Ni el bombardeo en Libia ni el divorcio del Hugo y la Cris (el paro hubiera sido un desastre) habrán de estropearme este día maravilloso: hoy lunes empieza el otoño, preludio del invierno y quién sabe de cuántas otras cosas bellas. ¡Al fin se terminó la estación de las ojotas!
Por lo pronto le prendí velas a San Expedito, entre otras favores, para que me ayude a soportar la alergia que me provoca la pelusa de los plátanos, y para que bendiga las sábanas de mis queridos lectores, trayéndoles unos pies calentitos con los que compartir la lluvia y el frío venideros. Pues sí, en estas épocas mejor andar acompañados que en incómoda soledad. Como dijo cierta vez una famosa modelo argentina, “hay que ser muy estúpida para abandonar a un amante en invierno”. Desde entonces admiro a esa chica, que ha demostrado tener más neuronas de lo el mito le permitía.
y se vino el otoño…¿compartimos el paraguas? via factorygirl-photography via big fun
PD: (gracias por el alfajor)
Desde mi altar doméstico ruego también por la pena de una amiga. Días atrás, camino del restaurante árabe del barrio, la fatalidad quiso que nos cruzáramos de frente con un ex al que ella abandonó hace más de un año, tras un mal entendido nunca debidamente aclarado. Cuando intentamos cruzar de vereda, ya era tarde. Hubo que saludar y decir las pavadas de rigor: “¿cómo estás?”, “me alegra verte” “tanto tiempo”. Lo único que se me ocurrió viéndola consternada fue un jodéte, ¿porqué no pensaste bien antes de dejarlo ir?.
Nadie sale entero de un reencuentro casual con alguien que fue gravitante en la vida de uno. La estantería siempre tiembla…