Disculpen que cambie radicalmente de tema, pero no puedo dejar de contarles esta novedad que, básicamente, echa por tierra mi teoría de que en materia de sexo está todo dicho, hecho y escrito. Siempre lo sostuve porque, siendo una práctica que data del tiempo de los homínidos bípedos, hace 10 millones de años, ¿qué descubrimiento enriquecedor puede agregarle el siglo XXI a la materia?. El Kamasutra ya se encargó de recopilar todas las posturas posibles, y los juguetes eróticos básicos (consoladores) datan del paleotítico, en todo caso, la evolución está en el diseño y el material. Por eso, si algo le faltaba al sexo eran muebles confortables para hacerlo fuera del ámbito del dormitorio, en cualquier rincón de la casa, y sin romperte un solo hueso, cosa que puede ocurrir si te sale mal la pirueta sobre la mesada de cocina, o si el frenesí bajo la ducha hace que por error te apoyes en la canilla de agua caliente.
Los diseñadores mexicanos de Bala Studio (plis, entren al sitio, al item Projects, y miren ustedes las utilidades) lanzaron una colección de muebles eróticos que, si los venden a precio accesible, será una revolución. Algunas piezas son tan sofisticadas que uno podría ponerlas en el living sin que las visitas adivinen cuál es su verdadera función.
Dentro de la línea se destacan, por ejemplo, las sillas “Felatio” y “Barbarella”, presentadas en el Salón Internacional del Mueble de Milán y que “sirven para que el hombre, arrodillado, le practique el cunilingus a la mujer que está sentada, y viceversa”. La más exitosa es la silla “El Montao” y “Adela”, que le permite a la mujer “una posición dominante”, explican las diseñadoras. También está la mesa “El cartero llama...”, con la que se puede reproducir la famosa escena de la película “El cartero siempre llama dos veces” protagonizada por Jack Nicholson y Jessica Lange, en 1981. Y un adminículo de lo más original es el “Wet conexion”, que se instala en la ducha y cuenta con orificios a distintas alturas para hacer cositas a través de ellos.
Este último entretenimiento tiene una versión casera de lo más efectiva: perforar la cortina del baño, total cuesta 10 pesos y se consiguen el supermercado…prueben.