El fast food del sushi

-¿Vamos a comer a un restaurante de Kaiten-zushi? -me preguntó Ale hace un tiempo.
-¿Un restaurante de qué? -le contesté.
-De sushi, se llaman “Kaiten-zushi”. Me dijeron que los platitos con sushi vienen en una especie de cinta transportadora y cada uno se sirve lo que quiere.
-¿Qué quiere decir “kaiten”?
-Ni idea. Ah!! Y parece que el tren bala te lleva los pedidos especiales hasta la mesa
-Sí, dale…

Antes de seguir. Ustedes se estarán preguntando: «¿Sushi se escribe con “s” o con “z”?» Y la respuesta es: «Depende». Si se utiliza la palabra “sushi” solamente, se escribe con “s”. En cambio, cuando se combina con otras palabras que le anteceden y describen el tipo de sushi, la “s” se transforma en “z”. «¿Qué significa “kaiten-zushi“»? Algo así como “sushi giratorio“.

Nunca fui amante del sushi, aunque acá no me animo a decirlo muy fuerte porque es casi pecado nacional. Pero la verdad es que el tema de los platitos dando vueltas en la cinta transportadora y sobre todo, lo del tren bala, me llamaban la atención.

Filmé un videito para que vean cómo es un restaurante de kaiten-zushi en Japón.

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Productos y precios

A veces, charlando con mi mamá por teléfono noto que me pregunta cosas de la vida cotidiana que pasé por alto y nunca le conté. «¿Qué desayunás allá? ¿Se vende el pan en rebanadas para hacer tostadas? ¿Se consigue mermelada dietética?», son algunas de las cosas que me pregunta.

Ya hace un año que estoy en Japón y jamás le había hablado de estas pequeñas cosas que hacen a la vida de todos los días. Si bien un desayuno típico japonés no se parece en nada al mío ya que comen arroz y pescados; no me puedo quejar, porque consigo la mayoría de las cosas que me gustan ver en mi mesa apenas me levanto.

 

  • Leche
    Siempre viene en cartón, nunca en saché. Este es uno de los pocos productos que consumo a diario que tienen una versión reducida en grasas / ¥188 (US$1.88) – 1 litro.
  • Pan
    Si bien hay panaderías, todo se compra por unidad. Nada de pedir 1 kilo de miñoncitos. Igualmente, lo más común es comprar pan en rebanadas en el super. Lo diferente es que la misma cantidad de pan puede venir cortado en 10, 8, 6, 5 ó 4 rebanadas / ¥155 (US$1.55) – 340 gramos.
  • Manteca
    Casi siempre viene en una especie de tupper dentro de una caja de cartón. El envase de plástico es de tan buena calidad que, una vez que se termina la manteca, me da lástima tirarlo, y a veces lo uso para guardar cosas en el freezer / ¥286 (US$2.86) – 320 gramos.
  • Mermelada
    Ale se enamoró de la mermelada de higo, pero hay de frutilla, durazno, naranja, tomate, frutos de bosque, etc. / ¥105 (US$1.5) – 380 gramos.
  • Queso crema
    No hay mucha variedad, hasta ahora vi sólo dos: el Philadelphia y el que compro yo, el de la marca CGC. Este último lo consigo en una sola cadena de supermercado / ¥318 (US$3.18) – 227 gramos.
  • Té verde
    La variedad de té verde es infinita. La primera vez que compré fue cuando vinieron las japonesas a tomar mate a casa y compré té verde por si el mate no funcionaba. No sabía cuál elegir. En la góndola había té en saquitos, en hebras y en polvo. Fui a lo seguro y compré en saquitos. Desde ese día compro siempre ese té verde porque me pareció muy bueno / ¥315 (US$3.15) – 20 saquitos.
  • Café
    Se consigue café instantáneo, de filtro y en granos. El de la foto es el que tomamos siempre, el Nescafé Excella. Una vez que se me terminó el primer frasco de café que había comprado, conseguí un envase más económico de cartón para recargarlo. Gracias al particular diseño de este nuevo envase, el café pasa de un lado a otro sin perder su aroma original. En este video se ve bien / ¥687 (US$6.87) – 150 gramos/frasco original // ¥398 (US$3.98) – 120 gramos/envase para recargar.

