Sexo debajo del arbolito

Hace unos días le propuse a una amiga que para Navidad le regale un vibrador a su hija mayor, y casi se muere, la pobre. Claro, es madre, y además… ¿es muy chica una mujer de 22 para usar un adminículo semejante? ¿Uno puede hacerle un regalito así a una amiga o conocido sin pedirle permiso antes? Ponerlo debajo del arbolito como si nada podría causarle un shock a cualquier mortal desprevenido, pero pensándolo, y habida cuenta de que todo está caro y los juguetes no lo son tanto en comparación con otros objetos innecesarios, no es un mal regalo.

Pensando incluso en renovar mi stock de patitos me entero de que siguen sin entrar al país los juguetes de silicona medicinal alemana, el material más inocuo para estos fines, ya que no son tóxicos ni lastiman. La principal proveedora ha dejado el rubro erótico para dedicarse a la meditación y otras terapias alternativas, cosa que me apena porque en su showroom encontrabas los mejores chiches de la ciudad.

En fin, en algunos sitios de compra online local se consiguen pero son made in china. Sin desmerecer a los orientales, no son lo mismo. En el caso de que no les preocupe, hay algunos con utilidades y diseño ajustados a los requerimientos de los usuarios, resistentes al agua, aunque traen formas poco atractivas. Antes que eso es mejor un lindo par de esposas, algún disfraz o un antifaz, o algo más sutil como un día de spa juntos, una noche en un telo o buena literatura erótica para el verano, ahora que se van de vacaciones y sobrarán las noches y las siestas para ponerse al día con el sexo, a veces tan postergado durante el año.

via perttyg marvelous

Respecto del verano, ojo con la práctica del sexo acuático, que es parte de la fantasía de todo ser pedestre. El agua elimina casi el 100% de la lubricación natural del cuerpo, y el cloro de las piletas o el salitre del mar pueden anular el efecto del lubricante artificial. Usar preservativos bajo el agua también es complicado, pues hay que ponérselo antes de entrar al agua (cuacc) y si falta lubricación, se romperá. También recuerden que las piletas pueden tener bacterias infecciosas y que si bien la orilla del mar es un colchón perfecto para retozar, los granos de arena no sólo pueden dañar los órganos sino también perforar el preservativo.

No quiero pincharles la fantasía, pero….

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Se vienen los muebles eróticos

Disculpen que cambie radicalmente de tema, pero no puedo dejar de contarles esta novedad que, básicamente, echa por tierra mi teoría de que en materia de sexo está todo dicho, hecho y escrito. Siempre lo sostuve porque, siendo una práctica que data del tiempo de los homínidos bípedos, hace 10 millones de años, ¿qué descubrimiento enriquecedor puede agregarle el siglo XXI a la materia?. El Kamasutra ya se encargó de recopilar todas las posturas posibles, y los juguetes eróticos básicos (consoladores) datan del paleotítico, en todo caso, la evolución está en el diseño y el material. Por eso, si algo le faltaba al sexo eran muebles confortables para hacerlo fuera del ámbito del dormitorio, en cualquier rincón de la casa, y sin romperte un solo hueso, cosa que puede ocurrir si te sale mal la pirueta sobre la mesada de cocina, o si el frenesí bajo la ducha hace que por error te apoyes en la canilla de agua caliente.

Los diseñadores mexicanos de Bala Studio (plis, entren al sitio, al item Projects, y miren ustedes las utilidades) lanzaron una colección de muebles eróticos que, si los venden a precio accesible, será una revolución. Algunas piezas son tan sofisticadas que uno podría ponerlas en el living sin que las visitas adivinen cuál es su verdadera función.

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A masturbarse, que hay gripe


No sé cómo haremos los hipocondríacos para tener sexo este invierno, que se avecina muy frío, con la gripe porcina dando vueltas y aumentos de hasta 400% en las facturas de gas y luz ( gran excusa para los amantes amarretes que por ahorrar no encienden la estufa).

En México, a poco de haberse dasatado el virus de la influenza, además de encerrarse en casa y cambiar hábitos sociales (no saludar con la mano, mucho menos con un beso) la gente también debió adaptar sus costumbres sexuales para evitar el contagio, cambios que quizá le vinieron bien a más de una pareja que ya estaba comiéndose las orejas de un bostezo. En el momento de mayor pánico los sexólogos llamaron a la población a masturbarse, y agregaron que si era en compañía mucho mejor, porque es más divertido tocarse y mirarse mientras cada uno lo hace (tocarse todo excepto la cara, nunca la boca, y usar guantes y profilácticos).

Quién sabe como se las están arreglando los mexicanos (y cómo haremos acá, si la peste avanza), porque la masturbación sigue siendo tema delicado de hablar. Sin embargo, todos recurrimos al autoplacer en algún momento de nuestras vidas, y más las mujeres que ante la falta de una oferta mejor ahora disponen de variedad de juguetes eróticos, muy originales, por cierto. Una encuesta realizada meses atrás por la Universidad de Chicago entre 3000 ciudadanos de los Estados Unidos de entre 18 y 60 años, revela que el 38% de las mujeres lo hace con relativa frecuencia (las que tienen entre 20 y 39 años) mientras que el 61% de los hombres comienza en la adolescencia, y no abandona hasta entrada la adultez.

En síntesis, la masturbación es un recurso que está siempre en las épocas de contingencias…