Más de 7000 corredores participaron de la 12ª Media Maratón ciudad de Rosario para marcar un nuevo récord de asistencia para una carrera en el interior del país. Así se ratificó a la plaza como una cita obligada del atletismo argentino.
Con la largada y llegada a los pies del Monumento Nacional a la Bandera, los 21k comenzaron a las 8.45 bajo la conducción de Ronnie Arias.
Especialmente acondicionada y preparada para la ocasión, la ciudad de Rosario, que encara su candidatura para ser sede de los Juegos Panamericanos en 2019, sirvió de inmejorable marco para esta competencia, que además coronó como campeones nacionales de Media Maratón a Luis Molina (1h06m59s) y a Sandra Amarillo (1h16m34s). En la prueba integrativa de 6,5 km cruzó primero la llegada Natalio Pensa (19m02s), entre los hombres, y Micaela Vidal (24m08s) entre las mujeres. En la categoría silla de ruedas caballeros arribó en primer lugar Esteban Daniel Roldán y Laura González, en Damas. Por último, en la categoría no videntes caballeros, José Luis Santero tuvo el mejor tiempo; mientras que Miriam Oviedo fue la ganadora de la categoría damas.
En lo que fue una integración sin precedentes, los corredores contaron con la mejor tecnología de adidas en su indumentaria y también en el mundo virtual. Desde el kit deportivo a medida y personalizado, hasta la posibilidad de informarse vía Twitter a través del usuario @adidasAR, y con el uso del hashtag #rompeturecord, los atletas disfrutaron de una experiencia súper completa.
Para aquellos que creen que está todo inventado, les mostramos unas zapatillas especiales de 1984 en la previa de los Juegos Olímpicos. Un homenaje a la cita deportiva por excelencia que adidas lanzó al mercado con el por entonces revolucionario calzado denominado Los Ángeles Trainer. El sistema de ajuste individual que venía acompañado de una llave azul, de extraña forma, con el logo de la marca, para trabar las varillas. Estas eran rojas, blancas y azules. Se ajustaban a la altura del talón con el fin de regular la amortiguación en las diferentes superficies. Los tres tarugos que tenían en el talón se sacaban. Cada color era de distinta densidad y a partir de la ubicación de cada uno de ellos se regulaba la dureza.
Según consta en el aviso, había (nada más y nada menos) ¡27 posibilidades de encontrar el calzado jogging adecuado con las varillas! El mensaje, además, agregaba: “Si te gusta correr, no lo dudes, hacete una escapada urgente a la casa de deportes más cercana y exigiles tus “Los Ángeles Trainer” completitas, con varillas y llave incluida. El calzado con amortiguación que hace jogging en todos los terrenos”.
Fueron un éxito de ventas en todo el mundo. Hoy, con la tendencia retro, se consiguen en el exterior (ver foto de abajo). Por ejemplo, en Suecia a un precio de 72 euros aproximadamente.
Hoy te mostramos cómo Angelika Tafatsch y Stephan Repke, también conocidos como Froggy y The Gripmaster. Ambos miembros del Salomon Team.
El video fue filmado en Provence, al sur de Francia, muy cerca de Marsella. Ciudad donde nacieron el pintor Paul Cézanne (1838-1906) y el escritor Emile Zola (1840-1902).
Las imágenes son increíbles. Cada paso que dan pareciera que lo están haciendo en el planeta Rojo. Velocidad pura y buena técnica para dos eximios corredores de trail running. Disfrutalo.
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El Medio Maratón adidas Ciudad de Rosario del próximo domingo 13 de mayo continúa sumando elementos para mejorar la experiencia de correr los 21.097 metros y buscar tu mejor performance.
Como en los 42K de Buenos Aires, la largada estará sectorizada por rangos de tiempos para agilizar la partida y que cada corredor esté rodeado por otros de su mismo ritmo.
Los corredores de elite y los amateurs más rápidos ocupan las primeras lineas, seguidos por los runners que corren a 4 minutos el kilómetro, luego los de 5 minutos y así hasta que los participantes que aspiran a cruzar la meta sin importar su tiempo.
De esta manera no se generan amontonamientos, el pelotón fluye y se evitan los codazos, tropezones y posibles caídas.
Cada corredor tendrá asignado un color según su tiempo. A la hora de retirar el kit recibirá una pulsera de ese color y a la hora de la largada habrá sectores diferenciados. Cada runner deberá ir al corral que su color indica.
Los atletas podrán pasar a corrales más lentos al que seleccionaron pero no hacia adelante.