Los productos light se los debo, en Japón no es común que haya tantos productos bajas calorías con en la Argentina. Casi no se ven panes con doble salvado diet, queso untable 0% grasas y mucho menos mermelada dietética. Acá son todos flacos y casi no hay productos light. ¿El secreto? Todavía lo estoy buscando!!! jajaj.

Lo más curioso de todo esto es que me aprendí todos los precios de memoria. Y… ¿saben por qué? Porque desde que llegué a Japón los precios jamás cambiaron.

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Los hombre fuertes del sumo

La vida de un luchador de sumo es muy especial y por eso decidí contarles un poco sobre este tema también. Cada lucha está cargada de una serie de rituales y simbologías de los que ya hablamos en el post anterior; pero el día a día de un luchador es otra cosa, un mundo totalmente diferente.

Después de leer en la red varios sitios sobre el tema, se me vinieron a la cabeza tres cosas: la famosa  colimba y sus jóvenes conscriptos; el día a día de un atleta profesional; y el fascinante mundo de las geishas. Linda mezcla, ¿no? En algunos momentos sentí que la vida de un sumotori era una especie de servicio militar, donde los de menor rango sirven y asisten en todo a los de rangos más elevados; después la vi similar a la vida de un atleta, ya que todo gira alrededor del deporte; y por último al mundo de las geishas, el sacrificio y la obediencia son conceptos indispensables en la vida de ambos. Actualmente, tanto las geishas como los luchadores de sumo son quienes protegen las costumbres más antiguas de la sociedad japonesa.

Bueno, les cuento de qué se trata.

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Sumo, el combate de los dioses

 

Cuenta la leyenda que los dioses Takemikazuchi y Takeminakata se batieron a duelo en un combate de sumo hace 2500 años, cerca a las playas de Izumo. La victoria de Takemikazuchi permitió que el pueblo japonés ocupe el actual archipiélago.

 

El señor del que les hablé en el post anteriorUn día de sumo“, se llamaba Tatsumi Yasuhiro y fue él quién durante los últimos combates de ese día nos contó, a Paula y a mi, un montón de detalles acerca de este deporte. Ustedes se preguntarán: «¿Y quién es ese tipo?». Un japonés común y corriente que nos vio cara de extranjeros y se ofreció a ayudarnos. Igualmente, ese día volví a casa y me puse a buscar más info en Internet. Parece que el señor, sabía bastante.

Japón es el único país en donde el sumo se practica en forma profesional. Los luchadores profesionales son, en su gran mayoría, japoneses aunque también hay algunos extranjeros radicados en el país (mongoles, búlgaros, rusos, etc.). Cada uno de ellos pertenece a un gimnasio o heya. Dependiendo de su categoría, pueden vivir de forma comunal o no, pero en ambos casos, su estilo de vida se encuentra dedicado estrictamente al deporte.

“Son algo más que atletas porque el sumo es una especie de lucha ceremonial de la religión Sintoísta, y por eso está llena de rituales y simbologías“, nos dijo Yasuhiro. «Ahora empiezo a entender…», pensé.

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Un día de sumo

El sumo es un evento tradicional de Japón y no me lo podía perder. Durante los meses impares se realizan los grandes torneos de sumo en diferentes ciudades. En el mes de julio fue el turno de la ciudad de Nagoya, prefectura de Aichi. El torneo se llama Nagoya Basho y se lleva a cabo durante 15 días corridos. El sábado que correspondía al día 14 de ese torneo fui junto a un grupo de argentinos para ver en vivo y en directo mi primera lucha de sumo

Llegamos al estadio de Nagoya a las 7.10am y ya había gente haciendo cola. El sumo es el deporte nacional y tiene muchísimos seguidores; si no llegábamos temprano, nos quedábamos sin entradas.

Dentro del grupo de argentinos con los que fui estaba Paula, descendiente de japoneses y entendida en el tema. Fue ella quién me fue contando durante el viaje de qué se trataba este deporte. Cada día del torneo significa un combate para cada luchador o rikishi. Cada jornada comienza a las 8.00am con los combates de las categorías inferiores y termina a las 6.00pm con las categorías más altas. El ganador del torneo sería quién durante esos 15 días obtenga más victorias que derrotas.

-¡Mirá ese flacucho, no parece luchador de sumo! -le dije a Paula
-Esperá a la tarde… ahí vienen los más grosos -me contestó
-Pensé que todos eran gordos y grandotes…
-Esos son los más conocidos, pero no todos son así.

