Augusto Costa: Entre la informatización y el mensaje que trasmitimos logramos evitar situaciones que afectaran procesos productivos y se llegó a que hoy tengamos unos 300 reclamos de las empresas de 2000 mails que teníamos antes, y de DJAI hoy estamos en 8.000 a 9.000 por día, cifra que es más razonable y manejable.
Periodista. ¿Considera que esta cifra de DJAI se puede reducir aún más?
A.C.: Todavía creemos que hay una duplicación, que debería bajar a unas 6.000 – una cifra razonable – y estimo que pronto llegaremos a ese nivel. Es que algunos todavía descreen que si no presentan varias, el pedido no les saldrá. Pero cada vez más están recibiendo señales de que el sistema es ágil y razonable.
P. En medios de la importación se señala que las mayores quejas por las demoras son expresadas en su mayoría por pymes. ¿Esto es así?
A.C.: La situación es totalmente a la inversa. Hoy por hoy, el mecanismo realmente mostró ser mucho más ágil para las PYMES respecto al promedio de autorizaciones. Si una PYME solicita una DJAI y, en base a su conducta importadora previa, su solicitud es razonable, se autoriza. Consideramos que, por el monto global que significa el universo de las empresas pequeñas, hay que darles un tratamiento ágil y especial. El promedio de aprobaciones es superior en las PYMES respecto de las grandes empresas.
P.: ¿Qué ocurre con las empresas medianas y grandes?
A.C.: Con las medianas y sobre todo con las grandes, la metodología que estamos aplicando no es un capricho ni una actitud arbitraria, sino que tiene que ver con la administración del comercio. Mediante las DJAI, lo que buscamos es darle consistencia al comercio exterior con la política económica – en el sentido del balance de divisas y balanza comercial -, con generar los incentivos para que se invierta en el país, para que se sustituyan importaciones, se genere empleo, producción, precios y abastecimiento. Son múltiples objetivos que me llevan a tener un balance, a decidir, por ejemplo, esto lo apruebo porque es el equilibrio que buscamos.
P.: ¿Y cómo lo resuelve?
A.C.: Como el grueso de las importaciones están en las medianas y grandes empresas, con ellas tenemos políticas sectoriales orientadas a definir pautas y evaluar qué ocurre, la dinámica de cada uno de los sectores para ver la proyección esperada de necesidades de importación, porque no hay que ser un genio para saber que si un sector crece, va a importar tres veces lo que creció en promedio.
Nos empezamos a juntar sector por sector con las cámaras, y empresa por empresa con directivos para que nos presenten sus planes de producción, de inversión, de requerimiento de divisas, de importaciones y exportaciones.
Con todos esos datos lo que hacemos es acordar, acordar (repite y enfatiza) una pauta con los importadores y con dicha pauta la empresa puede tener una determinada previsibilidad para tomar sus decisiones.
Quizás querrían más, quizás no les gusta esto, pero la empresa busca previsibilidad y yo se la doy. Si está dentro de esos parámetros, no va a tener problemas con las DJAI. Lo que requiere el sistema de administración de comercio es previsibilidad, tanto para la empresa como para los objetivos de política económica.
Nosotros tenemos que tener previsibilidad respecto a todas las empresas demandantes de divisas, cuánto van a exportar para tener un flujo de entrada y salida, cuánto empleo van a generar, etcétera.
P: ¿Cómo se la piden?
A.C.: Presentando una planilla Excel con todas sus proyecciones. De esta manera, sumo todas las proyecciones de las empresas y tengo una perspectiva del año. A las empresas les contesto que, en función de sus expectativas, la Secretaría les pueda dar la previsibilidad que, si esta dentro de esa pauta, no va a tener ningún problema para importar.
El vínculo que establecemos con las empresas es una relación profesionalizada, porque contamos con un equipo de analistas sectoriales y por empresas que permite ir analizando la dinámica de los sectores y las empresas. Y establecemos pautas que, en la medida de que se van cumpliendo, garantizan previsibilidad. Acá no hay arbitrariedades.
Claro, hay situaciones que se nos pueden escapar y es ahí que la empresa puede recurrir al formulario de reclamo y, si no obtiene respuesta, insistir a través de las cámaras sectoriales y/u organismos públicos.