¿Qué nos dicen las etiquetas de los alimentos?

Hoy en Runner Blog escribe: Karen Cámera (*)

Licenciada en Nutrición (UBA)

Para una gran mayoría de personas, la información nutricional de un producto no es más que una serie de números interpretados sólo por especialistas en el tema. Pero saber leer esos datos es de suma importancia ya que nos ayudará a hacer elecciones saludables y decidir cuál es el más conveniente en función a los nutrientes y al costo, y evitar suposiciones erróneas y que nos engañe el marketing.

En los rótulos es obligatorio que se presente la siguiente información:

  • Denominación del producto.
  • Datos del elaborador y lugar de fabricación.
  • Identificación del lote.
  • Fecha de vencimiento.
  • Contenido neto (g o ml).
  • Lista de ingredientes que aparecen ordenados de mayor a menor según el grado de participación en el producto. Al final se ponen los aditivos que son sustancias  que sirven para mejorar o conservar las características propias del alimento.
  • Indicaciones de cómo conservar el producto.
  • Preparación e instrucciones de uso.

La información nutricional generalmente se presenta en forma de tabla. En ella encontramos:

  • El listado de los nutrientes que deben figurar obligatoriamente.
  • La cantidad de cada uno en una porción de producto.
  • El % cubierto del valor diario que significa cuánto de lo recomendado para ese nutriente, nos está aportando la porción referida del alimento en cuestión.

Porción: está determinada para cada alimento y se presenta en la etiqueta indicando la cantidad en g o ml, junto con su equivalencia en medidas de referencia como taza, vaso, cucharada, unidad, etc. de tal manera que no necesitemos balanza para medir a cuánto equivale la porción. El Código Alimentario Argentino unificó las porciones para los diferentes productos para que todos expresen el mismo tamaño de porción y de esta manera, poder comparar los productos. Por ejemplo, la porción de galletitas es de alrededor de 30 g (la cantidad de unidades dependerá del peso de ellas) y la de los fideos 80 g (1 plato).

Listado de nutrientes que deben figurar obligatoriamente:

  • Valor energético (kcal).
  • Carbohidratos.
  • Proteínas.
  • Grasas totales.
  • Grasas saturadas.
  • Grasas trans.
  • Fibra alimentaria.
  • Sodio.

Estos datos serán expresados en gramos (o mg para el caso del sodio) y porcentaje del valor diario (%VD). Por ejemplo, si consumís unos copos de cereal cuya porción aporta un 4% de tus necesidades de energía, significa que si comés 4 porciones de esos cereales cubrirías un 16% de las recomendaciones diarias de calorías. Generalmente esto se basa en unas 2000 kcal diarias, pero las necesidades varían en cada persona dependiendo del sexo, edad y fundamentalmente del nivel de actividad física.

De esta manera, si consumís una porción tal como indica el envase sabés cuánto de cada uno de los nutrientes estás aportando.

Con respecto a las vitaminas y minerales, solo serán mencionados si aportan al menos un 5% de la recomendación diaria.

Light vs. Diet:

Light: es una denominación que se utiliza para declarar que el producto tiene “bajo contenido”  y/o está “reducido como mínimo en un 25%” en energía u otro nutriente respecto del producto original. Ejemplos:

Diet: si bien esta denominación ya está prohibida y el Código Alimentario Argentino no incluye dicho término, es habitual escucharlo. Era utilizado para denominar a los alimentos que han sufrido una modificación, ya sea porque se le redujo su contenido energético o de algún nutriente, o bien porque fue fortificado o enriquecido, o porque es un producto formulado para alguna población específica, por ejemplo para los lactantes, pero no implica que sea bajo en calorías. Es decir, son diferentes a la versión original, por ejemplo a un pan se le agrega más fibra.

Para entender mejor, es importante saber algunos datos de determinados alimentos para poder hacer una buena elección:

Algunos tips:

  1. Si vas a comprar un producto que dice light o tiene envase verde, asegurate de comparar su composición química con el “regular”. Tampoco te guíes solamente por el color verde del envase: la mayoría de los quesos Port Salut lo tienen a pesar de haber diferencias entre la versión tradicional y la light.
  2. Cuando un producto envasado no tenga etiqueta o brinde dudas en su redacción en el período de vida útil o en la forma de conservación no hay que comprarlo.
  3. Que comprés un producto en una “dietética” no implica que sea bajo en calorías.
  4. Lee bien las etiquetas, a veces dicen en grande 0%, y en letras más chicas: grasas trans. Esto significa que no tiene grasas trans pero no significa que sea 0% en grasas totales.
  5. Que un alimento sea light o reducido en calorías no implica que se pueda comer libremente. En el mejor de los casos, tiene menos calorías pero no implica que el aporte energético sea nulo.

Aprender a reconocer las diferencias entre unos y otros productos permite evaluar las ventajas y desventajas de elegirlos o no.

(*) Karen Cámera es licenciada en nutrición (UBA), docente de la materia “Nutrición Deportiva” en la Licenciatura en Nutrición de Universidad de Buenos Aires y Universidad Abierta Interamericana. Además, es docente asociada en los cursos de Nutrición Deportiva, a cargo de Francis Holway (Club Atlético Atlético River Plate). Más info en www.nutriciondeportiva-gnd.blogspot.com

¿Les prestás atención a las etiquetas de los alimentos que consumís?