Cada corredor recibirá su tiempo neto (desde que cruza la largada hasta que pisa la meta) por lo que no hay necesidad de amontonarse.
Una largada ordenada es beneficiosa para todos y depende de cada uno.
Ayer te contamos la historia de Lola en la DogRun Eukanuba. Hoy, pensado para quienes corren con sus mascotas, NOAF presenta a su nuevo chiche para compartir el entrenamiento con el mejor amigo del hombre.
Dos accesorios de la marca rosarina Noaf que facilitan esta nueva forma de correr en compañía.
Mochila canina:
Tiene en sus laterales dos bolsillos con bordes elastizados con dos caramañolas de 250cm3 cada una.
En la parte superior tiene una manija de agarre y una medialuna soldada para el enganche de la correa.
Además, la correa tiene un regulador para poder corregir la longitud.
El cinto manos libres se ajusta alrededor de la cintura para poder bracear normalmente en la corrida. Este producto fue presentado el domingo pasado en la DogRun Eukanuba. Formó parte del kit de los corredores de 5km.
En breve algo nuevo para contar. Seguinos en twitter:@DamianCaceres
Un año atrás cuando terminaba mi primer ultramaratón en Salta, recibía un mail en el que Sonia Peretti, de Adoptá un Galgo en Argentina, me contaba que había sido seleccionado para la adopción de un perro.
Hacía tiempo que buscaba un compañero de trotes, entonces a la semana siguiente viajé a su encuentro hasta Mar del Plata. Resultó ser una Whippet de dos años que había sido abandonada y olvidada en las calles de esa ciudad.
Imposible no recordar su carita de desconfiada al subirnos a la combi para regresar y, claro, las lágrimas de Paola que junto a su marido la tuvieron en guarda hasta la adopción final.
Hoy la historia de Lola es diferente… A menudo, muy a menudo, salimos a correr por las calles de Puerto Madero. Con el tiempo se convirtió en una integrante más del equipo de Daniel Simbrón, entrenando a nuestra par. Siempre nos acompaña en los fonditos o trotes suaves; las pasadas no son lo suyo ya que por sus venas corre un espíritu competitivo nato y su ambición es ir por delante del pelotón liderando y marcando el ritmo. Claro está que mi agilidad y mis piernas son su mayor obstáculo. Por ello no la pueden seguir y devenimos en un tironeo infinito en el cual logro frenarla, pero tan sólo un poco.
¡Eukanuba DogRun era nuestra carrera! Había planeado nuestra participación con mucha antelación. Era el espacio ideal para poder correr juntos y también en compañía de otros perros. Lola es muy tímida y miedosa. Dudaba cuál sería su comportamiento en la competencia. Desde tempranito estuvimos disfrutando del evento, rastreando la presencia de algún compañero de raza. No son la típica mascota familiar, se nos hacía difícil entre tantos asistentes hallar un par, pero milagrosamente en el punto de partida nos encontramos con Lili, una Whippet atigrada, que también corría con su dueña, otra fan del running.
A las diez en punto largaba la primera categoría: perros grandes. Nuestra ansiedad llegó a su fin dos minutos después donde nos tocaba a nosotros largar. Partimos enérgicamente a saborear esos 5k que teníamos por delante. Lola se transformó en una flecha. Ella sabía lo que estaba sucediendo. Sus patas solo querían dejar atrás a todos los otros perros y a sus dueños. Era un torbellino. Yo intentaba controlarla pero ella estaba en una carrera y me lo hizo saber. ¡Como nunca antes su genética y sus antepasados de galgos se hicieron presentes!
Su ímpetu se veía frenado por mi andar, que evidentemente le quedaba “chico”. Al kilómetro 2,5 montaron los puestos de hidratación, me pareció lo más sensato acercarnos y hacer una breve pausa. Y ella totalmente desinteresada quería continuar, mientras yo intentaba no atragantarme con el agua. Su ritmo interno le dictaba correr y pasar competidores a paso firme hacia la meta.
Ya divisando la recta final, y la muchedumbre a su alrededor, Lola aumentó la velocidad; para este momento mis piernas decían ¡basta! Finalmente el reloj marcaba 22 minutos para cuando pasamos airosos debajo del arco de llegada. Nada mal para mí. Lola, seguro, podría haber bajado con holgura ese tiempo.
Como tantas otras veces, una hermosa actividad de domingo compartida en familia, pero esta vez la invitación se hizo extensiva a ese integrante extra que nos llena de alegría y gratitud.
Rescato la impecable organización de Tmx Team y la asistencia de veterinarios voluntarios a lo largo del recorrido y en la llegada controlando el estado físico de todos los canes.
