Practicando un poco de sexo telefónico

Yo era virgen de contactos a distancia hasta que alguien lejano empezó a escribirme subido de tono por chat. No sé como sucedió, pues aunque no puede decirse que sea sexo virtual, ¿cómo llamarle a eso que empezó como un juego de palabras y al rato acabó generando cierta “inquietud”? Más extraño cuando nunca viste a esa persona y no tenés recuerdos eróticos a los que volver, por lo que me pregunto qué imágenes debería uno usar uno para inspirarse. En ese caso creo que el telefóno contribuye mejor a la causa del sexo a distancia. Muy distinto es leer a escuchar una voz sugestiva, no porque sí prosperaron las líneas hot.

“El trabajo se basa en que dos personas están de acuerdo en participar en una ilusión juntos” explicaba el fotógrafo británico Phillip Toledano al Huffingthon Post, a propósito de su libro Phonesex (Twin Palms Publishers) en el que retrató la vida cotidiana de un grupo de operadores de call centers eróticos, en 2008, un mundo de susurros y gemidos a centavos el minuto. “Existe una especie de acuerdo entre los teleoperadores de sexo telefónico y las personas que llaman basado en el autoengaño. La persona que llama finge que él (o ella) está hablando con un joven o una chica hermosa, y el telefonista desempeña perfectamente ese papel” agrega el autor de este trabajo que tiene sorprendentes imágenes. Sorprendentes porque el que está del otro lado nunca es como uno lo imagina….

intenso placer chatear con vos…emily ratajkowski

Mi amiga Mun tenía una amiga que cuando estuvo un tiempo desempleada se dedico a atender un 0800 hot. Ganaba muy bien y sin salir de casa. Mientras regaba las macetas del balcón o revolvía un café ella con su divina voz iba calentándoles la cabeza a hombres y mujeres de todas partes del mundo. Era bilingüe y hacia de sumisa, de dominatriz, de lo que le pidieran. Y hasta había resuelto los efectos sonoros para situaciones puntales: si el cliente quería latigazos buscaba la correa del perro y le daba al piso; o simulaba moverse en la cama agitando la mesa de la cocina.

El libro (ni idea si se consigue acá) incluye textos que describen la impresiones de los operadores sobre el oficio, y como siempre hay un roto para un descocido, la variedad de la demanda está bien cubierta. “Soy una persona inmadura y sumisa, y el tono de voz que uso me ayuda a demostrar esas cualidades”, comenta una entrevistada. “Me siento como si les enseñase a complacerse a sí mismos, diciéndoles dónde poner sus manos y de qué forma tocarse”, confiesa otra.

Supongo que esas líneas calientes han quedado en las cavernas desde que existe skype y aplicaciones como WhasApp que además permiten practicar sexting. En fin todo suma cuando hay un poco de imaginación, y en tal caso, como dicen unos amigos, la virtualidad tiene su ventaja: es sexo “limpito y seguro”…

Sin comentarios

Lo que piensan los hombres además de sexo

Siempre que alguien la pega con algún éxito rotundo en billetes, me hago la misma pregunta: ¿por qué no se me ocurrió a mí?.

A estas alturas es imposible que me broten genialidades como ésta que acabo de encontrar webeando, después de leer las amargas noticias de Japón: el nuevo best seller de la tienda virtual de Amazon es un libro titulado “Lo que piensan los hombres además de sexo”, una publicación sin mucho arte tipográfico en la tapa pero que adentro viene con 200 páginas… en blanco.

Sin dudas un golazo editorial. El libro se está vendiendo como pan caliente, y la autora (que se ha matado buscando un título marketinero) no hace otra cosa que facturar por no haber escrito nada, literalmente.

closer

no puedo pensar en otra cosa que en el laburo de la oficina Closer via big fun

El éxito fue casualidad, como siempre en estos casos, gracias a un grupo de estudiantes ingleses que compró el libro para regalárselo a sus amigos. Jess Lloyd, una estudiante de la universidad de Nottingham, entrevistada a propósito, contó que lo compró  “como una broma hacia un compañero, que comenzó a usarlo como una libreta, en clase. A partir de entonces se generó una locura en el campus y todos querían tenerlo”.

Cuestión es que la autora, Sheridan Simove, luego de “mucho investigar” el tema llegó a la conclusión de que los hombres no piensan en otra que cosa que no sea sexo, y para ilustrar esa teoría no tuvo mejor idea que dejar las páginas vacías. “De alguna manera están probando que estoy equivocada al llenar el libro con anotaciones de contenido universitario, pero estoy segura que cuando lo terminen, volverán a pensar en sexo”, y agregó que jamás imaginó que su audacia se volvería un best seller.

Seguir leyendo

Las manías sexuales de un dictador

De los personajes más nefastos de la historia no me interesa leer nada de nada. Me niego a desperdiciar horas de lectura enterándome de la razón de sus maldades, ni siquiera tratándose de una biografía novelada. El monstruo sigue agazapado en las palabras, por mucho que el escritor intente ser objetivo a la hora de contarnos las miserias del protagonista en cuestión.

Antes que una imagen de Mussolini mejor una sinopsis de la pelicula que retrata su vida, del director Marco Bellocchio.

Pero tan curioso es este texto que encontré en el diario El País sobre las manías sexuales del dictador italiano Benito Mussolini que decidí compartirles el link. Los gustos eróticos del olvidable tirano fueron revelados en los diarios de su amante Clara Petacci, cuyo sobrino publicó hace casi un año en forma de un libro que acaba de salir en España, titulado Mussolini secreto.

El tema de la minifalda (post anterior) censurada en una ciudad de Italia, me dejó anclada en las contradicciones de la península que gobierna el ya célebre Berlusconi, el mismo que admite haber utilizado los servicios sexuales de una escort (ahora se le dice escort a una prostituta, suena más “cool” e inofensivo), justificándose por ello con una frase bastante infeliz: “mejor ser mujeriego que gay”.….

Seguir leyendo

John Kennedy, un fornicador compulsivo

Siempre resulta curioso ver como un hombre común se convierte en una celebridad, y como una vez muerto su mito lo trasciende y lo devuelve al imaginario colectivo transformado en una especie de “proto-hombre”, en este caso, un amante vigoroso, o mejor dicho un fornicador compulsivo e improbable.

Algunas biografías (lógicamente, no autorizadas, pues el sujeto obitó) se han ocupado de inflar la masculinidad de John Fiztgerald Kennedy atribuyéndole una vida sexual casi de ciencia ficción, y que ahora está bajo tela de juicio: una cosa es ser un buen amante y otra muy distinta ser un sexópata…¿o me equivoco?

En su libro (de pronta aparición) Un adultero americano, el médico y escritor Jed Mercurio sostiene que pese a sufrir de flojedad de vientre y otros males crónicos, el ex presidente de los Estados Unidos no podía pasar tres días sin tener sexo y que era adicto a los “rapiditos”.

Seguir leyendo

Sexo en la Feria del Libro

hola! Aquí de vuelta, luego de que algunos problemitas técnicos me impidieran postear con la frecuencia que acostumbro. Y sí, la tecnología falla cada tanto (felizmente, aunque cúanto duele $$$ repararla).

En fin que el domingo, picada de curiosidad, fui a la Feria del Libro. De la Editorial Planeta me habían avisado días antes que finalmente mi pequeño estaría ahí. Y efectivamente, ahí estaba. Rojo y bien apiladito, a cococho de otros tantos ejemplares menos pudendos.

Como quería compartir ese momento con ustedes llevé la cámara y le pregunté a Raúl Robledo….. Seguir leyendo