“…más de mí, lo que hay en mí; si quieres ver, ven…”

En las canciones de Estelares se bucea mucho en el ubicar a la mujer en un pedestal. No sólo eso. En realidad (o más que nada), se trata de darle una voz a la mujer. “No pretendas que me desnude entera”. “No pretendas que te hable de amor”. La mujer es siempre quien decide (ella dijo), o quien pone al descubierto sus limitaciones, o quien le habla a ese vocativo, a ese Manuel (Moretti). “Feliz” es un tema sobre la transformación de alguien, y por “alguien” me gusta pensar que es la misma mujer que aparece en “Estrella” (“nunca creíste sentirte así, después de tantos años de fiestas y de ruta, nunca pensaste verte tan vacía, tan seca, tan sola, después de tanta risa, vos que fuiste la reina del brillo y el mar, la estrella del Sur”), la princesa del ocaso que no sabe cómo volver, cómo recuperar su condición de “tan hermosa mujer, abrillantada”. Me gusta pensarlo porque tanto en la música como en el cine disfruto de atestiguar ese “simple” acto de caerse y levantarse, o el acto en el que alguien es redescubierto por la mirada del otro. En eso consiste el post de hoy que llega a pedido de Nati. De la mutación. De cómo ciertas películas han mostrado que un cambio exterior no implica necesariamente una traición a la esencia, que ambas cosas bien pueden ser complementarias. Ese “si quieres ver, ven…” de “Feliz” me recordó a una escena de She’s All That en la que Laney (Rachael Leigh Cook) baja por las escaleras y Zack (Freddie Prinze Jr.) la observa atónito, tumbado por su encanto. El tropiezo posterior con los escalones es, en definitiva, la corroboración de que sentirse más bella no tiene por qué anular todo aquello que vuelve a Laney única. “Si quieres ver, ven” es, en efecto, análogo al “si quieres conocerme bien no tienes más que mirarme de cerca, que buscar conocerme”. Solo falta que la heroína se plante frente al hombre para cantarle un verso más, aquel que alude a cómo el ganar confianza es la clave para encontrarse de igual a igual: “Hace algún tiempo atrás me solía castigar, ahora mírame, ¿ves?: soy una reina”. A lo que él retruca que sí, que cómo no verlo, que eso es inevitable, que “qué hermosa mujer en la cornisa”. ♦

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► [ESCENA]: La transformación de Laney en She’s All That:

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► [COMPILADO]: Los más inolvidables makeovers del cine:

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¡Buen miércoles para toda la muchachada! Dos consignas para hoy 1. ¿Cuáles son los mejores makeovers/transformaciones de personajes que han visto en cine? 2. Si pudieran ustedes mismos elegir un makeover, ¿en qué personajes de película les gustaría convertirse, con qué estilo y por qué? ¡Espero sus comentarios, como siempre! ¡Hasta mañana!

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