Steve Prefontaine, el atleta rebelde de Oregon

Steve Roland Prefontaine nació el 25 de enero de 1951 en Coos Bay, Oregon,  y su especialidad fueron las carreras de 1500 a los 10.000 metros, donde batió todos los récords de Estados Unidos. Sin embargo, Pre, tal su apodo, no fue el mejor corredor de la historia de su país. Su gran marketing se debió a la popularidad que ganó gracias a su carisma y a su estilo al momento de competir. Lo que nadie puede negar es del impacto que Pre tuvo en la comunidad de corredores populares. Primero de su país y, luego, del mundo. Su estilo para correr se parecía mucho a la forma en que encaraba la vida. Incluso su imagen recordaba más a una estrella del rock que a un deportista. De cabellera larga y un prominente bigote, un rebelde para la época. Símbolo para la juventud americana de los `70 que se oponía al orden establecido y, sobre todo, a la guerra de Vietnam. Carismático, arriesgado, intenso, agresivo, libre y duro. Al límite. Así vivió. Así corrió. Así murió.

Su historia deportiva tuvo un antes y un después. Prefontaine fue discípulo de una de las mayores leyendas del mundo del atletismo y, en especial, del running popular: el entrenador de Oregon Bill Bowerman. Nada menos que el padre de las zapatillas Nike, originalmente denominadas Blue Ribbon, inspiradas en modelos japoneses.

Su repentino fallecimiento potenció la enorme popularidad que ya había ganado Prefontaine en vida, a tal punto que la Organización de Pista y Campo de Estados Unidos decidió recordarlo con una competencia que lleva su nombre. Desde 1975 se celebra cada año una prueba atlética con su nombre: el Prefontaine Classic. Este año el evento, que la marca de la pipa sponsorea desde 1984, tendrá lugar a partir del 15 de setiembre.

Pre corrió y ganó su última carrera el 29 de mayo de 1975, en el Hayward Field de Eugene. Murió al día siguiente a la edad de 24 años en un accidente automovilístico. La noche del 30 de mayo Prefontaine asistió a una fiesta en la localidad de Eugene, en las afueras de Oregón. Al regresar y, tras dejar a su amigo y gran maratonista Frank Shorter, perdió el control de su vehículo y chocó contra una roca. El automóvil volcó y Pre quedó atrapado debajo. Un vecino de la zona se acercó y le encontró aún con vida. Al ver que no podía sacarlo fue a buscar ayuda. Para cuando regresó, el  peso le había aplastado el pecho. Hoy se cumplen 37 años.

Tan grande fue su relevancia para el deporte estadounidense que se filmaron dos películas  basadas en su vida:

“Sin Límites”:

“Prefontaine”:

Sus principales logros:

  • dos títulos de campeón nacional absoluto en los 5000 metros (1971 y 1973).
  • siete títulos de campeón nacional universitario.
  • cuatro en los 5.000 metros en pista (1970, 1971, 1972 y 1973).
  • tres en Cross-country (1970, 1971, 1973).
  • en 1971 participó en los Juegos Panamericanos de Cali, logrando la medalla de oro en los 5000 metros.
  • el 9 de julio de 1972, estableció un nuevo récord en los 5000 metros con 13m22s8/100.

Sus marcas:

  • 1.500 metros – 3m38s1/100 (Helsinki, 28/06/73).
  • 1 milla (1609 metros)– 3m54s6/100 (Eugene, 20/06/73).
  • 2.000 metros – 5m01s4/100 (Coos Bay, 9/05/75).
  • 3.000 metros – 7m42s6/100 (Milán, 2/07/74).
  • 5.000 metros – 13m21s87/100 (Helsinki, 26/06/74).
  • 10.000 metros – 27m43s6/100 (Eugene, 27/04/74).

Algunas de sus frases más célebres. Todas, con la impronta de su personalidad:

  • “Mucha gente corre una carrera para ver quién es el más rápido. Yo corro para ver quién tiene más agallas, quién puede castigarse a sí mismo en un ritmo exhaustivo, y al final, castigarse aún más”.
  • “Voy a trabajar para que al final  sea una carrera de puro coraje, y si lo es, yo soy el único que puede ganar”.
  • “Alguien  puede vencerme, pero van a tener que sangrar para hacerlo”.
  • “Dar menos que lo mejor que tienes es sacrificar el premio”.
  • “Con los años, he pensado mil razones para seguir corriendo, pero siempre vuelvo al punto de partida. Todo se reduce a la autosatisfacción y el sentimiento que te da lograr tus objetivos”.
  • “Corro mejor cuando corro en libertad”.

Comparto otra exquisita galería de fotos de Pre…  Hacé click y disfrutala.

¿Conocías la historia de Steve Prefontaine? ¿Viste alguna de las película?

Los peligros para la salud en carreras de larga distancia

No es por ser pájaro de mal agüero ni mucho menos. Pero es real que correr implica poner el cuerpo en funcionamiento y eso conlleva exigir las distintas partes del motor que todos los runners llevamos adentro. Tampoco podemos soslayar que el running es practicado por un amplísimo grupo de personas de distintas edades y estados físicos.

Muchas veces se cree que si un individuo es joven y está sano puede entrenar y prepararse para correr una maratón o una prueba de más kilómetros aún. Pero los casos que vienen dándose en distintas carreras y maratones del mundo evidencian la enorme presión que este tipo de eventos de larga distancia ejercen en el organismo. El pasado 22 de abril, en la maratón de Londres, falleció Clarie Squires. La joven de 30 años sufrió un colapso en el tramo final de la competencia cuando le quedaban un puñado de km. Este tipo de noticias producen una gran paranoia y generan, sobre todo en el exterior, enormes titulares. Aunque, por cierto, son sucesos muy inusuales y poco frecuentes. “Yo estaba presente cuando sufrió el paro cardíaco y me afectó mucho. Porque ver morir a una joven de 30 años extraordinariamente atlética no es normal. Estas muertes son extremadamente raras”, dijo Sanjay Sharmadirector médico del maratón Londres 2012, a medios ingleses.