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Los carteles que todos respetan

Es más fuerte que yo. Me voy un sábado a la tarde a tomar unos mates con Ale al parque y a los 10 minutos saco la cámara de fotos. Siempre hay carteles locos. Quizás sean locos para mí porque no sé exactamente qué dicen y no dejo de ver a la mayoría de los kanji como formas exóticas y no como ideogramas.

-¡Otra vez con la cámara! A ese cartel ya le sacaste la semana pasada -me dice Ale.
-Chotto matte kudasai (Espera un poco). Dejame ver… -le contesto.
-Es para que la gente levante el “popo” de sus mascotas
-Sí, ya sé pero… este es diferente, ¿no ves que el perrito es distinto?

Y así estoy, coleccionando fotos de carteles ponjas. Es como si tuviera un álbum imaginario que quisiera completar. Los carteles me seducen todo el tiempo. Son raros y no termino de entender la estética que manejan pero evidentemente funcionan, y eso es lo importante. Si dice que no se puede tirar latas en ese lugar, olvídense de encontrar una en el piso.

Los parques están siempre limpios, haya mucha o poca gente. Muchos tienen mascotas y las sacan a pasear pero está terminantemente prohibido dejar que el pichicho haga sus necesidades en cualquier lado y mucho menos que la deje “ahí”. Siempre que veo un perrito está con correa y el dueño tiene una bolsita de plástico en la mano. Alguna vez vi, pero no llegué a sacarle una foto, a un perro que se llevaba su propio regalito en una especia de mochilita re canchera. Ojala la vea otra vez así se las muestro.

Bueno, es todo por hoy. Detalles de la vida cotidiana que hablan de educaciónrespeto hacia el prójimo y hacia el medio ambiente.

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Geishas, vigentes a pesar de todo

Este es el 3er post sobre este tema… y voy a tratar de ir redondeando 🙂  Para los que recién llegan al blog, les paso los links anteriores: ¿Y dónde están las geishas? y Geishas, misteriosas por naturaleza.

Maiko blog
Uno de los tantos días que me puse a buscar información sobre las geishas en Internet, me topé con el blog de una joven maiko. «¿Una maiko? ¿Cómo una maiko iba a publicar un blog con las cotidianeidades de una futura geisha?», pensé. Sin dudarlo mucho, otra de mis preguntas a Rikio Tsubokura, director de Miyagawa-cho Ochaya Kumiai fue en relación a esto.

Hoy en día algunas jóvenes maikos y geikos escriben sus blogs en Internet dando a conocer algunos secretos de su profesión. Rikio Tsubokura se mostró un tanto disconforme con esta situación y me dijo: “Pensando en el carácter de esta profesión, es necesario mantener un aspecto misterioso y mostrar una situación de ensueño más allá de la vida cotidiana.  Nosotros, directores de la cooperación, deseamos que las jóvenes artistas entiendan esto”. Otra manera diferente de ver esta tendencia sería interpretarla como un medio para atraer futuras maikos al mundo del hanamachi y de esta manera poner un freno a la tendencia decreciente de la profesión.

Verdaderas vs. falsas
Otra cosa que me había quedado en el tintero eran las maikos de “mentirita” o sea, las turistas japonesas que se disfrazan por un par de horas y pasean por Kioto. «¿Cómo les caerá esta situación a las verdaderas artistas? Si a mi me cayó mal, ¡no me quiero imaginar a ellas!», pensé. 

“Al principio, esto causó malestar entre las verdaderas artistas pero luego se entendió como parte del negocio actual. Si hay algo real es natural que aparezca algo falso“, me contestó Tsubokura. El resultado visual es casi perfecto, pocos notan la diferencia. Lo más loco es que no sólo se disfrazan y se sacan alguna foto de estudio sino que pasean por la ciudad haciéndole creer a los otros turistas de que son verdaderas geishas. Bah… como me pasó a mi. 

Vigentes a pesar de todo
Los hanamachis son el lugar donde se refleja la actualidad social y es necesario ser flexibles al cambio. La sociedad general, empresas y clientes individuales han cambiado. “Hoy en día, los clientes no gastan dinero a las cosas innecesarias. Sin embargo, una vez que reconocen la importancia y el valor, están dispuestos a dar aún más”, me dijo Tsubokuda.

