La película de mi semana: In Search of a Midnight Kiss

“I don’t care about the past, none of it was made to last; it’s not what who you’ve known, but who you’re knowing”

Mi percepción del amor ha cambiado. Creo que por mucho tiempo pelee para que no sucediera, para que mis ideales respecto a los vínculos permanecieran inamovibles a las circunstancias. Más que a las circunstancias: al crecimiento. No estoy hablando de madurez sino más bien de cómo, a medida que uno se va completando con las experiencias, sencillamente no puede creerse inmune a ellas. Sería ingenuo de mi parte pedirle a la Milagros de hoy que reaccione ante los impulsos de la misma manera que a los veinte o veinticinco años. Imposible. Tengo treinta. Muchas cosas se vieron alteradas en esa transición definitoria. ¿Sigo siendo Adèle o pasé a ser Emma? Esa pregunta me la vengo haciendo bastante seguido. O al menos desde que vi Blue is the Warmest Color. La reformulación sería: ¿sigo siendo la persona intempestiva que sentimentalmente hablando se daba la cabeza contra la pared sin importar el efecto o resigné ese costado en vistas de la búsqueda de algo más estable, menos absorbente, más real? La respuesta va cambiando con los días. Por un lado, mis reacciones a esos impulsos no varían demasiado de los de Adèle, pero ahora advierto que esas reacciones son las primarias, aquellas que se suscitan casi como un acto reflejo. Leyendo el cómic de Julie Maroh me encontré con esta frase:  “Love catches fire, it traspasses, it breaks, we break, it comes back to life…we come back to life. Love may not be eternal but it can make us eternal”. Es cierto, el amor nos autoinduce a percibirnos eternos, fuego, pasión, desborde, torbellino, inmortales, aunque todo cumpla un ciclo. O aunque el ciclo se renueve. La conducta de Adèle es sintomática de esa manera de sentir el amor como algo que nos traspasa. De algo que nos hace olvidar de las formas y que nos lleva lentamente – o de súbito – a lo desmedido. No es casual que al amor se lo ligue a las frases hechas. Que el amor sea sinónimo de entrega no es más que una verdad irrefutable, por más trillada que parezca su enunciación. Porque entregarse al otro se da solo cuando ese otro provoca en nosotros algo que nos hace despojarnos de cualquier clase de corrección. Uno se entrega con el cuerpo y se pierde (otra frase hecha) en el cuerpo del otro. Pierde noción de su lugar en el mundo, cruza las barreras. En contraposición, y llegado el momento de vacío, Adèle tiene que expulsar el sentimiento de pérdida. Lo hace llorando, en cada lugar al que va, a cada minuto, sola o rodeada de gente. Como sea, su reacción es indisimulable. Y ése es el punto. Adèle representa una forma de padecer el amor que no conoce resguardo. Es algo verdadero. Genuino. Transparente. Sentirlo así es lo ideal, sí, pero sentirlo así también tiene un costo.

Entonces, si me respuesta a los estímulos es similar a la de Adèle, ¿por qué en este presente también puedo comprender a Emma? No digo que mi objetivo sea el de formar una familia constituida para poder decir “lo logré” como hace ella, a la par de su lucha contra un sentimiento mucho más visceral y menos calculado. Sin embargo, hay algo que me frena en proceder como lo hacía antes. No puedo ser Adèle las veinticuatro horas del día. No puedo aunque quiera. Algo me conduce a una asimilación del sentimiento que se emparenta más con la cautela que con el descuido. Por ende, arribo a una respuesta sensata para mi presente. Soy Adèle en lo inherente, en lo espontáneo, en lo inevitable (un llamado, un mensaje, un beso). Soy Emma en lo práctico, en lo que decido hacer con eso que es inevitable. Y tengo grabada esa frase de Maroh. El amor nos hace eternos. Pero no es eterno. Así, tengo un pie en un lado, y el otro…en otro bastante diferente. A pesar de esto, lo que rebota en ambas veredas de mi cabeza es el pensamiento de que nunca se puede comprometer lo verdadero. Quizás me lleve años llegar a mi ideal de relación romántica (aunque uno nunca realmente “llega”, uno está empezando todo el tiempo), pero prefiero, como decía Cortázar, no ordenar mi vida como el cajón de la cómoda sino más bien suscribir a otra clase de búsqueda. “El mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero” o si uno persiste en hacer “lo que otros hacen” o “viendo lo que otros ven”. In Search of a Midnight Kiss es una película sobre esa clase de búsqueda. Una búsqueda paradójica. El amor circunscripto dentro de un breve lapso de tiempo y el amor como un sentimiento que excede ese tiempo. Wilson y Vivian se encuentran en un momento de soledad, con la incredulidad de quienes padecieron más de un desengaño. Pero son conscientes de ello. No niegan el peso que puede tener el pasado, sino que ven en esa catarata de confesiones una posibilidad de responder en voz alta determinados interrogantes.

