No me preguntes por el dolor

“Ashamed to live in a land where justice is a game”

¿Es Huracán una película sobre el deporte? Sí. ¿Se muestran sus reglas, sus beneficios, sus daños colaterales? Sí. Sin embargo, Huracán no es Rocky. Acá no vivimos el boxeo ni lo padecemos. No vemos a un hombre entrenar, no vemos las glorias, los triunfos, no hay escenas autoconclusivas donde uno se involucre con lo pugilístico a un nivel casi extremo. ¿Dónde, entonces, reside el corazón de Huracán? En que toda la historia de Rubin Carter, esa lucha incansable (exacerbada quizás en la ficción, imposible saberlo con certeza), tiene su correlato con lo que sucede arriba del ring. Así es como, con Denzel Washington como gran responsable de su potencia, Huracán se convierte en un film sobre peleas micro (las deportivas) y una pelea macro (la de Carter contra el racismo que acabó con gran parte de su vida). “El odio me puso en prisión, el amor me va a sacar”, dijo una vez. El amor llega con Lesra, un joven que toma un libro sobre Rubin, lo sufre y decide convertir ese sufrimiento en capacidad liberadora. Y lo consigue. Por eso, en Huracán nunca se impone la derrota; por eso, su protagonista nunca habla desde la marginalidad sino desde el poder de la entrega, de la confianza en uno mismo. En el film de Norman Jewison no hay cabida para la cobardía, no hay preguntas sobre el dolor porque no hay ganas de hablar de eso. En todo caso, hay ganas, siempre, una y otra vez, de hacerle frente a los sistemas opresivos y a las miradas condenatorias, con la supera(c)ción como única bandera en ese cuadrilátero.

¿Qué otras películas deportivas o sobre ídolos deportivos podrían sumar al post? ¿Cuáles son las que más los conmovieron? ¡Comenten, vamos!

————————————————–

[OFF-TOPIC]: Feliz Día de la Música para todos los que no podemos andar por la vida sin auriculares. Les dejo mi canción favorita y los invito a hacer lo mismo…

* IMMERSE YOUR SOUL IN LOVE *:


Viajando con Fatih Akin

Hoy en Cinescalas escribe: Leandro Páez Saura

Las buenas películas tienen la capacidad de transportarnos a lugares, momentos, realidades. Especialmente las películas de Fatih Akin. Él es alemán pero es turco. Sin embargo esta dualidad no lo hace especial, de hecho son alrededor de 4 millones en Alemania. Lo que hace única la obra de nuestro amigo es como se (nos) transporta constantemente entre estas dos culturas. En casi todas sus películas (excepto en Solino y en Soul Kitchen donde los expatriados son italianos y griegos) ambas formas de ver el mundo están presentes; la inmigración, una constante.

Pero como el título promete, viajemos.

Viajemos con Al otro lado. Una historia tremenda que incluye conflictos padre-hijo, relaciones gay en una sociedad conservadora, problemas sociales y políticos. Dos historias paralelas que se entrecruzan y superponen. Un hijo que vuelve a Turquía tras la muerte de su padre a quien que busca perdonar. Una madre alemana que decide perdonar y ayudar a la amante turca de su hija muerta.

Viajemos con Crossing the Bridge: The Sound of Istanbul, un documental en el que el bajista alemán Alexandre Hacke recorre Estambul en busca de diversos ritmos musicales. Con el Bósforo omnipresente y las bellísimas imágenes de esta ciudad, descubriremos (quienes no somos músicos expertos) a través de salas de ensayo, conciertos callejeros y zapadas en bares, instrumentos musicales autóctonos y maravillosos artistas como el trasgresor y pionero del rock turco Erkin Koray, a la banda callejera Siyasiyabend y al virtuoso Selim Sesler, entre muchos músicos no menos interesantes…

…y finalmente viajemos con In July. Más de 2.600 kilómetros en un auto destartalado a través de seis países desde Hamburgo a Estambul. Juli es alemana, medio hippie y gusta del aburrido y turco Daniel. Inventa un plan genial para conquistarlo pero no funciona. Él parte a Turquía a encontrarse con otra chica y ella hace dedo para que alguien la lleve a algún lugar. Seguro ya se imaginan quién es el primero que se detiene. Es una comedia muy divertida, que además retrata brillantemente los contrastes culturales de las distintas regiones que atraviesan.