Es indiscutible que para participar en este tipo de competiciones cualquier persona debe prepararse con un plan de entrenamiento con varios meses de anticipación a la prueba. Caso contrario, el fracaso es casi inevitable. También es imperioso, como cada vez que salimos a rodar, llevar a cabo ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de comenzar a correr porque una adecuada preparación puede evitar muchas lesiones. La mayoría de las lesiones que se producen durante estas carreras involucran, sobre todo, heridas leves, como esguinces o torceduras.

En realidad, el mayor problema para los maratonistas es la deshidratación. Algo que por propia experiencia padecí en el maratón de Buenos Aires del año pasado. En un día raro con mucha humedad y con una extraña combinación de lluvia y calor, sumado a la aparición de los rayos de sol; en mi caso, un combo difícil de sobrellevar.

Lo cierto es que en una prueba de larga distancia durante un día caliente y húmedo pueden perderse hasta cuatro litros de fluidos con el sudor y exhalación. Por eso es importante para los corredores mantenerse bien hidratados. Antes, durante y después del ejercicio.

Datos de riesgo (corazón):

Durante el último maratón de Londres unos 4923 corredores y miembros del público necesitaron asistencia, pero la mayoría fueron consultas por lesiones leves.

En 2011 cerca de 6000 personas solicitaron asistencia, la mayoría debido a insolación porque la carrera se llevó a cabo en un día muy caluroso.

Desde que el maratón de Londres comenzó a realizarse en 1981 han muerto 11 personas, incluida la joven de 30 años -la primera mujer que muere- que se colapsó cerca de la meta este año.

Sharma, explicó que siete de estas muertes están vinculadas a trastornos del corazón, como ateroesclerosis (estrechamiento de las arterias) o problemas congénitos en el músculo cardíaco. “Hasta ahora las muertes habían ocurrido sólo en hombres. Todos tenían más de 40 años y de los siete cuyas muertes fueron vinculadas a problemas cardíacos, cinco tenían signos de enfermedad de las arterias coronarias. Dos tenían un trastorno llamado cardiomiopatía hipertrópica, un problema que afecta la estructura del corazón”, contó el profesor Sharma a la BBC.

Otro hombre falleció debido al consumo excesivo de agua, un trastorno llamado hiponatremia asociada al ejercicio y otros dos murieron por una hemorragia cerebral.

Otros estudios:

Una investigación realizada en Estados Unidos involucró a casi 11 millones de corredores que habían participado en maratones y medios maratones entre los años 2000 y 2010. El mismo encontró los resultados muy similares. Durante ese período, 59 corredores sufrieron un paro cardíaco y 42 murieron. Esto es el equivalente a una muerte por cada 259.000 participantes. Y la mayoría de las víctimas tenían problemas cardíacos subyacentes o enfermedad del corazón.

Entonces, ¿cómo saber si estoy en una condición física óptima para correr un maratón?

Lo aconsejable es realizarse un chequeo médico por año. Así se sabrá cómo está el cuerpo. Lo usual es al comienzo de la temporada o, en los meses previos, a la prueba más importante que se desee correr. Más aún si la persona tiene o ha tenido algún problema de salud. Esto se aplica principalmente a quienes sufren o han sufrido enfermedad del corazón o diabetes.

Además, una vez que se ha comenzado a entrenar lo ideal es incrementar las distancias gradualmente para evitar agotamiento. También, combinar los días de trayectos largos con días de entrenamiento ligero y descanso para que el cuerpo pueda recuperarse y asimilar la rutina.

Algunas recomendaciones más para quienes van a correr un maratón:

  • El día del evento realizá ejercicios de calentamiento.
  • Marcá tu propio ritmo y descansá si sentís  algún dolor o incomodidad.
  • Hacé tu carrera y no te “enganches” a competir con nadie.
  • Salí despacio, no te apures. En los primeros km la sensación es de total bienestar. Si te apresurás lo vas a pagar en el final.
  • Tomá agua aunque no tengas sed. La deshidratación acelera la aparición de la fatiga.
  • Usá ropa cómoda. NUNCA estrenes indumentaria el día de la carrera.
  • Desayuná lo mismo de siempre. No inventes nada raro.
  • El uso de los geles puede ser recomendable, pero si no los utilizaste durante el entrenamiento previo puede complicarte.

En todos los casos, lo ideal es preparar semejante desafío con un entrenador. Su supervisión puede acercarte más a cumplir tu meta.

¿Qué tipo de recaudos tomás a la hora de entrenar y correr?

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El primer triatlón de Carolina Rossi

Hoy en Runner Blog escribe: Carolina Rossi (*)

Capitana del team Fila Rosedal

Una de las cuentas pendientes de nuestra personal trainer era competir en un triatlón. Pero ya no. A fines de 2011, completó el de Mar del Plata y logró vencer a una vieja enemiga: su propia cabeza. Cómo es nadar, correr y pedalear sin parar y no morir en el intento.

Yo quise ser triatleta antes que runner. Mucho antes, porque empecé a nadar de muy chiquita. Las zapatillas, en cambio, me las calcé seriamente a los 18 años cuando mis compañeros de natación, después del agua, se iban a trotar unos cinco o seis kilómetros por el barrio. Un día los acompañé y no paré más. Entonces me animé a un duatlón, allá por el 2000. Perdón, duatlón no, porque duatlón es cuando corrés y pedaleás. Todos se confunden. La disciplina que combina el agua y la corrida se llama acuatlón. Era un campeonato nacional y, quién sabe si por suerte de principiante o malos contrincantes, gané. Fue el primer y único podio que hice en mi vida. Y seguí nadando y corriendo, pero nunca me subía a la bici más que para ir a algún lado. Ahora que lo pienso, es  raro: mi papá tenía una fábrica de bicis y hasta dirigió equipos de ciclistas. Pero yo nunca la usaba para competir.