En cierta medida, los protagonistas del film de Alex Holdridge se preguntan continuamente si son Adèle o Emma, oscilan entre el deseo de hallar a una persona compatible y la necesidad de seguir en soledad hasta que el desorden interno se acomode. Se ponen la nomenclatura de misántropos, cuando no podrían estar más lejos de eso. “I would always deal with what I thought were my people – those broken-hearted souls that hate the whole pageantry of the night, the ones who wanted to quietly and privately wallow in self-pity, getting drunk on the fictional romance and heartbreak of others. That was me – the lonely, hunkered-down type, waiting for the night to blow over. But sometimes you’re so low, you can no longer follow that routine anymore” dice Wilson, definiendo el estado cuasi-limbo no solo de los solteros treintañeros que pendulan entre regodearse en la soledad y anhelar la llegada de alguien que acabe con esa autocompasión, sino también definiendo esa dicotomía de sentir sin reparos, pero a la vez actuando con ellos. ¿Cómo se hace? Las charlas entre ambos – con claras alusiones a Before Sunrise/Sunset – cobran un peso mayor que las acciones. Uno intuye que la conexión es efímera, no porque no haya nada real en ese espacio intermedio, sino porque no se puede actuar sobre algo para lo que no se está preparado (¿acaso no les pasó de sentirse atraídos por algo para lo que no estaban listos? Como un querer y no querer). “Estamos acá para no poder ser”. Otra frase de Rayuela que recordé gracias a esta película, sumada a una más. “Nos mirábamos y sentíamos que eso era el tiempo”. A veces, creo, no se trata de definirme. No se trata de determinar si sigo siendo Adèle o si pasé a convertirme en Emma. No se trata de tenerle miedo a dejar a Adèle atrás para que Emma haga su ingreso. En realidad, creo que soy la suma de ambas y que el tiempo romántico es relativo. Puede durar lo que dura una mirada en la cama una noche o puede durar lo que duran unas conversaciones de meses y meses. Como sea, no tengo que llegar a ningún lado. Pero si llego, si vislumbro lo perdurable, mi película debería empezar ahí. Nunca a la inversa. 

……………………………………………………………………………………………….

 ► [TRAILER] Algunos momentos de In Search of a Midnight Kiss:

In Search of a Midnight Kiss Trailer from Joe Saccone on Vimeo.

………………………………………………………………………………………………….

¡Buen viernes para todos! En el día de hoy, dos consignas: 1. Independientemente de si festejan o no San Valentín/Día de los enamorados (yo soy bastante incrédula), me gustaría que mencionen (y si es posible, dejen link) la escena romántica del cine que les gustaría experimentar en sus realidades cotidianas; ¿qué voy a hacer con los aportes? un video compilatorio para festejar en unas semanas nada menos que los 900 posts del blog; así que si quieren ver sus secuencias románticas favoritas en el video, no se olviden de mencionarlas hoy; 2. Por otro lado, y en relación a In Search of a Midnight Kiss, les pregunto: ¿quién es la persona con la que mantienen las mejores conversaciones? Porque el “you and me and five bucks” no sólo se aplica al amor de una pareja sino también al de un amigo o familiar; 3. Por último, ¿cuál fue la película de su semana?,  como siempre, los leo y nos reencontramos el lunes; ¡que tengan un excelente fin de semana!

 ……………………………………………………………………………………………………

……………………………………………………………………………………………………

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” Y POR TWITTER, DENLE “FOLLOW” AL BLOG ACÁ; ¡GRACIAS!