Y aunque en otras películas los viajes no sean explícitos, siempre Fatih Akin te hace viajar desde el sillón.

Por Leandro Páez Saura

¿Han visto películas de Fatih Akin? ¿Qué les parecieron? ¿Qué films te hicieron viajar desde el sillón? ¿Los documentales, los dramas o las road movies? ¡Espero sus comentarios!; si quieren escribir en Cinescalas manden sus notas a milyyorke@gmail.com, ¡gracias!

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ. Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” ¡GRACIAS!


El mejor papel de…Ewan McGregor

“Sex. Life. Healing. Nature. Magic. This Is What I Should Feel Like.”

No, probablemente este no sea el mejor papel de Ewan McGregor, pero yo quería escribir sobre esta película, así como en su momento escribí en una revista sobre la ópera prima de Mike Mills llamada Thumbsucker con una necesidad imperiosa. Hoy le toca el turno a Beginners, un film simple, muy simple, con dos focos. Uno, lo complejo que puede ser escaparle a las palabras de un padre. El otro, lo fuerte que puede ser el amor cuando te agarra desprevenido, cuando la otra persona se te presenta como tu par, tu compañero en muchas sensaciones, temores, puntos vulnerables. La película muestra, mediante flashbacks, el vínculo entre Oliver (McGregor) y su padre Hal (Christopher Plummer), quien súbitamente decide compartir una verdad que mantuvo oculta por años: su homosexualidad. Mills, sin embargo, no se queda en eso, no se regodea en el componente autobiográfico. Beginners no es una película sobre un padre que dice ser gay y un hijo que se muestra desconcertado. Es una película sobre lo difícil que le resulta a un ser humano establecer conexiones, comprender cabalmente al otro y superar las debilidades.

Así es como, en medio de un hombre y su tristeza, se cuela Anna (Melanie Laurent), una actriz con su propio bagaje conflictivo, quien encuentra en Oliver a un cómplice en la tristeza, en la cobardía cuando una relación genuina surge y no se tienen las herramientas para hacerle frente. Beginners, con postales sobre el amor, la sexualidad y la naturaleza a través de los años, logra reflejar los cambios internos de individuos que no hacen más que buscar la felicidad, luego de que los intentos por sabotearla resulten fútiles. Porque, en definitiva, somos todos aprendices y nadie puede despertarse un día sin cuestionarse el pasado, el presente e incluso el futuro. Lo que los ojos de Ewan y sus manos dibujando transmiten en Beginners es que no importa qué haya sucedido o cuán hondo hayan calado determinadas experiencias, siempre es posible perder el miedo, sacar una hoja en blanco y empezar de cero.

¿Cuál les parece la mejor interpretación de Ewan McGregor? ¡Dejen sus comentarios! ¡Buen Finde!

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ. Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” ¡GRACIAS!

La escena del día: Titanic

“Together, you and me, forever we’d be free, free to spend our whole lives running”

