Moría de ganas de saber como era la redacción de un diario japonés. Así que me contacté con la embajada argentina en Japón y les pedí una ayudita. Días más tarde, coordiné una entrevista y viajé a Tokio.
El diario que visité fue el Yomiuri shimbun, uno de los más importantes de Japón. Este diario entró en el libro Guinness de los Récords en 2002 por ser el periódico con mayor circulación del mundo con una tirada de 14.323.781 ejemplares contabilizando la edición matutina y la vespertina. «¡Ahhh bueno! ¡Capaz que es un diario chico!!!», pensé.
Antes de ir a visitarlo, quise saber un poco más sobre esta empresa. Les cuento: Yomiuri Shimbun Group está compuesto por tres sociedades anónimas: la Sociedad Anónima Yomiuri Shimbun de Tokio, de Osaka y de Seibu. Además, publica el mayor periódico en habla inglesa de todo Japón, The Daily Yomiuri; una revista semanal, The Yomiuri Weekly; un periódico deportivo, el diario Hochi Shinbun, revistas semanales y mensuales, y libros.
Por otro lado, es dueño de Chuokoron-Shinsha publishing company desde 1999 y posee la red de Nippon Television. Cuenta también con un equipo de béisbol, The Yomiuri Giants y una banda sinfónica, The Yomiuri Nippon Symphony Orchestra.
¡Antes de llegar estaba nerviosísima! Me esperaban dos periodistas. «¿En qué idioma íbamos a hablar?», se estarán preguntando. Precisamente ese era el motivo de mis nervios, tenía miedo de no entender nada. Sabía de antemano que Yoshio Hanada, editor del área internacional hablaba inglés; y que Eiichi Taguchi, del departamento de noticias de TV había trabajado en México. Y bue… caí parada como los gatos, Taguchi hablaba perfecto español 
-Podríamos ir a la redacción ahora porque es hora de cierre de la edición vespertina. -me dijo Taguchi.
-Sí, perfecto. -le contesté.
-Después podemos volver para esta sala y habrá tiempo para hacer preguntas.
Y así fue. Caminamos por la redacción durante 20 minutos y me fue mostrando cada uno de los sectores. «¿Qué cosas me llamaron la atención?». El silencio y la tranquilidad; no volaba ni una mosca. Además la redacción estaba plagada de pantallas de televisión y monitores. Justo saqué una foto donde se ve a un periodista sentado con un montón de pantallas a su alrededor, «¿no será mucho? jajaja». Otro detalle que me hizo recordar que estaba en Japón fueron unas pequeñas plantitas ordenadas en fila, hermosas. ¿Qué más? Ahh!!! Y la sala de blanco (lugar en donde se reúnen los responsables de cada sección a discutir los temas de tapa), que, en realidad no era una sala sino una gran mesa en medio de la redacción. Imagínense lo tranquis que deben de ser esas charlas que mientras están en reunión no molestan al resto.
Bueno, acá van algunas fotos; más abajo les cuento sobre la charla.
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