Yo quise ser triatleta antes que runner, decía. ¿Por qué lo postergué? No sé: siempre que me topaba con alguien que corría “trias”, lo escuchaba fascinada, con mezcla de admiración y respeto, porque sabía, como lo sé ahora, que no cualquiera puede ser triatleta. Es como la Santísima Trinidad: tres deportes en uno. Esto significa que hay que entrenar como mínimo seis veces por semana, repartir la semana con cada disciplina, y estar dispuesto a separarse o incluso a divorciarse. El triatlón no suele dejar tiempo para nada más que para sí mismo. Como una monja de clausura frente a su Dios.

Yo sentí el llamado –ya que estamos con las metáforas religiosas– a mediados del año pasado y me anoté para el de Mar del Plata. La gente cree que los entrenadores tenemos la ventaja de ejercitarnos mientras trabajamos, pero lo cierto es que trabajar es eso, trabajar: cuando nos llega el momento de entrenar, ya estamos cansados. Así que, como pude, fui mechando las clases con las sesiones de running, pileta y bici y, por primera vez en mi vida, busqué un entrenador. Necesitaba que alguien me dijera: “Esta carrera sí hacela, esta otra no te conviene” y cosas por el estilo. Es como con terapia: ningún psicólogo se analiza a sí mismo. Así llegué a César Roces, un verdadero referente del triatlón en el país. Roces es docente universitario, fue entrenador de la Selección Argentina y sacó campeón sudamericano a Eduardo Martín Sturla. Había escuchado que era demasiado duro y es cierto: nunca entrené tanto en mi vida, pero era lo que necesitaba entrenar. Un promedio de doce horas semanales durante dos meses y medio.

Existen muchas distancias en el triatlón, desde el Short o Sprint, en el que se nadan 750 metros, se pedalean 20 kilómetros y se corren 5, hasta el Ironman: 3800 metros, 180 kilómetros y 42 km (¡sí, se termina corriendo una maratón!). El Olímpico es justo el doble del short: 1500 metros en el agua, 40 km de bici y 10 km corriendo. El tiempo límite para completar la prueba es de cuatro horas; pasado ese tiempo, no se puede clasificar. Ésa era mi meta: terminar un Olímpico y, si se podía, acercarme un poco más a las tres horas y media. La más complicada en el triatlón suele ser la parte del agua: mal o bien todos podemos correr o pedalear, pero para poder nadar un kilómetro y medio seguido y no pasarla horrible, hay que dominar la técnica de crol. Pero ése no era mi miedo: reconozco que yo le temía más a la bici. Andar en una de carrera no tiene nada que ver con hacerlo en una todoterreno o de paseo. Miraba esas cubiertas finitas y me preguntaba cómo iba a hacer para mantener el equilibrio. Miraba el asiento, los pedales, el cuadro de la bici y me preguntaba cómo iba a soportar la postura inclinada hacia adelante y los pies incrustados en los pedales con trabas automáticas. A esto se sumaba la geografía de Mar del Plata, de curvas y pendientes pronunciadas que te pueden llevar a velocidades de 50 kilómetros por calles que, por la lluvia de la noche anterior, todavía estaban húmedas. Lo reconozco, sí: le tenía miedo a la bici. Pero sólo a la bici. Paradojas de la hija de un bicicletero.

Como se empieza en el agua, largamos cerca del puerto de Mar del Plata en dos tandas, con tres minutos de diferencia. Primero arrancan las categorías de elite y las masculinas más jóvenes, y después las masculinas mayores y todas las femeninas. Parecíamos pingüinos: todos juntos, pegaditos, con nuestros trajes de neopreno parados en la orilla. Ya en el agua, empezaron los codazos y las brazadas. Ahí sí éramos pájaros de agua.

Empecé nadando a un ritmo medio, no tan suave como me había propuesto, y a los diez minutos mi mente amenazó con traicionarme. De pronto me empecé a sentir cansada y con miedo, imaginándome exhausta y preguntándome qué pasaría si los brazos no respondieran más. Al borde del panic attack me vi abandonando, rescatada en una lancha y dando por terminado todo al muy poco tiempo de haber empezado. No estaba preparada para el miedo, no había trabajado ni pensado en mecanismos de defensa porque jamás imaginé que el mar me intimidaría. Ocurrió dentro de ese lapso de tiempo en el que el cuerpo todavía no entró en ritmo por el cambio de aire, que no se acostumbró a la demanda de oxígeno. Me obligué a tranquilizarme. Me decía: “Caro, andá despacio, no tenés ningún apuro. Si vas muy lento no te vas a cansar y nadie te va a tener que sacar del agua. Lo peor que te puede pasar es quedarte nadando pecho. Pero vas a llegar. Esta carrera la vas a terminar”. No quería mirar para atrás, tenía miedo de haberme quedado sola, y sólo sacaba la cabeza para mirar al frente y a los costados para asegurarme que estaba en el camino correcto, porque en el mar es muy fácil desorientarse y abrirse del circuito.