Deathmatch: Actrices ganadoras del Oscar

Cuando Jennifer Lawrence ganó el Oscar el año pasado se produjo una suerte de polarización de modos de abordar la actuación (y de absorberla). Por un lado, teníamos a su competencia mayor (Emmanuelle Riva) con una interpretación más calculada y contenida (y no por eso menos brillante) en oposición a ese arrebato que fue Lawrence en el papel de Tiffany Maxwell. Más allá de mis reservas con Amour y la debilidad que siento por Silver Linings Playbook, el Oscar para Lawrence significaba algo importante: un reconocimiento a una tradición actoral que se iniciaba allá con Claudette Colbert con It Happened One Night y que continuaba con Diane Keaton en Annie Hall (dos personajes por los cuales, curiosamente, ambas actrices también fueron reconocidas por la Academia). Entonces, que el corazón se pusiera por sobre todo, que una joven actriz llegara, en cierta medida, para desafiar el concepto de “prestigio” o “formación profesional” resultó una bocanada de aire fresco y un alejamiento de ese ridículo patrón de premiar a destiempo y no por una actuación meritoria en particular. Me parecía interesante que en los próximos tres jueves contrastemos a ganadores del Oscar en sus principales categorías (actriz, actor y película) para realmente determinar cuáles actuaciones/producciones resistieron el paso del tiempo y cuales, por su carácter perecedero, terminaron en el olvido. Mi respuesta de hoy es relativamente actual y es Hilary Swank por Boys Don’t Cry, porque demostró que una interpretación indeleble puede venir de súbito y de un circuito independiente, lejos de los bombos y platillos y cerca de ese nivel de emoción, entrega y corazón que el cine tantas veces necesita.

………………………………………………………………………………………….

► [UNA BUENA] Uno de mis Oscars favoritos en relación a esta categoría: Hilary Swank gana por su extraordinaria actuación en Boys Don’t Cry:

………………………………………………………………………………………….

► [UNA MALA] Gwyneth Paltrow gana el Oscar (y Cate Blanchett lo pierde) (y Meryl está también en este video):

………………………………………………………………………………………….

► [COMPILADOS] Todas las mejores actrices (protagónicas y de reparto) que fueron premiadas por la Academia desde 1927 hasta la actualidad:

Academy Awards for Best Actress in a Leading Role (1927/28 - 2012) from Andrés Borja on Vimeo.

Academy Awards for Best Actress in a Supporting Role (1936 - 2012) Longest Video from Andrés Borja on Vimeo.

………………………………………………………………………………………….

¡Hola a toda la muchachada! Otro jueves, otro Deathmatch: De todas las actuaciones femeninas en ser premiadas con un Oscar (ya sea principales o secundarias), ¿cuáles son sus favoritas y cuáles les parecieron no tan merecedoras de un reconocimiento? Pueden ingresar acá mismo para refrescar la memoria (o verlas en el video superior); espero sus comentarios para ver quién es la actriz/interpretación oscarizada que tiene más aguante (?) en el blog; como siempre, los leo, ¡que tengan un gran jueves! ¡hasta mañana!

 ………………………………………………………………………………………..

DEATHMATCH WINNER… COMING SOON

 …………………………………………………………………………………………

LA ÚLTIMA VEZ ENFRENTAMOS A… DESCARGAR PELÍCULAS O ESPERAR SU ESTRENO

 …………………………………………………………………………………………..

…………………………………………………………………………………………….

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” Y POR TWITTER, DENLE “FOLLOW” AL BLOG ACÁ; ¡GRACIAS!

“Fuck”

