“¡Estás loca!”
“¡Qué atrevida!
“y… la verdad es muy fuerte, me cuesta verla. Me quedé helado cuando abrí el blog”
“¿qué se te pasó por la cabeza para subir una foto así?”
“es fuerte para mí, me da cosa twitear el post a mis amigas…”
“che, ¿pero qué es eso? ¿un pene?”
“Amandaaaa….”
Entre otras cosas, la Teoría de la Gestalt dice que el ojo humano tiende a ver las cosas en su forma completa. Aunque a lo que vemos le falte una parte, el ojo lo captará entero. Enterito. Una mesa tiene tres patas, pero nosotros sabemos que tiene cuatro, por eso, vemos cuatro.
Mis amigos y colegas vinieron ayer espantados hasta mi escritorio. No podían creer que bajo la piel de esta chica sumisa, encantadora y ubicada que soy, hubiera una enajenada capaz de semejante desborde: subir a la Web la foto de un miembro masculino sostenido por la mano de una mujer, y de uñas rojas.
Pero, a ver….¿ustedes qué ven?
… eeeepaa. Sí, vuestra percepción visual está perfecta. Se trata del antebrazo de un hombre en la penumbra, y una mujer presionándolo a la altura de la muñeca. Pero tan maravillosamente fotografiado está, que parece un miembro. Yo nunca lo dudé, y básicamente porque no creo que la naturaleza haya dotado a nadie de semejante gigantografía genital.
No quiero hacerme la reflexiva, pero creo que tanto el espanto como la soledad son el resultado de nuestra a veces frágil o nula capacidad de darle a todo una segunda oportunidad, es decir, sin el bendito juicio a priori. Las cosas pueden ser menos graves, o distintas, a partir de una relectura, de una nueva mirada. Lo mismo ocurre con las personas. Siempre resultamos mejores de lo que pintamos en la primera impresión. Es cuestión de dar (y darse) otra chance.
Y ustedes, ¿qué piensan?