Tenía siete espectadores que habían viajado conmigo exclusivamente a la carrera y que me alentaban y me sacaban fotos. Y todo esto que yo ideé en mi mente, ellos lo vieron: los chicos me contaron que en un momento estaban convencidos de que yo había abandonado, que una lancha había rescatado a una chica muy parecida a mí, que la veían acercarse a la costa tristes y sólo cuando estuvo bien cerca se dieron cuenta de que no era yo, y entonces festejaron a lo loco.

Finalmente, el agua resultó la mejor performance de mi triatlón. Tardé 34 minutos y llegué dentro de la primera mitad. Había completado los 1.500 metros antes que otros 200 nadadores. Después del episodio del miedo, aminoré la marcha y llevé un ritmo tranquilo que me permitió mantenerme en menos de 140 pulsaciones por minuto. Eso hizo que no terminara de nadar cansada y pudiera salir a pedalear más rápido de lo esperado. Pensaba hacer los 40 kilómetros en unas dos horas, pero los completé en una hora y media. Las subidas, bajadas, curvas y contra curvas lejos de asustarme me divertían muchísimo. Me vi pasando verdaderas naves espaciales, y no lo podía creer. Mi Trek era una de las dos bicis que vi en toda la carrera sin manivelas (acoples que van en el manubrio para adoptar una posición más cómoda, y marca indiscutida que reconoce al ciclista como triatleta).

Dejé la bici en el parque cerrado más que contenta con la performance, y hasta me permití ir al baño en la transición. Si no, no iba a poder correr tranquila. Me tomé mi tiempo tanto en la transición 1 como en la transición 2. Fueron varios minutos en cada una, porque no quería cometer ningún error u olvido, por eso fui fiel al lema napoleónico: “Si estás apurada, andá despacio”. En la transición 1 tuve que sacarme el traje de neoprene, el gorro, las antiparras y el chip (tobillera) y colocarme el short, la remera, las zapatillas de ciclista, el casco, el protector solar, los anteojos y volverme a poner el chip. El próximo, me dije, lo correría en malla o con el enterito de triatleta. En la T2 cambié sólo de zapatillas y fui a hacer pis. Arranqué a buen ritmo, entre 5 y 5,30 minutos por kilómetro. Después de haber hecho todo lo anterior, no estaba nada mal. Santiago Carregal, alumno del Team y gran amigo que me acompañó en la corrida final, parecía mi trainer: me decía a qué velocidad íbamos, cuánto faltaba (corría con GPS) y me iba dando agua. Yo hasta tenía miedo de que me descalificaran si se daban cuenta de que él no era un participante más, porque la verdad es que la ayuda que me estaba dando era muy grande.

Así terminé los diez kilómetros finales de la carrera en poco menos de 56 minutos. Los últimos dos los corrí debajo de cinco minutos el kilómetro gracias a toda la adrenalina por la emoción que me significaba estar ahí. “3.12” se ve en la foto de llegada, pero mi tiempo oficial fue 3.09, porque salí en la tanda de los “tres minutos después” en el agua y hay que restarlos. No sé porqué lo aclaro siempre, tampoco cambian mucho las cosas, ¿o sí?

Les voy a seguir diciendo a mis alumnos que lo mío es exclusivamente “el culto a la autosuperación”, que lo que profeso y trato de contagiar es el entrenamiento por placer, la competencia como búsqueda, desafío, experimentación, bienestar y felicidad. Sea una 3 k participativa o sea un Ironman. Y, por las dudas, lo anticipo: aunque muchos digan que no es para mujeres –el mismo título lo dice– algún día, mi desafío será un Ironman. Y quizá sigan ahí para leerme.

Esta nota salió publicada en la revista Brando del mes de mayo.

(*) Carolina Rossi es capitana del running team Fila Rosedal y entrenadora personal. Además escribe para la revista Brando, también colaboró en Lonely Planet, el diario La Nación y la revista Runnin´. Adora viajar y subir montañas: en 2010 hizo cumbre en el Aconcagua y el Kilimanjaro. Ahora sueña con un ironman. Más info en www.carolinarossi.com.ar y al mail info@carolinarossi.com.ar

En breve más historias, más notas sobre el Mundo Running.

Video: Gladys Tejeda, la maratonista peruana que hizo historia

La historia de Gladys Tejeda merecía ser contada. Y Procter & Gamble, en su campaña “Criando a un atleta olímpico”, con este video (click aquí para ver el anterior) hace foco en la historia de la primer maratonista peruana que dirá presente en una cita olímpica. Nada más. Nada menos.

En este video tiene un rol central su madre, Marcelina Pucuchuaranga, quien es, desde siempre, el sostén principal para que Gladys Tejeda siga luchando por sus sueños. Y Gladys lo reconoce, lo admite con gran orgullo.

“Yo siempre miraba las olimpiadas por televisión y lo que me impactó era ver que no habían muchos deportistas representando al Perú y mi madre me preguntaba si iba a participar en las olimpiadas del 2012”, contó la fondista natural de Huancayo. Y otra frase que dejó: “Mi mamá es una gran pieza para mí, si ella no se hubiese preocupado tanto por mí, no sé, quizás yo no habría llegado a tanto, y eso es algo muy sagrado”.

La atleta peruana, que en los últimos Panamericanos de Guadalajara obtuvo la medalla de bronce, consiguió su lugar en Londres 2012 luego de quedar cuarta en la maratón de Seúl.

Ahora disfrutá el video…

Podés seguirnos y djarnos tus preguntas y sugerencias en twitter @DamianCaceres

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Reyes y Trecamán: dos argentinos en Transvulcania y Zegama-Aizkorri

Hoy en Runner Blog escribe: Mauricio Pagliacci (*)

Profesor del GR Team y runner

Los últimos dos fines de semana no han sido de los que podemos llamar “habituales” para el Trail Running Argentino. Es un deporte que está en pleno auge en nuestro país, no sabemos si esto sucede por la necesidad de la gente de escapar del asfalto, por la belleza de las montañas, o por lo que genera a un ser humano estar un par de horas en sus senderos. Lo que sí sabemos es que cada día son más los adeptos a esta actividad, y que dentro de ellos tenemos gran potencial de exportación.