La coherencia estética y temática de Stanley Kubrick es irrefutable. Que su primera película se titule Fear and Desire ya nos está diciendo mucho sobre su particular microcosmos de obsesiones. Muchas de esas obsesiones operan, justamente, en relatos donde el choque de polaridades es lo que permite explorar la ambigüedad. En el cine de Kubrick no hay medias tintas, como tampoco hay reticencia a definir unívocamente los extremos. Así como el miedo puede fundirse con el deseo, el segundo también puede ser consecuencia del primero. Lo fundamental para el director era la exploración de lo aparentemente incompatible desde una perspectiva que, en la mayoría de los casos, buscaba incomodar. En La naranja mecánica el sexo se emparentaba con la violencia y en Barry Lyndon el dinero y el amor eran claros antagonistas. Kubrick les plantea a sus antihéroes dos opciones – de hecho, el concepto de dualidad puede ser analizado desde la puesta en escena con vastos ejemplos concretos, desde sombras hasta espejos –, como forzándolos a emprender un viaje de autodescubrimiento. El individuo siempre es puesto a prueba y a medida que un obstáculo se sume a otro, él se acercará más a lo que sería una suerte de versión verdadera de sí mismo, ya exiliada de un mundo de ensoñación y apariencias (el famoso “¡yo ya estaba curado!”). Por lo tanto, que su filmografía concluya con el verbo “fuck” (dicho de modo sugerente y a la vez tajante) es un detalle extraordinario que guarda relación con la película (Eyes Wide Shut) en sí misma, pero también con cómo el antihéroe (Bill, en este caso) es llevado de regreso a un universo “cotidiano” donde no necesariamente habrá más certezas de las que había en aquella onírica travesía nocturna. “La realidad de una noche nunca será la verdad completa” le dice Alice, para luego demandarle sexo (toda la escena tiene al rojo como color primario) que fundirá aún más ese oscilación entre realidad y fantasía. De esta manera, Kubrick nos retrotrae al inicio de su película póstuma, donde la narración/confesión de Alice de un encuentro imaginario con un amante empujaba a su esposo a la búsqueda de una pieza faltante. Ahí es donde el choque entre lo que efectivamente sucede (la concreción de la fantasía) con lo que solo yace en la imaginación (la fantasía propiamente dicha) se pone de relieve. Sobre el final, cuando Alice reemplaza el “forever” de Bill con su “fuck”, Kubrick funde a negro logrando lo que siempre perseguía: desatar el animal interno inherente a todos y cada uno de sus personajes.

………………………………………………………………………………………….

► [ESCENA] El gran final de Eyes Wide Shut:

………………………………………………………………………………………….

► [ESPECIAL] Todos los simbolismos de la película de Kubrick:

The Hidden Messages in Stanley Kubrick's Eyes Wide Shut from Max Malone on Vimeo.

………………………………………………………………………………………….

► [GALERÍA] Las mejores frases que se dijeron al concluir una película según todos sus aportes:

………………………………………………………………………………………..

¡Buen miércoles para todos! La consigna para este día es que mencionen las mejores frases y/o monólogos que concluyeron una película (va otro ejemplo: el “I know” de Jesse en Before Sunset); como siempre, leo todos sus comentarios y en esta oportunidad dejo otra galería recopilatoria; nos reencontramos mañana con un nuevo Deathmatch, ¡que tengan un excelente miércoles y recuerden que la base de datos de Cinescalas se actualiza todos los días!

  …………………………………………………………………………………………..

…………………………………………………………………………………………….

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” Y POR TWITTER, DENLE “FOLLOW” AL BLOG ACÁ; ¡GRACIAS!

Her: Sólo una pantalla, un espejo…

Hoy en Cinescalas escribe: Julieta Montero

“Our love is plastic, we’ll break it to bits, I want to break free, but will they break me?”  – Arcade Fire

*Aclaración: este es el post que originalmente iba a salir publicado ayer; por primera vez, habrá dos notas de una misma película/estreno, ya que mi texto sobre Her saldrá publicado en un par de semanas; ahora los dejo con la visión de Juli…

Nunca una filmografía me resultó tan coherente en su temática y líneas de fuga como la de Spike Jonze. Su preocupación principal está en explorar los contactos, el significado de estar con otros, comunicarse, amarse, intercambiarse. En esta exploración, se vale de lo fantástico (un fantástico naturalista y sin explicaciones) como recurso que le permite indagar sobre los límites. Y así en Her, como antes en Being John Malcovich, Adaptation y Where the Wild Things Are, existe un mundo imaginado paralelo a la realidad, hacia donde se escapan todas las preguntas…

Esta vez, son el tiempo y el espacio las variables que construyen ese otro universo. La historia sucede en un futuro inmediato, sin grandes cambios pero con una asepsia, una corrección y una presencia de las tecnologías potenciada casi evolutivamente, como en un mundo igual pero más. Y si el tiempo es mañana, el lugar ya existe: Los Ángeles, esa ciudad con vista al cielo y llena de construcciones de futuro, como el Walt Disney Music Hall o el Pacific Desing Center de César Pelli. Una ciudad que, por su arquitectura enorme e inabarcable, obliga a sus habitantes a delegar en los nuevos medios digitales las posibilidades de contacto. De eso habla Her, de cómo estamos con otros en una sociedad crecientemente mediada por las tecnologías, de cómo es y será el amor si seguimos igual pero más.

