La película de mi semana: Kelly + Victor

Películas que tienen frases como “I think I can be good for you” o “let me help you”/“let me take care of you” me pueden. Sobre todo si esas frases son dichas mientras suena una banda indie ignota y dos personas traumadas se miran en un pub de Liverpool. Aún más si él (Victor) pone un vinilo y se inspira para grabarle a ella (Kelly) un compilado de canciones que van a cumplir – o al menos a intentar cumplir – el propósito de una de esas frases del comienzo. Ayudar. De eso trata la película de Kieran Evans. De amar desesperadamente a alguien y también de buscar desesperadamente su salvación. Tanto Victor como Kelly son dos jóvenes dañados, ambos operan en submundos donde el vicio es moneda corriente y ambos dinamitan, mediante el sexo, esos espacios donde se sienten (incluso literalmente) asfixiados. Sin embargo, dentro de esa simbiosis será él quien tome una posición menos vulnerable para poder acoplarse a las pulsiones de ella. Para no perderla, permite que Kelly expanda sus aficiones sexuales, poniéndose a sí mismo en riesgo. Empecé el texto hablando desde las generalidades, pero si bien Kelly + Victor cumple con esos requisitos de películas que me cautivan por un cierto salvajismo innato (el film de Evans vendría ser la versión indie de Contra la pared de Fatih Akin), también es puramente innovadora en su desarrollo (historias sobre conexiones que comienzan con lo sexual sobran, historias de amor sobre un particular modo de sentir y mostrar el sexo sin vulgaridad hay pocas) y simultáneamente intolerable. Por eso la elegí para ilustrar el post/consigna de hoy. Porque puedo ver a los protagonistas bailar junto a un muelle o consumirse en la cama, pero no puedo lidiar con una resolución de su conflicto tan irónica, trágica, desoladora e inabordable. 

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 ► [TRAILER] Algunas escenas del film de Kieran Evans:

Kelly + Victor Trailer from Julian Morris on Vimeo.

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¡Buen viernes para toda la muchachada! En el día de hoy, dos consignas: 1. ¿Algunas vez tuvieron que pausar o dejar de ver películas porque les resultaron muy fuertes/indigeribles? ¿Qué escenas recuerdan como ejemplo de esto? ¿Son de dejar películas por la mitad y nunca retomarlas? 2. Como todos los viernes, también me gustaría saber cuáles fueron las películas de sus semanas; nos vemos el lunes, por supuesto; ¡buen finde para todos!

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UNA CANCIÓN DEL FILM PARA QUE LE DEN PLAY (y al darle play luego se reproducen más canciones de la misma banda):

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Deathmatch: Actores ganadores del Oscar

Si bien no puedo olvidarme que una vez sucedió esto, debo reconocer que me alegró mucho cuando pasó esto otro. Asimismo, recuerdo ese momento agridulce pero necesario, como también aquel que de necesario tuvo poco y nada. Por otro lado, ¿cómo discutir este hecho? Imposible. Por otro lado, ¿cómo no discutir este otro? Bastante posible. Me alegro, a su vez, por muchas cosas. Por esto, esto y esto. Me enojo, sobre todo, por esto, esto y esto. Pero sí sé que nunca me voy a olvidar que una vez se produjo este hecho, que contrarresta cualquier enojo que me pueda generar este otro. ¿Y ustedes? ¿Qué me cuentan?.

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► [UNA BUENA] Tom Hanks gana el Oscar por Philadelphia y da uno de los mejores discursos de aceptación:

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► [UNA MALA] Roberto Beningni gana el Oscar por sobre Ian McKellen, Edward Norton, Nick Nolte y Tom Hanks:

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► [COMPILADOS] Todos los mejores actores que fueron premiados por la Academia, en categoría principal y secundaria:

Academy Awards for Best Actor in a Leading Role (1927/28 - 2012) from Andrés Borja on Vimeo.

Academy Awards for Best Actor in a Supporting Role (1936 - 2012) Longest Video from Andrés Borja on Vimeo.

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¡Hola a todos! Un nuevo jueves, un nuevo Deathmatch: De todas las actuaciones masculinas en ganar un Oscar, ¿cuáles les resultaron las mejores y cuáles las inmerecidas de un premio y/o inexplicables? Tanto en este link como en este otro les dejo los ayuda-memoria; asimismo, recuerden que mañana cierra el concurso de los Oscars, así que los que no participaron tienen dos días más para hacerlo; durante el fin de semana guardaré sus apuestas en un Excel, ya que como ahora se pueden editar los comentarios en cualquier momento, y aunque confío en su honestidad, no voy a permitir que hagan trampa sino que gane el mejor 😛 ¡Buena suerte!