Skyrunning es el nombre la Federación Mundial detrás de esta actividad. Tiene una serie de campeonatos mundiales según la distancia y el nivel a recorrer, los dos más importantes son el “Skyrunner World Series” (competencias entre 21k y 42k, con circuitos altamente técnicos y grandes desniveles) y la flamante “Ultra Skymarathon Series” (ultramaratones de montaña, es decir, más de 42k con características similares a la serie mencionada anteriormente). Las dos primeras fechas de estas dos se disputaron este mes en España, comenzando por Transvulcania (83k con 8525 mts de desnivel acumulado).

Bajo el intenso calor de La Palma (Islas Canarias – España) se corrieron los 83k con el lote de punta más competitivo de la historia del Ultra Trail Running.

Como anticipaban los medios internacionales, la Transvulcania iba a cambiar el rumbo del Trail Running y marcaría un hito en la historia del deporte. ¿Los motivos? Varios. Treinta de los mejores corredores de Ultra Trail serían de la partida, un agónico recorrido de 83 kilómetros con importantes desniveles, senderos muy técnicos, y el condimento final que fueron las altas temperaturas desde el momento de la partida en el faro de Fuencaliente, a las 6 AM (2 AM Argentina) del sábado 12 de mayo.

Hay quienes dicen, más que nada en Argentina, que el potencial de una persona para correr Ultras (o cualquier tipo de prueba de resistencia/larga distancia) es a partir de los 30 años como muy joven. Ayer quedó demostrado que no es así, y en mi opinión, es una de las primeras causas del ya mencionado cambio de rumbo en el deporte.

La prueba fue ganada por Dakota Jones (EEUU), de tan sólo 21 años, bajando el récord de la prueba por casi 25 minutos (de 7h24m a 6m58s). Lo siguió Andy Symonds (Inglaterra – 30 Años), y relegado al 3º lugar quedó nada menos que Kilian Jornet (España) de 24 años (demostrando ser humano, casi deshidratado, se desplomó después de la llegada y necesitó atención médica). También hubo gran nivel en las chicas. Anna Frost (27 años), la neozelandesa que está dando que hablar en el mundo de las ultras, ganó la prueba de punta a punta. Finalizó 13º en la general con 8h11m, desplomando el récord anterior por casi dos horas.

Gustavo Reyes, corredor Salomon, logró una de las mejores actuaciones de su vida finalizando 17º a la par de estos monstruos mundiales. Tuvo una excelente carrera llevando su cuerpo al límite por el ritmo de carrera, el terreno y el calor. Quizás ahora no lo notemos, pero el camino que está abriendo este señor dando a conocer el deporte, el nivel y las condiciones que se tienen en Argentina, también van a generar un gran cambio en el Trail Running argentino.

La hazaña continuó en la maratón alpina Zegama-Aizkorri, primera fecha del Skyrunner World series. A la delegación Argentina se sumó otro compatriota de los buenos de verdad. Sergio Trecamán, de Esquel, ganador de la última edición de 4 Refugios y con un importante palmarés en su bolsillo. Por primera vez, dos corredores nacionales finalizaron la prueba, trayendo a casa sus medallas de finishers con excelentes resultados. Estar en una fecha del Skyrunner World Championships, al menos para nosotros que estamos tan lejos, no es poca cosa y hacerlo con estos resultados es aun más meritorio. A las 4 AM de nuestro país (9 AM España) largaron bajo una fría e intensa lluvia, encarando los cerros de Zegama que los esperaban con temperaturas aún menores y con nevadas en las cumbres. No faltaba ninguno de los atletas de nivel y el ritmo de carrera fue muy fuerte e intenso; tan así que el gran Kilian Jornet estuvo toda la carrera dos minutos por debajo del récord de competencia. Finalmente, no pudo mantener el exigente ritmo. Se impuso en la prueba sin batir récord pero con un espectacular crono de 3h58m para los 42k a sólo una semana de haber competido en Transvulcania y con las consecuencias que sufrió su físico. Completaron el podio Luis Hernando, batallaron juntos desde el principio pero Jornet fue superior, y el tercer escalón quedó para el británico Tom Owens. Entre las chicas sucedió algo similar. Ohiana Kortazar luchó desde el principio con Nuria Picas y Emelie Forsberg, pero ninguna de las dos pudo con Kortazar que se llevó la victoria, relegándolas al 2º y 3º puesto respectivamente.

Trecamán y Reyes tenían todas a su favor para estar en la charla. El clima frío los favorecía a ambos, principalmente, aparte del gran nivel que muestran carrera tras carrera en nuestro país. Gustavo, el mejor corredor de montaña de la Argentina, obtuvo un meritorio 26º puesto entre los mejores del mundo con 4h30m, siendo el mejor latinoamericano de la clasificación general. Cabe destacar que sólo 10 minutos separaron los puestos 12º y 28º. Sergio Trecamán tuvo su primera participación lejos de casa. Finalizó 68º con 4h54m. Durísima prueba, pero orgullosos de nuestros representantes que dejaron todo.

Así terminó la gira de los trail runners argentinos por Europa. Sabemos lo difícil que es para ellos, o para cualquiera de nuestros deportistas salir del país a competir y, por eso, el mérito es doble.

