¿Quién defenderá a Cristina en 2013?

En política el candidato importa. Importa, diría, cada vez más, a medida que los medios de comunicación ganan frente a los partidos políticos como punto de conexión entre el candidato y el votante. Incluso en la democracia con más tradición del planeta, el carisma de un candidato (Obama) pudo ganarle a (buena parte de) el aparato de un partido (el Demócrata). Por supuesto, no creo que “el candidato” sea lo único, pero creo que pesa más de lo que se cree.

Repasemos el candidato justicialista al puesto más importante de las elecciones intermedias en algunas de las últimas elecciones de la provincia de Buenos Aires: 1997: Chiche Duhalde, señora del gobernador, perdió con Férnandez Meijide para diputados; 2001, la lista de Eduardo Duhalde para diputados ganó; 2005: Cristina Fernández de Kirchner, señora del presidente, ganó la senaduría; 2009: Kirchner-Scioli perdieron contra De Narváez.

Síntesis: señora de Duhalde, Duhalde, señora de Kirchner, Kirchner. Nepotismo, sí. Pero también: nombres fuertes. A veces ganaron, a veces perdieron. ¿Cuál es el nombre más fuerte que tiene el justicialismo para la provincia (la elección más importante) en 2013? Los dos nombres más fuertes (Scioli, Massa) en principio no están (¿o sí?). ¿Alicia Kirchner? Dudoso. Las terceras partes nunca fueron buenas, menos cuando la segunda (Néstor en 2009) tampoco lo fue. Y convengamos que el carisma de Alicia es muy inferior al de Cristina.

La elección de 2013 en la provincia revela el mismo problema que, agigantado, asoma para el 2015: el kirchnerismo no ha generado kirchneristas que tengan popularidad. El éxito electoral del kirchnerismo fue o bien de los Kirchner en persona o bien –si hemos de creer en el nombre de su agrupación política, Frente Para La Victoria– de gente con alguna popularidad propia que se adhirió a ellos para ganar elecciones. En cualquiera de esas dos variantes (Alicia; algún intendente o ministro) el atractivo del candidato parece desdibujado en comparación con el pasado.

Clarín, diario cheto

Publicidad tomada de Revista Impetu, diciembre de 1957. “Clarín se vende en todas partes. Pero AQUÍ se vende MÁS que ninguno: CLARIN se vende en todas partes. Pero en la zona norte de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires –la más densamente poblada y de mayor poder de compra– CLARIN se vende más que ninguno. Si Vd. quiere influir, a los pequeños y grandes negocios, sobre el conjunto de familias más compacto del país, publique sus anuncios en CLARIN”.

Vuelve Siam, ¿qué opina Di Tella?

Arte ditelliano

Reabrirán la mítica fábrica de heladeras Siam en 2013Un nuevo paso en la política de industrialización por sustitución de importaciones. Me toca de cerca: trabajo en la Univesidad Torcuato Di Tella, cuyo nombre honra al empresario fundador de Siam. Aquí un poquitín de la historia. Y aquí, un poco más largo, el excelente libro de Nicolás Cassese sobre esa familia.

La reapertura de Siam nos llena de nostalgia. Nos gusta la historia económica. También nos gusta la economía, y por lo tanto preguntarnos cuánto sentido tiene nuestra política industrial de la segunda década del siglo XXI, que se empieza a parecer al esquema que dominó en la Argentina en las décadas alrededor de mediados del siglo pasado. Tomemos aire porque el post es un poco largo.

Seguir leyendo

Messi y diez más

Diez del otro equipo:

Háblame, Fidel Castro

Leemos:

El presidente del Instituto Cubano de la Música (ICM), Orlando Vistel Columbié, dio una entrevista a Granma –órgano oficial del Partido Comunista– donde explica que se está trabajando en “la instrumentación de una norma jurídica que deberá regir los usos públicos de la música en un espectro que cubra los medios de difusión, las programaciones recreativas, las fiestas populares y la ambientación sonora de lugares públicos”.

“Obviamente, cada quien es libre de escuchar en su privacidad la música que desee, pero esa libertad no incluye el derecho de reproducirla y difundirla en restoranes y cafeterías estatales o particulares, ómnibus para el transporte de pasajeros y espacios públicos en general”, puntualizó.

¿Será por esto que pego abajo? Qué linda es la música joven cuando recupera lo que ya perdió en el Occidente democrático: un grito de libertad.

Algunas preguntas sobre la Ley de Medios

Derecho a las preguntas:

1) ¿Tiene sentido que DirecTV pueda transmitir a todo el país pero ningún cableoperador pueda hacerlo? Entiendo el argumento legal: “uno es satélite, otro es cable, a uno le damos una sola licencia nacional, a otro le exigimos una licencia por localidad”. OK, pero ¿cuál es la lógica económica?

