A masturbarse, que hay gripe

 


No sé cómo haremos los hipocondríacos para tener sexo este invierno, que se avecina muy frío, con la gripe porcina dando vueltas y aumentos de hasta 400% en las facturas de gas y luz ( gran excusa para los amantes amarretes que por ahorrar no encienden la estufa).

En México, a poco de haberse dasatado el virus de la influenza, además de encerrarse en casa y cambiar hábitos sociales (no saludar con la mano, mucho menos con un beso) la gente también debió adaptar sus costumbres sexuales para evitar el contagio, cambios que quizá le vinieron bien a más de una pareja que ya estaba comiéndose las orejas de un bostezo. En el momento de mayor pánico los sexólogos llamaron a la población a masturbarse, y agregaron que si era en compañía mucho mejor, porque es más divertido tocarse y mirarse mientras cada uno lo hace (tocarse todo excepto la cara, nunca la boca, y usar guantes y profilácticos).

Quién sabe como se las están arreglando los mexicanos (y cómo haremos acá, si la peste avanza), porque la masturbación sigue siendo tema delicado de hablar. Sin embargo, todos recurrimos al autoplacer en algún momento de nuestras vidas, y más las mujeres que ante la falta de una oferta mejor ahora disponen de variedad de juguetes eróticos, muy originales, por cierto. Una encuesta realizada meses atrás por la Universidad de Chicago entre 3000 ciudadanos de los Estados Unidos de entre 18 y 60 años, revela que el 38% de las mujeres lo hace con relativa frecuencia (las que tienen entre 20 y 39 años) mientras que el 61% de los hombres comienza en la adolescencia, y no abandona hasta entrada la adultez.

En síntesis, la masturbación es un recurso que está siempre en las épocas de contingencias…