Foto: Gentileza Fundación Conocimiento Abierto
El sábado asistí a la convocatoria de la Fundación Conocimiento Abierto para reunirnos en Vicente López a festejar el Día Internacional de los Datos Abiertos en una jornada con paneles, mesas de diálogo y charlas relámpago.
Les comparto apuntes del primer panel donde se discutió si es posible un Estado Abierto, si tener datos abiertos es un beneficio y qué incentivos tiene el Estado para la apertura.
Gonzalo Iglesias, Director Nacional de Datos e Información Pública en Presidencia de la Nación Argentina, radicó el incentivo en la oportunidad de usar la información para delinear políticas públicas y resolver problemas. También sostuvo que hoy se demanda mas información desde adentro de la función publica que desde afuera.
Dentro de los requisitos de un Estado Abierto, Iglesias mencionó la necesidad de publicar licencias correctas para que los usuarios puedan reconocer públicamente que están usando estos datos.
Para lograr la madurez del proceso de apertura de datos públicos sostuvo que hace falta tolerancia al error. Gran porcentaje de las personas que mantienen bases en el Estado no confían en toda la información que manejan, y por ende, tienen pánico al error en publicar. Pero si no publican, no pueden recibir feedback y mejorar la base en un circuito virtuoso.
Karina Banfi, Diputada Nacional, sostuvo que al profundizar lo que significa abrir datos, empiezan los miedos a equivocarse y perder el trabajo. ¿Me van a reemplazar con robots?
También hay personas que entienden que esa información debería ser secreta y es así hace 30 años.
La Ley de Acceso a la Información Pública no es una revolución. Hay que trabajar en un cambio cultural, lograr la concertación con el que se cree dueño de la información que debe ser secreta porque … ¡es un documento publico!
La tarea de los que empujan el Congreso Abierto implica visitar distintos despachos y rastrear la información que se maneja allí para comenzar la conversación de lo que implica la nueva ley.
Hace falta el apoyo de sociedad civil para que la mirada social también le llegue al funcionario que se cree dueño de la información. La sociedad civil tiene que identificar los actores con su misma agenda para acompañar la influencia.
No vamos a ser Finlandia de repente, pero la mirada aspiracional es llegar a serlo lo más pronto posible.
Por su parte, Mariano Heller, Secretario de Planificación en Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, se enfocó en los desafíos específicos del Poder Judicial porque los jueces no necesitan mostrarse al no pasar por las urnas para ser electos.
Hoy se discuten los grises de qué se publica y qué no, como ser el alcance de la protección de datos personales (violación, menores, etc) o la situación de las sentencias que no están firmes.
Para los que empujan la apertura dentro del Poder Judicial también necesitan que se los ponga en agenda de sociedad civil, tal como fue planteado por Karina Banfi para el ámbito legislativo.
Con respecto a otros paneles, pude entrevista a algunos participantes de “Los datos para el fortalecimiento ciudadano”
Agustina De Luca, directora de Transparencia en Directorio Legislativo
Valentín Muro
Próximamente publicaremos en el blog las conclusiones de las Mesas de Diálogo. ¡Estén atentos!