2) La destrucción de Cablevisión es inevitable, no sólo por incompatibilidades con otras licencias del Grupo del Mal sino también por el máximo de 24 licencias. Recordemos que los distritos del país estarán divididos de manera que se necesitarían centenas de licencias (no pude googlear cuántas) para una cobertura nacional. De modo que el gran “monopolio” del cable no será reemplazado por un gran mercado nacional competitivo, sino por muchos pequeños monopolios locales. Obviamente, habrá muchos problemas de escala en esos proveedores. En muchos casos, la provisión de servicios de cable será anti-económica, salvo que el cableoperador feudal reciba cuantiosos subsidios. Pregunto: ¿subsidios de quién y a cambio de qué? ¿O aceptaremos que algunos distritos no tengan servicio de cable, o que lo tengan en condiciones de calidad inferiores a distritos más poblados y con mayor escala?

3) Sería lógico que Cablevisión y otros proveedores con características de semi-monopolios naturales tuvieran regulación, tanto de precios como de obligaciones de incorporar (con algún criterio lógico) canales en su grilla. (En mi mundo ideal, el cableoperador sería sólo el dueño del hardware cableril y estaría obligado a alquilar el uso de esos cables a diversos proveedores de paquetes de canales compitiendo entre sí; no sé si es factible tecnológicamente). Ahora bien, la destrucción lisa y llana de empresas de cable de alcance nacional obviamente las deja en desventaja frente a (i) la televisión satelital y (ii) la provisión de televisión vía internet, que más temprano que tarde se extenderá. Evidentemente los feudocables no podrán ser un actor relevante en esta competencia. ¿Por qué queremos evitar esa competencia? Más aun: ¿por qué, en lugar de hacer todo esto, no optamos por destruir al Grupo del Mal permitiendo a las telefónicas dar señal de TV? ¿Por qué no quisimos tres actores compitiendo (satélite, cable y telefónicas) por un mismo servicio (dar tele) y en lugar de ello nos quedamos con un actor pleno en el presente -DirecTV- un actor minimizado -los feudocables- y un actor eventual -las telefónicas proveyendo vía Speedy o Arnet servicios de televisión?

Se agradecen respuestas en los comentarios.

Olor a chivo macroeconómico (para nerds)

Leemos hoy a Pablo Maas en Bloguín:

Aun más importante para la marcha de la economía argentina resulta el hecho de que, al conocerse la verdadera cifra del PBI de Brasil, la cotización del real contra el dólar se hundió a su nivel más bajo de los últimos tres años. El viernes, cayó 1,5%, a 2,13 reales por dólar. La devaluación del real se produjo porque los operadores especulan que la continua debilidad de la economía brasileña podría llevar al gobierno de Dilma Rousseff a permitir un mayor deslizamiento de su moneda para favorecer a los exportadores y, de esta manera, reactivar la economía. Lo que ocurra de ahora en más con el real “depende del Banco Central. Si no interviene para sostener la moneda, podría llegar a 2,15 contra el dólar en un par de días”, dijo un analista a la agencia Bloomberg.

Que yo sepa, el único manual básico de Macroeconomía que te explica esto moviendo unas curvitas (en lugar de divagar por IS-LMs no apropiados para economías abiertas, o por modelos neoclásicos no apropiados para ningún tipo de economía) es éste.

Seguir leyendo

Quimeras canallas (2): en autopista al ascenso

Seguimos pegando un relato que vale mucho más que El Relato: las crónicas de Santiago Llach del tour “Conociendo Estadios con el CARC” de los hinchas de Central ilusionados con la quimera del ascenso:

* Como en el poema de Fabián Casas (“… Fabián Casas y su padre / van en coche al muere…”), convencí a mi viejo de volver a ver a Central tras 13 años, y abuelo, padre e hijo arrancamos nueve am, desde el Obelisco, hacia Mar del Plata, en un Focus blanco detrás de la quimera, denominada en esta ocasión Aldosivi vs Rosario Central. Destino: el José María Minella, ese estadio construido para el Mundial 78 que es como un recuerdo del futuro, un oasis europeo en medio del fútbol clientelista que se practica en la B Nacional.

* Tormenta en la ruta y tras la tormenta, espejismos allá adelante, mucho espejismo.

Seguir leyendo

Quimeras canallas (1): #10NYoFui

Interrumpimos la transmisión sobre las peripecias de los papeles de deuda argentinos en manos del juez Griesa para recortar y pegar otras peripecias bastante más interesantes: la de hinchas de Rosario Central en sus alocadas visitas a estadios jamás antes visitados, todo en la probablemente vana quimera de volver a jugar en la categoría máxima del fútbol argentino.