La entrega de agua para ambos, medalla y platito para las estrellas de la carrera y una profesional, dedicada y amistosa revisión a las patitas de Lola. Una recompensa que ella permitió, aunque ni agitada estaba.
Mientras escribo su historia, ella descansa en el sillón, pero siempre está expectante del “vamos” que la llevará a participar de nuevas competencias.
Si hace veinticinco años me hubieran dicho que correr iba a formar parte importante de mi vida, no lo hubiera creído. Pero hace veinticinco años cuando empecé mi vida de médica en Mar del Plata fue cuando comenzó mi vida de corredora. Fue entonces cuando descubrí el placer que me producía salir a correr al lado del mar, generalmente sola, sin planificación ni objetivos deportivos. Sólo el placer de correr…
Si hace diez años cuando tuve que venir a vivir a Buenos Aires me hubieran dicho que iba a seguir corriendo en esta ciudad llena de ruidos y humos, con mi enojo a cuestas por esto, mi tampoco lo hubiera creído.
Cuando hace casi cinco años, empecé a entrenar en el 70/30 Running Team, y escuchaba a algunos de mis compañeros hablar de preparar un maratón, no creí que yo pudiera hacerlo algún día.
Pero aquí estoy, convertida en corredora y en maratonista. Recién llegada de correr mi tercera Maratón y mi s primeros 42, 195 km en otro país.
Lo decidí en diciembre y me puse en marcha con el entrenamiento. París me esperaba con todo su encanto.
Hacia allí partí para disfrutar la Ciudad de la luz desde un lugar distinto, con ojos diferentes, recorriéndola de este a oeste y viviendo cada uno de sus rincones entre 44.999 desconocidos y su repiqueteo de zapatillas. Por cierto, inquieto y monótono pero que, en quienes corremos, produce una simbiosis inexplicable.
Si bien llegué un día antes de la carrera pude descansar bien y a las seis de la mañana ya estábamos en pie para ir a la largada. Mi amiga Mariela estaba allí para acompañarme y dejar constancia fotográfica de ese rato de mi vida.
La espera se hizo larga por el viento helado y el cielo gris, pero nada me impediría disfrutarlo como me lo había propuesto.
Y se largó. Con una organización impecable fuimos recorriendo Champs-Élysées hasta la Place de la Concorde. Seguimos por la Rue de Rivoli y llegamos al imponente Place de la Bastilla. Si bien había gente animando con banderas y mucho entusiasmo en todo el recorrido, algunos lugares tenían más concentración y emocionaba el aliento que daban a los corredores de diferentes países y lugares. Por el km 10 entramos en el Bosque de Vincennes, un enorme espacio verde que yo no conocía. Saliendo ya en el km 18 quiso asomar el sol, pero el viento frío volvió y pintó de gris nuevamente nuestro camino.
Seguimos bordeando el Sena, recorriendo sus túneles y subidas que comenzaban a fastidiar. En el km 28 me esperaba Mariela y fue muy bueno encontrar su cara entre la multitud. Mi única referencia en París estaba allí esperando con sus gritos para alentarme.
Me sentía muy cómoda y seguí corriendo siempre a conciencia de lo que estaba viviendo.
Saludamos la Torre Eiffel y llegamos a los Bosques de Boulogne.
Ya había superado el km 30 y seguía en ritmo y sin demasiado cansancio. La recorrida por los caminitos arbolados empezó a costarme un poco más y para el km 38 decidí disfrutar a un ritmo cómodo y saborear el final de la carrera con su espectacular entrada por la calle Fosch y el Arco del Triunfo de fondo.
¡Qué placer! ¡Qué buena experiencia! ¡Qué emoción!Había terminado el Maratón de París y estaba feliz. Algo cansada por cierto, pero la satisfacción escondió cualquier tipo de dolor.
Medalla al cuello, capa de abrigo para no enfriarse de golpe, y el encuentro con mi amiga para el abrazo familiar.
En ese abrazo también estuvieron mi hijita y mi esposo, que, aunque no estuvieran físicamente, acompañan mi día a día aceptando mis entrenamientos como parte normal de mis rutinas y alentándome con su incondicional admiración y amor.
Quedaban cuatro relajados días más para recorrer mis lugares favoritos de París y mostrárselos a Mariela que estaba, como yo, descubriendo la ciudad.
