Lo que no hagan los gobiernos en materia de datos abiertos, lo hará la comunidad, las organizaciones de la sociedad civil y/o los medios de comunicación. El pronóstico no es nuevo. Un ejemplo vio la luz en 2010, cuando el diario “Texas Tribune” solicitó al gobierno estatal el detalle de los salarios de los 674.000 empleados públicos, con la intención de diseñar una aplicación que permitiera a los ciudadanos consultar los haberes que se pagan con fondos públicos, incluidos maestros de escuelas y profesores de universidades públicas (ver aquí). La historia sirve para poner en contexto la polémica desatada hace pocos días en la ciudad de Bahía Blanca, tras el lanzamiento de un portal de Gobierno Abierto, el cual incluye una central de datos alojada en Junar, que originalmente reportaba los salarios del personal, acción que generó resistencia. El sindicato de los trabajadores comunales presentó un amparo a la Justicia por considerar que tal difusión violaba el principio de privacidad y en el mismo sentido se expresó el Concejo Deliberante bahiense; finalmente, y hasta que se resuelva la cuestión de fondo, la jueza Gilda Stemphelet ordenó retirar de la Web la información motivo de discusión (ver aquí). La idea de difundir los salarios de los empleados públicos es relativamente nueva. En Estados Unidos, durante 2008, varias agrupaciones de empleados estatales y sindicatos, protestaron cuando el periódico “The Sacramento Bee” hizo pública esa información, revelando los sueldos de 469.309 empleados, incluyendo a docentes, policías y bomberos (ver aquí). Por entonces, tal difusión era vista como un riesgo para la seguridad y la invasión de la privacidad. Aunque aún algunos gobiernos se resisten a enfocar el problema de otra manera, hoy día desde ciudades pequeñas hasta gobiernos nacionales han comprendido el valor que tiene la apertura de datos para la sociedad y lo han hecho dando pasos enormes, poniendo la mayor cantidad de información posible a la vista del ciudadano, con lo cual ayudan a generar confianza entre los contribuyentes y los gobernantes .
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