La excusa es un tristísimo y solísimo Theodore/Joaquin Phoenix (¿existe Phoenix en otro estado, acaso?), que se enamora de su nuevo sistema operativo, Samantha/Scarlett Johansson. A partir de ese momento, y con Arcade Fire de fondo, la existencia de Theodore transcurre entre dos amores fantasmales: la esposa que ya no tiene y su Siri transmedia y supersimétrica, creada especialmente para él (“I know you´re living in my mind/It´s not the same as being alive”). Como suele suceder en los mundos de Jonze, el entorno asume este amor entre humano y máquina con total corrección política, incluso cuando empiezan a hacerse evidentes las distancias de cualidad y dimensión entre los mundos de uno y otro (“If telling the truth is not polite/ then I guess you´ll have to fight”). Es en esta dinámica donde encuentro preguntas que me persiguen desde hace tiempo y en la que vislumbro respuestas más pesimistas que nunca.

En su libro Hello Avatar, Beth Coleman plantea que aquellos que vivimos conectados a otros a través de nuestros dispositivos digitales, ya no habitamos en la realidad o en la virtualidad, sino que transitamos cada vez más en el medio, en una x-realidad donde tiene poca importancia cuándo el contacto es de carne o de espíritu. Ya no estamos solos, cargamos a nuestros amigos, amores y contactos en el celular, de tal modo que estar sentado en la computadora se transformó en un momento más social que individual. Lo bello de Her es que agrega a ese contexto una (y sólo una) variable novedosa: la inmaterialidad del otro. ¿Hay alguna diferencia si el que está del otro lado tiene existencia real? ¿O alcanza con compartir lo mundano y lo extraordinario, aunque el otro sea un conjunto  (aunque no predeterminado) de ceros y unos? Seguro hace un rato hubiera dicho que no, que no alcanza, pero ahora vivo la vida post-Her. Ahora, no sé: ese paseo por la playa, feliz de cara al sol, rodeado pero en la intimidad del otro, no parece menos feliz o menos paseo porque Samantha sólo sea una inteligencia artificial.

Seguramente, lo acepto, toda esta lectura tenga que ver con que trabajo en cuestiones vinculadas a la comunicación y las nuevas tecnologías. O con que muchos de mis vínculos laborales y sociales, incluidos aquellos con los cinescaleros, suceden en el espacio virtual y gracias a la creciente conectividad y ubicuidad de los medios. O con que hace dos meses que estoy enamorada del disco Reflektor de Arcade Fire, que en mi mente se hace las mismas preguntas que me plantea Her. Juntos, película y álbum, me sugieren una visión oscura de lo que se viene, especialmente en relación a qué significa estar juntos hoy, cuánto de alma o de reflejo hay en el intercambio sin cuerpo que sucede a través de las tecnologías y hasta dónde podemos llegar antes de cuestionarnos la neutralidad de este mundo que deviene a nuestro alrededor.

Por Julieta Montero

………………………………………………………………………………………….

 ► [ESPECIAL]: Un imperdible mini documental sobre Her:

  

…………………………………………………………………………………………………

 ► [ESCENA]: “Falling in love is a crazy thing to do”:

  

……………………………………………………………………………………………………

¡Buen martes para todos! Hoy, tres consignas: 1. ¿Vieron Her? ¿Qué opinión tienen de la película de Spike Jonze? 2. A raíz de la nota de Juli, me gustaría que compartan cuál es su relación con lo “virtual”, y cuánto espacio le dan en sus vidas3. Por último, es hora de hablar de Joaquin Phoenix y qué actuación de él les ha quedado más grabada; en breve sale mi análisis de Her, pero no quería dejar de felicitar a Juli por el suyo; ¡buen martes para todos y nos vemos mañana, por supuesto!

…………………………………………………………………………………………………….

—> La última vez escribió Tais Gadea Lara sobre… BLACKFISH

…………………………………………………………………………………………………………

……………………………………………………………………………………………………….

……………………………………………………………………………………………………….

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” Y POR TWITTER, DENLE “FOLLOW” AL BLOG ACÁ; ¡GRACIAS!

La película de Cinescalas: ¡Lo logramos!