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DEATHMATCH WINNER… DANIEL DAY LEWIS

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LA ÚLTIMA VEZ ENFRENTAMOS A… TODAS LAS ACTRICES GANADORAS DEL OSCAR

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GIF OBLIGATORIO:

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La mujer de las novelas rosas (y el hombre de las historias rusas)

“Lo que existió continúa en lo que sigue existiendo, en lo que sigue pasando por su causa” – Belén Gopegui en el prólogo de Los prentescos de Carmen Martín Gaite

Hay muchos aspectos que distinguen a Philomena de otras biopics proclives a un exacerbado sentimentalismo, pero el fundamental, aquel que sostiene toda la película de Stephen Frears, es el guión de Steve Coogan y Jeff Pope. Podría ponerme a escribir sobre el manejo del tono (una de las claves del film), sobre cómo la intuición de los guionistas los conducen a saber a ciencia cierta cuándo es necesario apelar a momentos de candidez y cuándo es necesario contrarrestar la desgarradora historia de Philomena Lee con los hilarantes intercambios entre sus protagonistas. Podría escribir sobre eso, sí, pero quiero detenerme en aquello que más reluce y que en el cine no siempre abunda: la construcción de dos personajes antagónicos a partir de detalles. La construcción de dos personajes antagónicos que, sin embargo, están inmersos en una misma misión quijotesca. Tanto Philomena con su deseo de reencontrarse con su hijo (un hijo que le fue sacado de sus manos en el convento) como Martin con su deseo de reencontrarse con el periodismo están en una búsqueda. Frears conecta a los personajes por primera vez en un lugar que le es ajeno a Martin y familiar a Philomena. Se trata de una secuencia que simbolizará todo el camino posterior, plagado de indicios que acercan y distancian a ese hombre y a esa mujer. Ella es ultracatólica, pragmática y relativamente ingenua. Él es ateo, pragmático también y un tanto cínico. Pero es justamente ese pragmatismo, esa cualidad intermedia que comparten, lo que los hace ver la realidad – con sus obstáculos, decepciones y miedos – desprendida por completo de extremos. Todo en Philomena se reduce a los grises, a elegir perdonar pero no olvidar, a sufrir por las pérdidas pero sin paralizarse, a contraponer opiniones pero sin necedad. Por lo tanto, independientemente de sus escenas más bruscamente orquestadas (la vuelta al convento, por ejemplo), la película expone su costado optimista al mostrarnos a dos individuos que eligen posicionarse frente al mundo con más similitudes que discrepancias (se puede ver Big Momma’s House o se puede visitar un monumento a Lincoln, ambas opciones no son mutuamente excluyentes). Asimismo, y como vemos en el magistral travelling en el aeropuerto, Philomena se inclina por la lectura de novelas rosas (La zapatilla y la herradura), mientras que Martin disfruta de ensayos históricos sobre Rusia y la venta de caballos. “Mi libro también tiene caballos en él” remarca Philomena, genuinamente eliminando barreras con su interlocutor, con ese latiguillo de “no me lo veía venir” que sucintamente describe ese impensado vínculo que, como la relación de ella con su hijo, y como tantas otras dinámicas más, no pueden desarrollarse sin tener un efecto. ♦

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► [ESCENA] Mi momento favorito de Philomena:

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► [ENTREVISTA] Una charla con la verdadera Philomena Lee:

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► [GALERÍA] Algunas inolvidables duplas del cine:

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¡Hola a toda la muchachada! Dos consignas para el día de hoy: 1. Me gustaría que mencionen cuáles son sus duplas (románticas, amistosas o de otra índole) favoritas del cine, ya sea de actores o de personajes, porque quiero compilarlas en una galería; 2. Por otro lado, quienes hayan visto Philomena pueden explayarse sobre la película de Stephen Frears; como siempre, leo sus comentarios; ¡que tengan un excelente miércoles! ¡nos reencontramos mañana!