La fuente es la página de Facebook de un colega analista simbólico, amigo y a la sazón hermano. Pegamos primero una visita a Florencio Varela hace unas semanas, luego la epopeya de ayer en Mar del Plata.

En el marco del tour Conociendo Estadios con el CARC, que empezó en 2010 y no tiene fecha de cierre confirmada, hoy pasamos con León Llach y Lucas Llach por el Tito Monaghello, estadio boutique de Defensa y Justicia allá en lo más hondo del conurba que supimos conseguir.

Apuntes:
* Se puede llegar al Monaghello yendo sólo por calles y avenidas llamadas Kirchner y Perón.
* No veo la diferencia entre la B Nacional (su economía, su coreografía, sus códigos caballerescos, sus ejércitos locales y policlasistas) y los torneos feudales medievales.
* En Beraza, el clan Mussi roba pero hace. En el vecino Florencio todo lo deshacen.
* Ferrari, Peppino, Valentini, el colado originario Delgado, los suplentes Casteglione, Yacuzzi, Talamonti: la defensa italiana de Central está integrada por cuatro hologramas. Son el museo del catenaccio, esos gringos parados como árboles en medio de la inmensidad de la pampa.

* La Ferrari más lenta del mundo, que juega de 4 en Central, tuvo un momento de confusión identitaria, creyó que era el Pájaro Caniggia y lanzó un fabuloso –e inútil, por otra parte- pique al vacío.

* Sin embargo, hubo como un breve espejismo: por un momento, un instante fugaz, Valentini pareció un mariscal de campo.

* Jesús Méndez, que debería ser el Xavi de Messi en la selección, estaba en otra parte. Te amo igual, te voy a amar siempre, sos mi mesías, Jesús.

* Bracamonte también estaba en otra parte: encontró su lugar en el mundo, el palco. Es buen pibe el flaco, no le pidan que encima juegue al fútbol.

* En mi opinión tenemos un gran mediocampo y una delantera promisoria. En opinión de Pipi García no: en un momento emprendió una veloz carrera hacia la nada.

* Los verdaderos ganadores del modelo, como siempre, ocuparon las gradas centrales de la tribuna visitante. La vida imita al arte: esos animalitos de Dios que no tienen nada que perder, esos bonzos de la venganza de la Pachamama, a veces pareciera que vienen a un casting para una remake de Pizza, Birra, Paco.

* Atrás de una platea desocupada, los del sector civil de la tribuna de Central veíamos la copa de un árbol del que colgaban 10 monitos de unos 14 años. Su programa sabatino, parece, su contacto con la vida pública, es treparse a ese árbol, desde donde no ven el partido, sino sólo a las hinchadas enemigas. La diversión es comunicarse con el Otro mediante lenguaje de señas. Sus gestos amenazantes son, en realidad, mensajes en una botella.

* A la salida la policía hizo discriminación positiva y nos dejó pasar los vallados, quizás por portación de rostro.

* Nos perdimos en las calles de barro de Florencio y clavamos una sopa paraguaya.

* Central está vivo, me lo dijo un amigo.

