Lo que piensan los hombres además de sexo

 

Siempre que alguien la pega con algún éxito rotundo en billetes, me hago la misma pregunta: ¿por qué no se me ocurrió a mí?.

A estas alturas es imposible que me broten genialidades como ésta que acabo de encontrar webeando, después de leer las amargas noticias de Japón: el nuevo best seller de la tienda virtual de Amazon es un libro titulado “Lo que piensan los hombres además de sexo”, una publicación sin mucho arte tipográfico en la tapa pero que adentro viene con 200 páginas… en blanco.

Sin dudas un golazo editorial. El libro se está vendiendo como pan caliente, y la autora (que se ha matado buscando un título marketinero) no hace otra cosa que facturar por no haber escrito nada, literalmente.

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no puedo pensar en otra cosa que en el laburo de la oficina Closer via big fun

El éxito fue casualidad, como siempre en estos casos, gracias a un grupo de estudiantes ingleses que compró el libro para regalárselo a sus amigos. Jess Lloyd, una estudiante de la universidad de Nottingham, entrevistada a propósito, contó que lo compró  “como una broma hacia un compañero, que comenzó a usarlo como una libreta, en clase. A partir de entonces se generó una locura en el campus y todos querían tenerlo”.

Cuestión es que la autora, Sheridan Simove, luego de “mucho investigar” el tema llegó a la conclusión de que los hombres no piensan en otra que cosa que no sea sexo, y para ilustrar esa teoría no tuvo mejor idea que dejar las páginas vacías. “De alguna manera están probando que estoy equivocada al llenar el libro con anotaciones de contenido universitario, pero estoy segura que cuando lo terminen, volverán a pensar en sexo”, y agregó que jamás imaginó que su audacia se volvería un best seller.

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Respecto del tema central, sin duda la chica quiso hacerse de unos billetes usando el clásico tópico de que los hombres son, como dice el refrán, “palito de yerba” (nada en el mate). Ya sabemos, sí, que a ellos la naturaleza les ha diseñado un cerebro con mayor espacio para la actividad erótica, lo que los induce a producir imágenes y elucubrar situaciones sexuales con más frecuencia que las damas, pero eso no significa que no tengan lugar para otra cosa en la cabeza.

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¿que tal me queda esta remerita? strandband via bigfun

En todo caso,  yo sostengo que a estas alturas de la civilización, ya estamos a la par: las mujeres directa e indirectamente también producimos gran cantidad de pensamientos lascivos durante el día, y se nos nota. Seamos honestas, hasta cuando nos híperproducimos para salir a la calle lo hacemos enfocadas en el “objetivo”, pese a que nos esfrozamos en disfrazar la meta (“lo que yo quiero es un novio”). Es una idea más compleja para desarollar en este espacio tan breve, pero lo que quiero decir es que la remera apretada, los tacos altísimos o la tanga blanca visible bajo la falda medio transparente es una forma de gritarle al mundo nuestro derecho de obtener un poco de placer carnal . Y no es ningún pecado, claro.

En fin, ya estoy pensando en el título de mi best seller…