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Sí, claro

En realidad, antes de Life as We Know It, lo que sucedió fue que estaba reviendo Erin Brockovich. No sé si están familiarizados con la escena en la que ella alega saber todos los números telefónicos de las personas que declararían en la causa contra PG&E. Pensé que no había manera, exceptuando que contara con memoria fotográfica, de que ella recordara ese total de seiscientos números, y lo justifiqué como una necesidad del guión de flexionar la verdad para aportar humor o sobredimensionar el carisma de su personaje central. Poco después vi The Bling Ring y me asaltó un pensamiento similar. No, simplemente no había manera de que fuera tan sencillo ingresar a las mansiones de las celebridades (¿Paris Hilton deja la llave debajo de la alfombra? Ok). Si no fuera porque hay un fundamento real detrás de ese hecho, hubiese tomado a la película mucho menos en serio. Eso me llevó a indagar en otros ejemplos de subtramas (o giros argumentales) que incluso dentro de la lógica misma de los films a los que pertenecen tampoco funcionan o rozan el ridículo. Supongo que frases como “¿me estás cargando?” o “no, esto es cualquiera” han salido de sus bocas cuando una película tropieza con planteos a los que no calificaré de inverosímiles (porque el concepto de verosímil es más complejo y menos lineal) sino más bien poco creíbles, perezosos, giros de timón que complotan contra la historia general. Mi respuesta a la consigna es, efectivamente, Life as We Know It, film que vi por la única razón de que le pertenecía a Greg Berlanti, creador/guionista de algunas de mis series favoritas (Jack & Bobby, Everwood, Brothers & Sisters), y que, cuando ahonda en las obsesiones que han sido marca registrada de su realizador (conflictos familiares, sacrificios, impactos radicales en la vida cotidiana que propulsan modificaciones internas), se mantiene bastante en alto. Sin embargo, se supone que tengo que creer que un matrimonio (según su testamento) va a dejar en manos de dos personas incompatibles e inmaduras el crecimiento de su hija y que mágicamente todo se resolverá cuando esa incompatibilidad mute primero en amistad y después en amor. Sí, claro.

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¡Buen martes para todos! La consigna para hoy es una sola: ¿cuáles son los argumentos/giros en las tramas/historias/escenas más rebuscadas/poco creíbles del cine? Aquellas que los hicieron decir “naaaaah, esto es cualquiera”; ¡espero sus aportes! ¡a desquitarnos en otro martes de catarsis! Como siempre, nos reencontramos mañana 😉

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NUESTRA REACCIÓN ANTE ESCENAS RIDÍCULAS…

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American Hustle: La quimera del oro

Hoy en Cinescalas escribe: João Rodrigues da Silva

Hay una canción popular en mi casa que es importante explicar antes de decir algo acerca de American Hustle. En los 70, el cantante Raul Seixas lanzó un tema llamado “Ouro de Tolo” o bien “Oro de tonto”, por así decir. El tema en sí es muy bueno, y habla de un hombre que logró todo lo que quería, pero que sin embargo ingresó en una profunda decepción, no entendiendo bien todo lo que le pasó. Muchas veces cuando en la vida encontramos nuestros oros de tontos, y la sensación de “solo eso” o “esperé tanto para eso” es tan visible que casi se entra en el llanto o la decepción. Este año, como casi todos los años, nos llegan películas de puro oro y otras que son literalmente oro de tonto. Una que sin dudas genera ese debate es la nueva película de David O. Russell.

Cuando empezó el boom de la película con las críticas positivas en los Estados Unidos y al mismo tiempo el avance en determinadas premiaciones como el Globo de Oro y las indicaciones al Oscar me dejaran muy feliz. Así como la mayoría de todos acá, quedarán enamorados con la última película del director, y podrán compartir con amigos por qué sienten una identificación tan pura con la película que muchas veces generó que piensen: “¿David hizo eso pensando en mí?”. Para su flamante film, el realizador repite el mismo equipo que fue victorioso en su largometraje anterior, como el caso de Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, pero al mismo tiempo convoca a dos grandes presentes en The Fighter: Amy Adams y Christian Bale. De ahí se inicia el “despertar”, cuando una avalancha de críticas mostraban a espectadores desilusionados con el film. Sé que quizás las expectativas se han convertido en una especie de monstruo en el cine actual. Me acuerdo de casos personales en los cuales tenía una expectativa gigantesca que se convirtió en oros de tontos. Buscando a Nemo, El Laberinto de Fauno, Let the Right One In, entre otros ejemplos. Sin embargo, al mismo tiempo, es bueno tener expectativas porque muchas veces son esos tipos de sentimientos los que hacen que el cine sea más rico. Una cosa es bien segura: cuando tienes un director o un actor en particular que siempre generan una confianza tan grande que sabés que vas estar delante de una buena película o quizás al revés, cuando ves una productora (en mi caso, con Millennium) o con un actor/director malísimo y se ve que pasa lo esperado. En el caso de American Hustle, hay que analizar por partes.