(*) Con siete años de trayectoria, 70/30 es un grupo de entrenamiento deportivo para corredores de todos los niveles guiado por un equipo de profesionales experimentados. Concurren al team personas con una amplia variedad de intereses y necesidades, en busca de planes para correr carreras de calle, de aventura, combinadas o simplemente con fines recreativos o para mejorar su calidad de vida y dejar el sedentarismo. 70/30 cuenta con un staff interdisciplinario y en constante perfeccionamiento y actualización, con el objetivo de optimizar el servicio y el rendimiento deportivo y generar hábitos saludables en sus miembros. ¡El 70 % lo ponemos nosotros, el 30 % depende de vos!
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El próximo 27 de julio se encenderá el pebetero del estadio olímpico de Stratford (terminado en marzo) para marcar el inicio de las trigésimas olimpíadas de la era moderna, que durarán hasta el 12 de agosto. Será el tiempo de Wenlock y Mandeville. Andá familiarizándote con esos nombres porque los vas a escuchar (y sobre todo ver) durante bastante tiempo. Son las mascotas de Londres 2012, que nacieron a partir de las últimas gotas de acero de la construcción de la última viga de apoyo del Estadio Olímpico.
Wenlock y Mandeville seguirán una tradición iniciada en los Juegos Olímpicos de Invierno de Grenoble (1968), donde debutó Schuss. Desde entonces, las mascotas han estado presentes en todos los Juegos, a excepción de los juegos de invierno en Sapporo 1972. En los Juegos tradicionales, la mascota Waldi, en Munich 1972, fue la primera.
Las mascotas son, usualmente, animales o figuras antropomórficas representativas de la zona de realización de los Juegos o del evento en sí. En la actualidad, las mascotas son elementos de vital importancia dados los diversos productos licenciados que se generan en torno a los Juegos.
Cuando uno se pregunta un domingo a las 6 de la mañana ¿por qué me voy a levantar?, la respuesta la encuentra cruzando la línea de meta.
Hace poco mas de un año conocí a Carolina Rossi. Quería volver a la actividad física y no tenía mucho dinero, así que lo más económico fue salir a correr. Al principio lo hice sola, mas o menos, porque veía mucha gente correr a mi lado y aunque se les veía felices y cómodos yo no me sentía así. Dispuesta a experimentar esa sensación, decidí escribir a un mail que encontré. Y para mi sorpresa tuve respuesta inmediata, además con invitación. Obvio, no puede negarme y fui a mi primera clase.
Para que ella sintiera mucha motivación, le dije que había hecho actividad física pero que llevaba varios años sedentaria y que además no me gustaba correr. Con estas palabras que le debieron servir de inspiración me dijo “está bien, ok” y me puso a correr con ella para ver mi técnica de carrera
“¿Técnica? ¿Cuál técnica? ¿Esto tiene técnica?”, pensé. Luego hicimos otros ejercicios para continuar la evaluación y para finalizar tenía que dale una vuelta al rosedal. ¿Una vuelta? ¡UNA VUELTAAAA!, nuevamente pensé. Ella sólo prosiguió con la indicación y dijo: “Vas 100 metros trotando y 100 caminando”.
Terminé la vuelta con buen ánimo por haber logrado el cometido. Al final del primer día de clase pensé “qué raro fui a correr y sobreviví”. Así que me comprometí a volver. No siempre logro ir, no siempre llego temprano. Sin embargo, correr no sólo ha mejorado mi estado físico, sino que me ha puesto en diálogo con mi propio cuerpo, el ritmo que van llevando los pies, la respiración, los latidos del corazón, el control de la mente que se debate entre parar y seguir. Todo se empieza a identificar. Al principio es sólo un ruido confuso, pero con el tiempo se va logrando distinguir cada sonido y entonces es como escuchar una linda sinfonía. Por eso, entre otras cosas, procuro ir a entrenar.
Mis compañeros y compañeras de equipo han sido fundamentales. Sin duda. Cuando empecé me animaron en cada entrenamiento y luego fueron un poco más allá al invitarme a participar en las carreras. En la primera me sentía participando en los Juegos Olímpicos aunque apenas eran 3km. Mis primeros 3 k. De ahí en adelante todo ha sido mis primeros. Mis primeros 5k, mis primeros 7k, mi primera carrera de aventura por postas, mi primera carrera de postas urbanas y el domingo 22 de abril fueron mis primeros 10k. Resulta muy conmovedor saber que aún hay cosas en la vida que están por descubrir.
Como el primer día de clase especulé que moriría en el intento. Así que estaba preparada para terminar caminando si fuese necesario. Pero, para mi sorpresa logré aumentar la velocidad de carrera de manera progresiva y hacer un remate corriendo al máximo para cruzar la línea de meta.
