español Leontxo García ha sido el padre de todos los que más o menos en los últimos 30 años hemos ingresado al fantástico mundo del periodismo especializado en ajedrez. Si bien en la Argentina la práctica del juego arrastra casi 400 años, hace casi 90, desde el recordado match entre Capablanca vs. Alekhine, en 1927, que el juego ciencia despertó interés en los medios gráficos y radiales logrando popularizar a esta actividad durante varias décadas. El maestro Roberto Grau fue el creador de la columna “Frente al tablero” en el diario La Nación, en 1926, y desde entonces ese espacio permanece milagrosamente incólume.
Ahora, tanto antes o después, la práctica del periodismo especializado en ajedrez no ha sido una tarea sencilla como muchos quizás lo imaginarán; la profesión es así. Se sabe que se trata de otra actividad milenaria que te exige y te quita mucho más de lo que te da. Y que además uno como informador queda expuesto ante ciertos energúmenos que pregonan “matar al mensajero”. Cuando no se escribe o dice lo que sus oídos quieren escuchar lo mejor para ellos es la censura.