Los honguitos brotando del sustrato

Hace unas semanas estuve de paseo por Punta Indio. Para los que no lo conocen, es un pueblito que queda a muy poca distancia de la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires -que nooooo, no es la Capital Federal-), y que definitivamente es un excelente lugar para descansar y desconectarse de todo. Y cuando digo de todo hablo en serio, porque aunque hagas la pose de la grulla no enganchás ni una línea de señal con el celular, NI UNA. En fin, allí estuve con mis amigos, disfrutando del río y de los últimos días de calor del verano cuando de repente me topé con una agradable sorpresa: una granja productora de hongos. Champignones, girgolas y portobellos al por mayor y menor estaban anunciados en un cartel al costadito de la ruta, y allí nos aventuramos, alentados por uno de mis amigos, conocedor de la zona desde la infancia, quien sentenció: “los hongos de este lugar están buenísimos”. Aplausos mediante (para denotar nuestra presencia) los cuzcos empezaron a ladrar y allí apareció Antonio, el propietario de la granja, quien luego de que yo le preguntara con el entusiasmo de una nena de nueve años si nos podía mostrar como era la producción de hongos, nos dió un agradabilísimo tour por las instalaciones. Aprendimos que para producir hongos se usan las camas de paja bien bosteadas por los caballos de carrera de los hipódrimos de San Isidro y Palermo (hablando de reciclar en estos tiempos ecologistas, quien lo diría…) y que la temperatura y la humedad son claves si se quiere llevar a cabo una producción con éxito. ¿Otro dato que me llamó la atención? En la Argentina son muy pocos los productores que se dedican a cultivar hongos, lo que convierte a la producción en un negocio (según nos dijo Antonio, que tiene años de experiencia) bastante rentable y con un gran potencial aún por explotar. En fin, como yo no soy ninguna experta en estos temas (al igual que en muchos otros, ya que este blog la juega de amateur) voy a dejar que Antonio les cuente en este video todo lo que implica dedicarse a su cultivo. A mí me pareció interesantísimo, porque como les digo, de esto no tenía ni idea. Lo que sí, les hago una aclaración: el video que van a ver a continuación lo grabé con un celular que tenía a mano (el único al que le quedaba batería) y que lamentablemente grabó con la imagen y el sonido desfasados. Traté de arreglarlo cuando lo edité, pero no lo pude corregir del todo, por lo cual les pido su compresión 🙂 Seguir leyendo →