“The only true currency in this bankrupt world is what you share with someone else when you’re uncool”. Esa afirmación de Lester Bangs en Almost Famous estuvo muy presente estos días, no sólo en relación a la triste noticia de la muerte de Philip Seymour Hoffman sino también en relación al blog. Recuerdo que en un post, y tomando a The Spectacular Now como disparador, había hecho referencia a cómo Cinescalas, este espacio, este lugar/hogar en mi experiencia personal se contrapone, en más de una oportunidad, con el mundo real. Mejor dicho: con el mundo cínico. Lo ideal sería no tener que lidiar con prejuicios, injusticias, incomprensión, pero para qué mentirnos. No podemos vivir en una eterna burbuja. Sin embargo, de toda esa suma de circunstancias sale algo bueno, salen cosas que nos ponen a prueba. Lo otro, lo verdadero, lo genuino, cobra un valor mucho mayor. Ya lo escribí mil veces pero nunca parece suficiente. Si hay mucho prejuicio sobrevolando lo virtual (como si lo virtual fuera una cualidad uniforme) o si hay mucho cinismo y/o competencia en el ámbito donde me muevo, eso no me desmotiva sino que genera una suerte de reminder. ¿Qué me recuerda? Como dice Lester Bangs, me recuerda que la única forma de contrarrestar todo eso es aferrándome cada vez más a lo que me da placer, a lo que puede no ser visto como cool, pero que es lo que me previene de implosionar. Si estoy muy lejos de eso, es porque tengo la posibilidad de expulsar lo que siento, creo y pienso sin ser juzgada. Cuanto menos fachadas me pongo, me alejo más y más de ser una bomba a punto de explotar. Me alejo más y más de ese mundo contaminado y me acerco más y más hacia donde realmente pertenezco: a compartir algo con alguien más.

En otra película de Cameron Crowe Jerry Maguire -, el protagonista homónimo también comparaba un mundo con otro. “We live in a cynical world, in a business of tough competitors” aseguraba, antes de pasar a explicarle a su mujer por qué es tan necesario rodearse de al menos una cosa que sea verdadera. Me siento muy afortunada de poder estar en la misma posición que Jerry. O en una mejor. De tener a más de un interlocutor hoy para escribir todo esto. Ustedes me ayudaron a financiar el documental del blog. Confiaron en mí, hicieron su aporte y me respaldaron. Dieron un salto de fe y se alegraron cuando ese salto de fe ya tuvo una de sus primeras consecuencias. Ya superamos el objetivo, y tenemos todavía más de dos semanas para seguir ampliando el margen de recaudación. Quiero agradecerles de nuevo. Quiero agradecer a quienes no conozco (y por ende, a quienes no pude mandar mails personalizados) por esas contribuciones inesperadas que incrementaban día a día esa confianza primigenia. Jerry a su vez dice que los logros carecen de sentido cuando no se los puede compartir con quienes creyeron en ellos. A pesar de no estar con ustedes ahora mismo y en un mismo lugar, a pesar de eso de lo “virtual”, sé que el acto de compartir sobre el que también se explayaba Lester se produce porque el blog, la comunidad, aun así está siempre conmigo. Y podría concluir con un “you complete me” y tampoco estaría tan errada. Vivimos en un mundo cínico y egoísta. Hasta que alguien nos abre las puertas de otro y el panorama se revierte. Gracias por ser esa “currency”, ese valor que tengo todos los días para hacerle contrapeso a lo que no importa, a lo que no cuenta, a lo que no es real. 

………………………………………………………………………………………………….

► [LISTA DE REPRODUCCIÓN] 80 canciones que tienen ganas de escuchar en este día; ¡que las disfruten!:

………………………………………………………………………………………….

¡Buen lunes para todos! Hoy les modifico el orden de las secciones, debido a la gran noticia del 100%,; mañana salimos con una nota invitada y en este post, además de agradecerles por su colaboración con el documental del blog, les quiero pedir que sumen listas y listas de canciones que quisieran escuchar hoy porque les voy a dejar, a modo de regalo, una playlist que ayude a hacer más ameno el inicio de la semana laboral; gracias por confiar en mí, ¡nos reencontramos mañana!

 ……………………………………………………………………………………………………

……………………………………………………………………………………………………

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” Y POR TWITTER, DENLE “FOLLOW” AL BLOG ACÁ; ¡GRACIAS!