Fue inevitable durante el recorrido revivir lo que había sentido en mi primera carrera (la de 3k olímpicos), pues, al igual que esta primera de 10k, también fue en Puerto Madero. Fue raro, pero sucedió. Me emocioné al cruzar el kilómetro 3 y saber que tenía energía de sobra en lo que hasta hace unos meses había sido mi máximo esfuerzo. A medida que avanzaba y superaba mis anteriores metas la emoción se acrecentaba y, entonces, pensé en algo que hasta antes de la largada me parecía imposible: correr una maratón. Sí, una maratón.
Realmente fue emocionante. Una carrera con 10.000 participantes, impecablemente organizada, con una entrada en calor que aparte de poner en marcha los músculos y preparar al corazón y pulmones, sobre todo, puso muy buena onda.
En la partida los carteles indicando donde debían ubicarse los corredores según su tiempo estimado permitió organizar la salida, además la presencia de liebres para marcar los ritmos de carrera fue maravilloso porque permitieron a quienes los siguieran mantener un ritmo constante.
El buen trabajo que hicieron los organizadores fue evidente: puntualidad en la hora de largada, la selección de un recorrido por calles amplias y poco concurridas garantizó la comodidad y seguridad de de todos sin afectar la movilidad de los vehículos.
Una vez cruzada la línea de meta, nuevamente sentí el buen ánimo de terminar el cometido. La emoción de estar durante 10k escuchando una linda sinfonía y el compromiso de querer volver. Fue entonces que pude responderme por qué me había levantado un domingo a las 6.
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Es probable que Michael Phelps haya sido el más laureado de Pekín 2008 con ocho medallas de oro, pero el rey indiscutible de los pasados Juegos Olímpicos fue Usain Bolt. El jamaiquino no se destacó sólo por las tres medallas de oro que obtuvo (100 metros, 200 metros y 4×100 metros), sino por la forma en que las consiguió. Bolt pulverizó el récord del mundo de los 100 tras una salida floja y un final en el que pareció relajarse para disfrutar del momento, por efímero que fuera. Y para mofarse de sus rivales, también. Paró el reloj en 9’69, una marca que no tardaría en rebajar. Igual de bien le fueron las cosas en los 200 metros: 19’30 y récord del mundo, que también superaría meses después.
Teniendo en cuenta esos antececentes, no es de extrañar que Usain Bolthaya prometido un “espectáculo” similar en los Juegos Olímpicos de Londres.
Puede que confunda la superioridad con la arrogancia y el dominio con la soberbia, pero no cabe duda que Usain Bolt es uno de los mejores velocistas de todos los tiempos y una de las mejores cosas que le ha sucedido al atletismo en los últimos años. El atleta jamaiquino confía en repetir actuación monumental en los Juegos Olímpicos de Londres.
Aunque hay que tener en cuenta el duro traspié en el mundial de Daegu, Corea del Sur. Hasta allí viajó en la segunda mitad de 2011 para revalidar el título del mejor de todo el planeta. Pero en la final, acaso, la ansiedad lo superó para quedar descalificado por una salida fallida. “¿Buscá lágrimas? Pues eso no va a suceder”, fue su único comentario a un grupo de periodistas que lo rodeaban en busca de explicaciones a un fallo tan inesperado. Segundos después, Yohan Blake, a quien el propio Bolt señaló como “el futuro de la velocidad de Jamaica”, con 9’92 se proclamó campeón mundial por delante del estadounidense Walter Dix (10.08) y del cristobalense Kim Collins (10.09), campeón en París 2003.
A poco más de noventa días, el jamaiquino se muestra tranquilo y confiado ante las opciones de medalla:
“Para mí, mi confianza está en mantenerme en buena forma. Ahora que lo estoy, mi confianza está realmente alta, siento que estoy en el pico de mi rendimiento y no me preocupo. Ahí es cuando me ven bailando y divirtiéndome. Pero si no estoy en mi mejor forma, no me siento tan bien y me preocupo. Durante gran parte del año pasado no estuve en mi mejor nivel. Pero este año me siento bien”.
Favorito para repetir las preseas doradas que se colgó en Pekín, Bolt ha trabajado duro para mejorar aspectos de su técnica y pulverizar los récords del mundo que él mismo posee 9’58 en los 100 metros.
“He estado esperando este verano por cuatro años, así que voy a disfrutar cada momento ydar espectáculo para todo el mundo. Los Juegos Olímpicos van a ser algo enorme y estoy muy ansioso por eso. Va a ser más grande para mí que para la mayoría de la gente porque hay muchos jamaiquinos viviendo en Londres. Sé que se van a volver locos y tengo que darles espectáculo“.