(*) Mauricio Pagliacci es autor del sitio: www.trailrunargentina.com.ar

¿Te animaste a correr algún ultramaratón?

El próximo domingo, los 21k de New Balance

Con un circuito renovado que saldrá de Avenida Figueroa Alcorta, a metros de Avenida Samiento (frente al Planetario), más de 4000 corredores vivirán el próximo domingo 27 de mayo desde las 7.30 los 21k New Balance.

Desde hoy y hasta mañana los participantes podrán retirar su kit en el Club Hípico Argentino de Palermo (AV. Figueroa Alcorta 4800, entre Dorrego y Belisario Roldán) de 10.00 a 20.00 hs. Para ello deberán presentar un certificado médico que los declare aptos clínicamente para la carrera.

El recorrido pasará por los estadios de River y Obras, cruzarán la avenida General Paz para recorrer el paseo costero Raúl Alfonsín y regresarán a la ciudad de Buenos Aires para finalizar la primera carrera de 21competencia muy esperada por quienes se animan a las distancias de fondo.

La prueba está organizada por Sportsfacilities y TMX Team, con el auspicio de las Secretarías de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires y de Vicente López.

Más información en el sitio web de la carrera.

¿Vas a participar de los 21k? Podés seguirnos en twitter @DamianCaceres

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Maratón solidaria Accenture: la experiencia de Esteban Edul

Hoy en Runner Blog escribe: Esteban Edul (*)

Periodista e incipiente runner

Tal vez fue inconsciencia, inocencia o vergüenza, pero cuando me invitaron a la maratón solidaria Accenture no dudé un instante en contestar de forma afirmativa, a pesar de no haber corrido nunca sin una pelota de por medio.

La idea era pasar un momento familiar y por eso sin consultarme, y basados en mi inexperiencia, me inscribieron en la opción de los 3 kilómetros. Aunque a la hora de agarrar la pechera me puse en la fila de los que corrían 10km. “Ya que vamos a enfrentar un desafío hagámoslo con un objetivo grande. Total ya estamos acá”, fue mi pensamiento.

Ver los preparativos, los corredores haciendo movimientos de calentamiento, las indumentarias profesionales que llevaban puestas y, como contrapartida, todo lo precario de mi atuendo… sólo me hacían pensar en cómo evitar un posible papelón. “¿Qué estás por hacer Esteban?”, pensé. Aunque, por cierto, nunca se cruzó por mi cabeza no terminar la carrera. Porque en definitiva, al ser una competencia unipersonal, en tal caso, el único decepcionado iba a ser yo. No tenía nada que perder y mucho por ganar.

El momento de la largada me emocionó. Música motivadora, una alocución en tercer plano y la adrenalina de afrontar un desafío hicieron que pase un domingo diferente. A partir de ese momento ya estaba en mi mundo, con la sola compañía de la música del mp3 y la batalla librada entre el convencimiento de mi cabeza y la limitación de mis piernas. Sin dudas, una batalla desigual.

Al principio el objetivo era en kilómetros, el cansancio lo fue transformando en metros y al final ya casi que contaba las baldosas. Lo que era estar rodeado y bajo un incesante murmullo mutó a silencio y un generoso espacio alrededor. A medida que avanzaba, el cronómetro del reloj parecía estar en cámara lenta. Pero al divisar la meta, a unos cuantos metros, todo, absolutamente todo, cambió y hasta me hizo creer que estaba para 10 kilómetros más; situación que se desvaneció por completo al dar el tercer paso luego de cruzada la misma. Fue el momento en que caí en la dura realidad de sentirme agotado, extenuado… algo que poco importaba porque el objetivo estaba cumplido.

Luego de un largo sorbo de agua me rencontré con los míos. Cada uno contaba su historia. Cansados, y entre comentarios, nos fuimos disipando hasta retirarnos definitivamente. Era hora de volver a la habitualidad, a la rutina, al trabajo.

Fui sin saber nada de esta actividad y me retiré con el convencimiento de querer repetirla. El tiempo dirá si quedará en anécdota o se volverá en un hobby, pero haber participado me hizo sentir orgulloso y, en consecuencia, me obliga a nuevos objetivos que pronto intentaré cumplir. Total, sólo se trata de correr.

Aquí, los resultados de la maratón solidaria.

(*) Esteban Edul es periodista. Trabaja en el canal TyC Sports y en la radio Rock & Pop. Medios para los que cubre toda la información de Racing Club.

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La cocina de Runner Blog: Hoy, pizza con atún y puerros

En esta oportunidad, la Lic. Karen Cámera (*), del Grupo de Nutrición Deportiva, nos enseña a preparar una rica  pizza con atún y puerros. En poco tiempo obtené un almuerzo o cena  súper saludableeconómico. Para antes o después de tu rutina de tu entrenamiento.

Ingredientes: 1 lata de atún al natural, 4 partes blancas de puerros cortados en rodajas finas, 150 g de queso magro rallado (por ejemplo, Port Salut light), 1 prepizza, 2 tomates peritas maduros cortados en cuadraditos, sal, orégano.

Preparación: sumergir los puerros en agua hirviendo durante 2 minutos, colar y secar sobre un repasador o papel absorbente. Desmenuzar el atún. Colocar sobre la masa de pizza la mitad de los puerros  y el atún. Condimentar con sal y orégano. Cocinar al horno durante 10 minutos (o 20 minutos si realiza la masa casera), incorporar los tomates, el queso (para rallarlo más fácilmente, ponerlo un rato en el freezer) y el resto del puerro. Continuar la cocción 5 – 10 minutos. Servir caliente, espolvorear con orégano.
Se puede acompañar con una ensalada a elección, para enriquecer el aporte de vitaminas y minerales.

