Un Gancia bien helado alcanzó para que una amiga confesara por qué anda con las ojeras por el piso: está teniendo sexo todas las noches. Toditas, desde hace cuatro meses. Sin parar. La pobre está filtrada. Tiene más de 55 y no para nunca; trabaja, baila, soluciona problemas ajenos y propios y encima….ahora se enganchó un noviete demandante.
¿no soy una femme fatal? Erwin Olaff
El fulano es un misterio: no se sabe de dónde saca tanta energía. El sábado pasado, me cuenta, el tipo se mudó de departamento (no viven juntos) y él mismo hizo la mudanza. Bajó sillones y mesa por la escalera, luego los subió a la casa nueva. Cargó las cajas, las acomodó, a la tarde fue a bailar tangos, y a la noche… doble sesión de sexo. O vive enviagrado o ésta se agenció un chongo de 30, malpensé. Ninguna de las dos cosas. El fulano que le da sexo a diario tiene 58 años y no toma químicos ni nada artificial.
-¿qué come? pregunto entonces, fan yo de la alimentación “sana” ( que para mí incluye helado, chocolate y Fernet)
-no sé, pero éste rebirthing no me lo pienso perder. Mirá si es el último, dice Mer, frotándose el ojo que se le cierra de sueño….