Uno de los mayores errores que he visto cuando se habla de la película es la inferencia casi sin sentido de que Russell quiere ser Martin Scorsese. Por la estética de los años 70 y la trama de estafadores para muchos y (de una manera muy errónea) recuerdan la estética de las películas del director de Goodfellas. Sin duda hay referencias, pero sin intento de hacer una película como las de Scorsese. En realidad, ya en la primera escena, en la relación de sus personajes principales teníamos una invitación que estábamos listos para mirar una película de David O. Russell y no de otro realizador. Viendo con mucho más cuidado, es interesante e imposible no involucrarse con el destino de Sydney (Amy Adams) e Irving (Christian Bale), dos personas que siempre tuvieron dificultades en sus vidas pero que cuando se encuentran por una casualidad, una sonrisa, un cariño de los dos… ambos con sus vulnerabilidades, conforman un vínculo tan verdadero que la única cosa que se desea es la felicidad de ambos. La vida de los dos cambia cuando un agente del FBI, Richie DiMaso (Bradley Cooper), los obliga a hacer una estafa para capturar la atención de un político posiblemente corrupto, Carmine Polito (Jeremy Renner).

Existe un conjunto de puntos claves para entender por qué esta película es una genialidad. La primera es la construcción de los personajes. Russell se preocupa desde el inicio de la película hasta el final que sus principales actores fluyan en sus roles y la prueba son las escenas de Jennifer Lawrence en la película. Hay secuencias en las que uno hasta siente el cambio en el tono de voz, demostrando así sentimientos muy encontrados todo el tiempo. El segundo punto reside en la química entre sus actores. Todos se encuentran de una manera armoniosa y decisiva. Un ejemplo es la secuencia del Studio 54 o la del museo cuando ocurre lo que quizá sea una pregunta eterna para el cine: “Who is the master? The painter or the forger?”. Pero ninguna secuencia va a estar a la altura de la del personaje de Bale y Adams en la tintorería. Todo lo que se ve en esa escena es mágica. Es la prueba de que pocos pueden transmitir esa sensibilidad como David O. Russell. Ya lo vislumbrábamos en Silver Linings Playbook y ahora lo hacemos acá. Pero es imposible no dejar pasar que mismo teniendo su fuerte (es un gran director de actores), Russell también falla en lo que son los peores close-ups que vi en mi vida. Muchos querían una película de estafadores llenas de excesos y trampas. Pero Russell pone una trampa aún mayor: cuenta una historia de un grupo de gente que intenta buscar un lugar en el sol mediante el engaño y que se termina involucrando con una estafa mayor que ellos mismos. Russell dijo que vendió oro, pero para muchos y al final… un oro de tontos. De todos modos, y más allá de si su película es oro o no, estamos frente a un proyecto único. Una joya rara del cine.

Por João Rodrigues da Silva

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 ► [ESCENA]: Amy Adams y Christian Bale en una secuencia de la película de David O. Russell:

  

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 ► [DE YAPA]: Un especial sobre American Hustle:

  

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¡Buen comienzo de semana para todos! Hoy, dos consignas: 1. Los invito a dejar sus impresiones sobre American Hustle, la nueva película de David O. Russell, ¿coinciden con las apreciaciones de Joao o disienten con ellas? 2. Por otro lado, me gustaría saber cuáles fueron las recientes decepciones cinematográficas que padecieron; los leo, muchachada; ¡que tengan un excelente lunes, nos reencontramos mañana!

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—> La última vez escribió Julieta Montero sobre… HER

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[OFF TOPIC] Quería compartir con ustedes el hermoso video que hizo Carolina Torfano para la última etapa de recaudación de la película de Cinescalas; como saben, llegamos a la meta pero todavía restan catorce días para seguir sumando aportes; gracias a Caro y gracias a todos por el apoyo en este importante emprendimiento 😉

Cinescalas - La Película from Carolina Torfano on Vimeo.

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“You are nothing to me until you are everything”

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