Se puede preparar para la cena, y al aportar hidratos de carbono y proteínas, sirve como recuperación post-entrenamiento.  También es práctico para llevar en viandas.

Cada porción aporta 225 kcal, 31 g de hidratos de carbono, 13 g de proteínas y 5.5 g de grasa.

Otras recetas:

(*) Karen Cámera es licenciada en nutrición (UBA), docente de la materia “Nutrición Deportiva” en la Licenciatura en Nutrición de Universidad de Buenos Aires y Universidad Abierta Interamericana. Además, es docente asociada en los cursos de Nutrición Deportiva, a cargo de Francis Holway (Club Atlético Atlético River Plate). Más info en www.nutriciondeportiva-gnd.blogspot.com

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Salud: Los efectos de la nicotina en el cerebro de los fumadores

Estimada Mayo Clinic: ¿Es verdad que fumar cambia el cerebro en alguna manera, haciendo que sea más difícil dejar el hábito? ¿Se puede hacer algo para revertir ese cambio?
Respuesta: Sí, es verdad. Cuando una persona fuma, el cerebro cambia en respuesta a los niveles de nicotina tan altos de los cigarrillos. Dichos cambios cerebrales ocasionan una adicción a la nicotina, y esa dependencia puede dificultar mucho el dejar de fumar.

La nicotina es una sustancia química que se encuentra presente en el tabaco y mantiene a la persona fumando. La nicotina ingresa al organismo a través de los cigarrillos y activa unas estructuras normales del cerebro, conocidas como receptores. Cuando los receptores se activan, liberan una sustancia química llamada dopamina, que provoca una sensación de bienestar. El placer que siente una persona en respuesta a la dopamina es uno de los mayores componentes del proceso de adicción a la nicotina.

Con el transcurso del tiempo y según la persona continúa fumando, en el cerebro aumenta la cantidad de receptores de la nicotina. Los fumadores adictos tienen miles de millones más de estos receptores que los no fumadores; pero no todos los fumadores tienen el mismo nivel alto de receptores, y por eso algunos fumadores consuetudinarios pueden dejar el hábito sin mucha dificultad.

Cuando alguien intenta dejar de fumar, los receptores cerebrales no reciben nicotina y se interrumpe aquella respuesta placentera. A esto se suma que los niveles bajos de nicotina derivan en síntomas de abstinencia a la nicotina, tales como fuertes ansias de fumar un cigarrillo, ansiedad, irritabilidad, inquietud, dificultad para concentrarse, ánimo deprimido, frustración, ira, más hambre y dificultad para dormir. La manera más rápida de aliviar los síntomas de abstinencia es fumando un cigarrillo para liberar a la dopamina y activar aquella respuesta placentera.

Lo que dificulta aún más el dejar de fumar es la factibilidad de condicionar a los receptores cerebrales a esperar la nicotina en ciertas situaciones, mucho tiempo después de haber dejado de fumar. Por ejemplo, cuando una persona normalmente fuma al beber alcohol, o encontrarse en una situación estresante, o después de comer, los receptores cerebrales de la nicotina anticipan una descarga de nicotina en ese momento. Esas situaciones “desencadenantes” pueden provocar deseos intensos de fumar un cigarrillo, aunque la persona no haya fumado durante varios meses.

Lo bueno es que una vez que alguien deja enteramente de fumar, la cantidad de receptores de nicotina en el cerebro terminan por volver a la normalidad. Según esto ocurre, la respuesta de sentir fuertes ansias se presentará con menos frecuencia, no durará tanto, ni será tan intensa, hasta desaparecer completamente con el tiempo.

Dado su efecto en el cerebro, la nicotina puede ser sumamente adictiva. Muchas personas necesitan recurrir a algún tratamiento médico para superar la adicción a la nicotina y lidiar bien con los síntomas de abstinencia. Existen medicamentos que pueden colaborar a disminuir los síntomas de abstinencia, mientras que la guía y apoyo de un programa de tratamiento para la dependencia puede enseñar cómo cambiar el comportamiento de manera que las posibilidades de no volver a fumar sean mejores.

Es difícil dejar de fumar, pero el esfuerzo bien vale la pena. La salud se beneficia casi de inmediato, pues la frecuencia cardíaca disminuye tan solamente 20 minutos después del último cigarrillo. Doce horas más tarde, vuelven a la normalidad los niveles sanguíneos de monóxido de carbono, que es un gas tóxico. En cuestión de tres meses, mejora la función pulmonar, y la circulación empieza también a mejorar. Después de un año, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco desciende a la mitad; y luego de transcurrir 15 años, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular es igual al de los no fumadores.

Si usted fuma, consulte con el médico sobre cómo dejar de hacerlo. El médico puede ofrecerle medicamentos y apoyo, aparte de remitirlo a un programa de tratamiento a nivel local que pueda ayudarle. Dejar de fumar es un proceso, de manera que dé un paso a la vez.

Dr. Richard D. Hurt, Centro para Dependencia a la Nicotina, Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, Estados Unidos.

Esta columna es un recurso educativo que, si bien ofrece el conocimiento y guía de un equipo altamente especializado de Mayo Clinic, no reemplaza la atención médica.

Mayo Clinic, entidad sin fines de lucro, es un líder mundial en atención médica, investigación y educación para gente de todos los ámbitos de la vida. Para más información en español, visite www.mayoclinic.org/spanish/ y www.mayoclinic.org/new-spanish/.

Fuente: holapaciente.com.ar

En un próximo post hablaremos sobre los efectos de la nicotina en los atletas.