-Nos conocimos en la oficina, éramos compañeros, nos cruzábamos siempre en la fotocopiadora, en la escalera. Hace siete años que estamos casados pero la pasión “es como si fuera ayer” (sic),contaba una cándida oyente al conductor de un programa radial que esa mañana (miércoles) había invitado a la audiencia a contar su historia de amor “más loca”. Yo iba en un taxi con Sandro en la jaulita, rumbo a lo de mi ex, pues como ya saben compartimos la tenencia del gato. La 9 de Julio reventaba de coches y la mujer seguía hablando:
–lo ví y supe que era el hombre de mi vida, hice de todo por él, para estar juntos, porque él estaba casado….
no pecarás con tu compañera de laburo via lullaby000
…a bué, o sea que él dejó a una mujer, a los hijos, al perro y quizás hasta la madre… ¡y ésta lo cuenta como si fuera una hazaña!. Menos mal que duraron 7 años, pues provocar tanto destrozo por un par de polvos hubiera sido para darle patadas en el trasero. En estos casos, tan de todos los días, siempre hay un tercero que paga el costo, pero no vamos a negar que los amores de oficina tienen un grado de complicación interesante…