Pensar en Titanic siempre es pensar en grande. Ya sea por el hecho histórico que recrea como por el modo en el que lo hace. Las recaudaciones, las ambiciones de James Cameron, la superproducción, todo eso contribuyó a que la película adquiriera esa sobredimensión que, sin embargo, no es su verdadera esencia. Porque yo a Titanic no la pienso en grande. La pienso simple. La pienso en dos frases de tres palabras. Make It Count. I Trust You. Cameron, como haría años después con Avatar, se prende a una universalidad para darle esa contextura bigger tan life. Sin embargo, si le sacamos el iceberg, si le sacamos el impacto del transatlántico chocando contra él, entonces en Titanic solo quedan dos personas que se enamoran pero que no pueden estar juntas. Así de sencillo. Tan sencillo como eso que dice Jack en medio de una cena: “Me gusta despertarme sin saber qué voy a hacer y a quién voy a conocer. Hay que hacer que cada día valga la pena”. ¿Y cómo hacerlo? Depositando confianza en el otro, en momentos extremos como una catástrofe inminente y en momentos lúdicos como abrazarse en un baile. Por eso, Cameron filma manos en primer plano, una posándose sobre otra, ayudándose, estableciendo esa suerte de pacto tácito de confianza. Titanic es una película sobre el dejarse arrastrar, sobre los saltos al vacío, sobre una chica que no puede permanecer en un bote porque allá arriba, con dolor, hay dos ojos que la miran pidiéndole que, sea donde sea y por el tiempo que dure, los minutos se aprovechen juntos.

Mirá esta escena de Titanic:

¿Qué opinan de Titanic? ¿A favor o en contra? ¿Cuál es su relación con el cine de James Cameron? ¡Comenten!; de yapa, propongan una escena que quieran ver el jueves próximo; ¡Gracias a todos!

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ. Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” ¡GRACIAS!

 

Monotemática

Jordana y Oliver intercambian sonrisas cómplices mirando el mar, Richard Ayoade corta a los títulos y empieza a sonar “Piledriver Waltz”. Acto seguido, yo comienzo a sonreir constatando que todo año trae consigo una película que te cambia la vida. ¿En qué te puede cambiar la vida? En que descubrís a un autor (Joe Dunthorne), descubrís una banda de sonido, descubrís una letra perfecta como la de“It’s hard to get around the wind” y, por sobre todo, descubrís nuevas imágenes. Una nueva forma de musicalizar el romanticismo púber, una nueva forma de demostrar el amor (“Ask me how deep the ocean is, go on, just ask me”). Descubrís, también, que Ayoade es el mismo hombre detrás de The Mighty Boosh y The IT Crowd y así, te das cuenta de que todo aquello que te gusta mágicamente se interrelaciona. Eso cambia tu vida. Acto seguido a esa sonrisa después de que AlexTurner cantara el último “comfortable shoes”, ese 7 de agosto de 2011 abrí el Word y empecé a escribir, busqué una imagen de Jordana y Oliver mirando el mar con ese perro nuevo, y a los tres días se moría mi perra. Submarine afectó ese mes tan convulsionado, pero a la vez lo iluminó. Por eso, mi primer día en Londres se lo dediqué a ese momento de comunión del que formás parte cuando vas a un lugar y tomás de las bateas el libro, la banda sonora y, claro, la película, como queriendo aferrarte a lo concreto de todo el asunto. Semanas más tarde, vas a verlo a Turner esperando que cante “Piledriver Waltz”, pero sabiendo que no sería correcto. Una cosa es Arctic Monkeys en el O2 Arena y otra cosa es la intimidad de un soundtrack hecho para un invierno, para pasear con auriculares por el río con tu otra perra sabiendo, por sobre todo, que la vida está hecha de pequeñas muertes y de pequeños renacimientos. Y eso es Submarine. Una película sobre el renacer. Una película que, unos meses atrás, en una tarde rara y resacosa, de algún modo me cambió la vida.

TWO WEEKS OF LOVEMAKING / THE SUPER 8 FOOTAGE OF MEMORY:

¿Cuál fue la última película de la cual no pudieron dejar de hablar y que recomendaron a todo el mundo? ¿Cuáles son las películas con las que establecieron una relación algo obsesiva y cómo canalizaron esa obsesión? ¡Comenten, vamos!

* RECUERDEN QUE SI QUIEREN SEGUIR LAS NOVEDADES DE CINESCALAS POR FACEBOOK, ENTREN AQUÍ. Y CLICKEEN EN EL BOTÓN DE “ME GUSTA” ¡GRACIAS!