A pesar de esto, la tendencia decreciente de la profesión es un hecho, entonces… ¿cómo hacer para mantener al mundo de las geishas vigente?, le pregunté. “Actualmente formamos a jóvenes que ingresan a la carrera de maiko desde temprana edad, apenas terminan el colegio secundario elemental (16 años aprox.), pero también estamos evaluando la posibilidad de comenzar a dar educación a jóvenes un poco más grandes. Muchas aspirantes desean finalizar sus carreras universitarias antes de ingresar al hanamachi”, agregó Tsubokuda.

Durante 400 años, las geishas han sido las fieles guardianas de las artes más tradicionales de Japón. Su encanto y femineidad aún siguen intactos. Sin embargo, hoy en día consideran que deben adaptarse a los continuos cambios para permanecer vigentes en el futuro.

Y ahora, un bonus track 🙂

¿Cómo diferenciar a una maiko de una geiko?

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Geishas, misteriosas por naturaleza

Como ya les conté en el post anterior: ¿Y dónde están las geishas?, la historia que comenzó con una simple foto en Kioto, despertó mi curiosidad por este misterioso mundo.

Bien, la mayoría de los datos los conseguí a través de Rikio Tsubokura, director de Miyagawa-cho Ochaya Kumiai, una de las cinco Corporaciones de Casas de Té de Kioto, quien gentilmente contestó mis inquietudes vía mail; pero también consulté otras fuentes, abajo les paso los links. Empecemos.

Gei significa “arte” y sha persona“. Eso es lo que representa una geisha, una persona con habilidad para diferentes artes.

Las geishas son un í­cono del Japón antiguo. En su esencia, las geishas de hoy son iguales a las de antes, al igual que casi todas sus ceremonias; aunque, con el paso de los años, algunas cosas han cambiado. Las jóvenes de hoy ingresan a una okiya o casa de geishas por elección propia, y sólo pueden comenzar a transitar el camino que las transformará en geishas una vez terminado el colegio secundario.

Las geishas son mujeres muy cultas que han estudiado durante varios años las artes tradicionales de Japón. «¿Por qué muchos creen que son mujeres fáciles?», se preguntarán. A lo largo de la historia, las prostitutas locales han intentado adueñarse del prestigio que rodea a este mundo para promocionar sus servicios, tomando prestado sus atuendos y hasta su nombre. Pero una verdadera geisha no vende su cuerpo sino su arte. Los compromisos de una geisha generalmente incluyen coquetear con su cliente, pero nunca implican actividad sexual. Si una geisha decide tener una relación con alguno de ellos será fuera del plano laboral.

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¿Y dónde están las geishas?

Si hay un lugar en donde quisiera volver a vivir un otoño, ese lugar es Kioto. El otoño de Japón es muy seductor. Las hojas de arce japonés inundan el paisaje y pasan del verde brillante del verano a un abanico de naranjas, rojizos y amarillos en el otoño. Me enamoré de esos colores. Ya hace casi un año que estuve allá y no veo la hora de volver.

A partir de ese viaje, dos palabras empezaron a tomar otro significado para mí: por un lado, el otoño y sus imágenes; y por el otro, las geishas.

Occidente tiene una idea bastante… errada (por lo menos para mí) de las geishas. Su mundo está envuelto en un aura de misterios y secretos, y quizás por eso me fue tan complicado acercarme a él. Les cuento la historia, bah… mi historia.

Camino al Templo Kiyomizu-dera, uno de los más visitados de Kioto, vi a un grupo de geishas por primera vez.

-¡Mira, allá hay dos geishas! ¿Se querrán sacar una foto con nosotros? -le dije a Ale.
-No creo que nos den bolilla, pero… intentémoslo -me contestó.
-Sumimasen. Anata tachi to isho ni shashin o totte mo ii desu ka. (Disculpe, ¿podríamos sacarnos una foto con ustedes?) -les dijo Ale a las dos mujeres.
-… -no dijeron ni una palabra pero, nos miraron y agacharon la cabeza.
-Quisieron decir que sí, ¿no?
-Eso parece.

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Azul profundo en Nagoya

Nagoya, es la cuarta ciudad en importancia de país y capital de la prefectura de Aichi. Queda a 1 hora en auto (aprox.) de la ciudad de Toyota. Cada fin de semana que podemos, nos vamos con Ale para allá. Antes de que terminara el verano fue el turno de conocer el Port of Nagoya Aquarium, uno de los acuarios más lindos de Japón.

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