Pedro José Díaz (a quien vemos a la izquierda) era mendocino y acumuló actos heroicos, tanto en la Guerra de la Independencia como en la lucha interna entre unitarios y federales. Ya era un hombre mayor cuando, por los méritos de su carrera, le ofrecieron el cargo de general. Pero el hombre respondió: “Creería manchar mi limpia y honrosa foja de servicios aceptando un ascenso no conquistado sobre el campo de batalla”.
Por lo tanto, rechazó el ascenso y siguió siendo coronel. Si lo hubiera aceptado, ¿hoy la célebre avenida porteña que divide Palermo de Recoleta se llamaría General Díaz? Conozcamos la confusa historia de esta calle de Buenos Aires.
Palermo, Recoleta y Retiro (al igual que Almagro, Caballito y Flores, entre tantos otros) fue zona de chacras y quintas. Entre la colección de planos de la ciudad, nos interesa el de 1837 realizado por el agrimensor don Nicolás Descalzi. Aquí, un fragmento:
Pondremos la lupa en una zona específica. Se trata del sector comprendido por las actuales Santa Fe, Austria, Las Heras y Scalabrini Ortiz. Los propietarios de quintas de esos terrenos relevados por el agrimensor italiano fueron los señores Sar, Rivera, Coronel, Bracamonte, Marcó Lon, Holemberg, Vidal y Chichipía. La quinta más pequeña ocupaba un rectángulo muy angosto y pertenecía a la familia Coronel. El rectángulo era el terreno que hoy ocupa la avenida Coronel Díaz.
Cuando se inició la urbanización de la zona, ese terreno quedó como avenida. Se lo llamó: avenida Coronel.
En 1882, el intendente Torcuato de Alvear se ocupó de los nombres de las calles, con la noble intención de rendir homenaje a muchas personalidades de nuestra historia. Por ese motivo, propuso varios nombres, entre ellos, los de los diputados al Congreso de Tucumán, de 1816. Así fue como Laprida, Anchorena, Agüero, Gallo, Sánchez de Bustamante, Salguero, Cabrera, Gorriti, Salguero, Serrano, Uriarte, Oro y el resto de los patriotas tuvieron un lugar en la nomenclatura de Buenos Aires. ¿Cómo se llamaba la avenida en aquel tiempo? Coronel.
En 1893 se oficializaron los nombres propuestos por el intendente Alvear. Allí, la avenida Coronel, que ocupaba los terrenos de la quinta de la familia Coronel, pasó a llamarse: Coronel Díaz. Nadie tenía dudas de que el nombre refería al coronel Pedro José Díaz. Pero tampoco existían certezas.
Pasaron siete décadas y surgió una nueva teoría: el coronel honrado con una avenida no era Pedro José, sino a José Javier Díaz, gobernador de Córdoba en tiempos del Congreso de Tucumán. La teoría nueva intentaba explicar que cuando Alvear le había puesto los nombres a las calles, pudo haber sugerido al gobernador de Córdoba.
¿En qué quedamos? En que el terreno de la quinta de la familia Coronel se convirtió en una avenida que un día pasó a llamarse Coronel Díaz, valga la redundancia (no por los coroneles, sino por los días); y que algunos creen que es por el valiente Pedro José, mientras que otros consideran que es por el artiguista José Javier.
Tal vez, el coronel Pedro José Díaz nos hubiera ahorrado discusiones si hubiera aceptado el ascenso a general.
Extracto de Espadas y corazones – El costado humano de la historia argentina. Editorial Sudamericana.