Santiago Llach
Photo: #10NYoFui: En el marco del tour Conociendo Estadios con el CARC, que empezó en 2010 y no tiene fecha de cierre confirmada, hoy pasamos con León Llach y Lucas Llach por el Tito Monaghello, estadio boutique de Defensa y Justicia allá en lo más hondo del conurba que supimos conseguir.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>Apuntes:</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Se puede llegar al Monaghello yendo sólo por calles y avenidas llamadas Kirchner y Perón. </p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* No veo la diferencia entre la B Nacional (su economía, su coreografía, sus códigos caballerescos, sus ejércitos locales y policlasistas) y los torneos feudales medievales.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* En Beraza, el clan Mussi roba pero hace. En el vecino Florencio todo lo deshacen.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Ferrari, Peppino, Valentini, el colado originario Delgado, los suplentes Casteglione, Yacuzzi, Talamonti: la defensa italiana de Central está integrada por cuatro hologramas. Son el museo del catenaccio, esos gringos parados como árboles en medio de la inmensidad de la pampa.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* La Ferrari más lenta del mundo, que juega de 4 en Central, tuvo un momento de confusión identitaria, creyó que era el Pájaro Caniggia y lanzó un fabuloso --e inútil, por otra parte- pique al vacío.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Sin embargo, hubo como un breve espejismo: por un momento, un instante fugaz, Valentini pareció un mariscal de campo.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Jesús Méndez, que debería ser el Xavi de Messi en la selección, estaba en otra parte. Te amo igual, te voy a amar siempre, sos mi mesías, Jesús.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Bracamonte también estaba en otra parte: encontró su lugar en el mundo, el palco. Es buen pibe el flaco, no le pidan que encima juegue al fútbol.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* En mi opinión tenemos un gran mediocampo y una delantera promisoria. En opinión de Pipi García no: en un momento emprendió una veloz carrera hacia la nada.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Los verdaderos ganadores del modelo, como siempre, ocuparon las gradas centrales de la tribuna visitante. La vida imita al arte: esos animalitos de Dios que no tienen nada que perder, esos bonzos de la venganza de la Pachamama, a veces pareciera que vienen a un casting para una remake de Pizza, Birra, Paco. </p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Atrás de una platea desocupada, los del sector civil de la tribuna de Central veíamos la copa de un árbol del que colgaban 10 monitos de unos 14 años. Su programa sabatino, parece, su contacto con la vida pública, es treparse a ese árbol, desde donde no ven el partido, sino sólo a las hinchadas enemigas. La diversión es comunicarse con el Otro mediante lenguaje de señas. Sus gestos amenazantes son, en realidad, mensajes en una botella.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* A la salida la policía hizo discriminación positiva y nos dejó pasar los vallados, quizás por portación de rostro.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Nos perdimos en las calles de barro de Florencio y clavamos una sopa paraguaya.</p><br /><br /><br /><br /><br />
<p>* Central está vivo, me lo dijo un amigo.
Sin comentarios

Ante la deuda, unidos o forajidos

¿Pagar o no pagar? Supongamos que la Argentina no tiene éxito en renovar la “cautelar” (sí, el país está pendiente de “cautelares” este diciembre) y por lo tanto antes del 15 de diciembre tiene que decidir si hacer o no caso al fallo del juez Griesa.  Las consecuencias de cada uno de estos caminos son complejas, pero supongamos por un momento –como yo creo– que a la Argentina como país le conviene depositar la garantía. Resaltamos que no es un pago a los holdouts, sino un depósito cuyo destino final depende de las apelaciones que está presentando el gobierno.

Es más: supongamos que no sólo le conviene al país sino que también le conviene al gobierno, porque un no-pago podría gatillar un lío con los bonos argentinos, que pegaría no sólo en el crédito y las tasas de interés para financiamiento futuro (ya astronómicas) sino también en la riqueza de los tenedores de bonos. Los bonistas son hoy, en su mayoría, argentinos. La pérdida de (parte de) esta riqueza tendría un efecto obvio e inmediato sobre los niveles de gasto privado, y por lo tanto sobre el empleo.

Lo sé: “el kirchnerismo siempre redobla”. OK, pero a veces le sale pésimo, y en una de esas aprendió. En el conflicto interno más importante (campo) perdió mucho por ser testarudo. Y en el conflicto internacional más relevante (Botnia) también perdió, y por el mismo motivo: no conformarse con un camino que, sin ser el ideal, era mucho mejor que la peor alternativa. La Argentina podría haber negociado la relocalización de la planta, cuando todavía no estaba construida, lo que al menos evitaba el daño visual a esos parajes entrerrianos. Pero no: apostamos a todo. Y nos quedamos sin nada.

Si así fuera, si es mejor para la Argentina la variante “depositar y litigar”, la única pregunta relevante es cómo puede hacer el gobierno para seguir el camino razonable minimizando el costo político. En primer lugar, el gobierno debería presentarse ante los argentinos y ante el mundo como un actor razonable que cumple con los criterios del sistema judicial al que voluntariamente se sometió (el Estado de Nueva York), en la confianza de que la Justicia será justa, y no le hará pagar montos que arruinarían a los pocos años un canje relativamente exitoso de deuda.

En segundo lugar, creo que el gobierno debería hacer algo parecido a lo que hizo Galiteri en Malvinas: convocar a todas las fuerzas políticas para acordar una estrategia. Esa convocatoria sería razonable (ya que la decisión de convertirnos en forajidos de la Justicia de los Estados Unidos afecta a futuros gobiernos) y además sería conveniente: el consejo de buena parte de las fuerzas opositoras sería el que el gobierno necesita, y el que el sentido común manda: hacer una propuesta a todos los holdouts, en las apelaciones que se están presentando, de aceptar las mismas condiciones que en los canjes previos.

Ese es, creo, el camino que indica la razón, incluso la razón más autointeresada. Como sabemos, sin embargo, el homo sapiens sapiens es la especie más inclinada al masoquismo.