Andando por Buenos Aires, muchas veces me he cruzado con los colectivos amarillos de Buenos Aires Bus, cuyo eslogan es: “La mejor forma de conocer Buenos Aires”. Entusiasmado con la idea de conocer algún otro secreto de la ciudad, me propuse hacer el paseo. Lo primero que averigüé fue el recorrido. La página web (http://www.buenosairesbus.com) tiene las respuestas: sale de Diagonal Roque Sáenz Peña y Florida y tiene otras 25 paradas que abarcan La Boca en el extremo sur y Belgrano en el extremo norte.
Segundo tema: ¿Los horarios eran accesibles? Sí, porque los colectivos salen cada 20 minutos. No hay que andar calculando la hora en que uno llega a la parada. A lo sumo, habrá que esperar 19 minutos.
Lo tercero que me interesó conocer era el precio, que también figura en la página web (http://www.buenosairesbus.com/tarifas.htm): 120 pesos por persona. Menos mal que vivo en Buenos Aires, porque los porteños tenemos un descuento y solo pagamos 90 pesos. Sentí que de alguna manera, el pago del ABL se reducía… en 30 pesos. No quise hacer el cálculo de cuántos paseos tenía que contratar para neutralizar por completo el impuesto que pagamos para tener la ciudad iluminada y limpia.
Apenas un esfuerzo había que hacer para conseguir ese descuento: llevar el DNI, donde figure el domicilio en la ciudad y presentarlo en una sola de las 26 paradas que tiene el recorrido. La primera, la Diagonal Norte y Florida. ¿Valía la pena ir hasta el centro un fin de semana por los 30 pesos? Por qué no. Un viaje en scooter, un día de sol, siempre es agradable.
Había algunas personas en la cola para comprar los pasajes. Creí escuchar que había una parte del trayecto por el cual no pasaban. Como los vendedores no se lo decían a todos los pasajeros, fue lo primero que pregunté. La respuesta fue: “No pasa por La Boca porque hay partido y no pasa por el Planetario porque hay un recital”. Pero sí quería, podía completar el recorrido al día siguiente. No acepté y me fui frustrado, pero a la vez contento de haber preguntado lo que no aclaraban a todos. Una sugerencia al futuro pasajero del Buenos Aires Bus:
No espere encontrar un cartel que le advierta que hay parte del recorrido que no puede hacerse. Mejor, pregunte en ventanilla.
Si quiere hacer el recorrido completo (dura tres horas), sin bajarse en ninguna parada (usted puede pasear y volver a subirse a otro de los Buenos Aires Bus para continuar el paseo), el consejo es el siguiente:
Si juega Boca en la Bombonera, no podrá completar el recorrido. Si hay un recital en el Planetario o la avenida 9 de Julio, tampoco. Lo mismo ocurrirá con manifestaciones en la Plaza de Mayo, en la Plaza del Congreso o algún piquete.
Postergué el paseo un par de fines de semana, por cuestiones de tiempo (disponible y climatológico). Hasta que un sábado se dieron las condiciones: era soleado, no jugaba Boca, no había recitales en el Planetario ni en la 9 de julio. Cero piquete. Era el gran día.
A las 13:36 llegué y casi no había cola para comprar boletos. Consulté si se hacía el recorrido completo. Me dijeron que sí. Consulté si tenía el descuento de vecino, me dijeron que sí. Consulté si podía subir al colectivo que estaba por salir. Me dijeron que no, que recién podría tomar el que salía a las tres de la tarde. “Puede ir a pasear y volver a las 3; otra posibilidad, con el boleto ya comprado acá, es tomarlo en otra parada”. No convencido, pregunté: “No salen cada 20 minutos”. La respuesta fue: “Ya está todo vendido”. Nuevo consejo para los futuros pasajeros del Buenos Aires Bus:
No crea que porque salgan cada 20 minutos, usted esperará solo 20 minutos.
Resignado a soportar el retraso, entregué mi documento de vecino porteño y los 90 pesos. Nueva sorpresa. La vendedora me dijo que valía 120. “¡Pero soy vecino!”, retruqué. “Sí, pero es el pasaje más la tarjeta de descuentos, que vale 30 pesos”. Respiré a lo Gandhi y le anuncié que no gracias, que no la quería. Me dijo que venía con el paquete. Los famosos 30 pesos que pensaba ahorrarme quedaron del otro lado de la ventanilla. Entonces, el consejo es:
La página web dice que la tarifa para los vecinos de Buenos Aires es de 90 pesos. Pero usted pagará 120.
Luego de una hora de recorrer el Microcentro repasando direcciones (acá vivió remedios de Escalada, acá Moreno, aquí murió Mitre, aquí se reunió la Asamblea del Año XIII), regresé a la parada 0. Faltaba media hora, por lo tanto, el colectivo que iba llenándose debería ser el de las 14:40. Me paré al lado de los guardas, como para ser el primero en subir al próximo. Por las dudas, quise confirmar si era el de las 3 menos 20. Pero no tenía cartel, no había nada que lo aclarase. Hasta que dos pasajeros preguntaron si ese era el bus de las tres de la tarde. Le dijeron que sí. Algo estaba funcionando mal.
Consejo: No dé por sentado nada, pregunte, pregunte, pregunte.
Por fin subí al famoso colectivo de Buenos Aires Bus. Sobre el viaje, hablaremos en los próximos días.
Aquí, una compilación para pasajeros desprevenidos:
– No espere encontrar un cartel que le advierta que hay parte del recorrido que no puede hacerse. Mejor, pregunte en ventanilla.
– Si juega Boca en la Bombonera, no podrá completar el recorrido. Si hay un recital en el Planetario o la avenida 9 de Julio, tampoco. Lo mismo ocurrirá con manifestaciones en la Plaza de Mayo, en la Plaza del Congreso o algún piquete.
– No crea que porque salgan cada 20 minutos, usted esperará solo 20 minutos.
– La página web dice que la tarifa para los vecinos de Buenos Aires es de 90 pesos. Pero usted pagará 120.
– No dé por sentado nada, pregunte, pregunte, pregunte.