Se celebró el Festival del Pene en Japón

Pasé parte de mi infancia con una familia nipona, y aunque eran de hablar poco o nada no he conocido gente más bondadosa, delicada y de sentimientos tan refinados. Parecen serios y, aunque son silenciosos, tienen mucho sentido del humor… ¿o en qué otro país del mundo (además de la India) se venera al miembro viril como en Japón? Ayer celebraron otra edición del Kanamara Matsuri o Festival de Pene (o Festival del Falo de metal, según la traducción original) evento que tiene lugar el primer domingo de abril en la ciudad de Kawasaki, acaban de recordarme dos amigos que están allá de vacaciones. Es quizá la fiesta más bizarra del calendario sintoísta. Una procesión de fieles sale del templo (sí, como acá los santos, allá el miembro viril tiene templo propio) cargando un falo gigante que recorre las calles montado sobre un grupo de vecinas disfrazadas de prostitutas, muertas de risa. Hay puestos de souvenirs, pasacalles y las damas se sacan fotos posando sobre tremendas esculturas de madera tallada (vean la foto).

el “icono” más venerado David M. www.lejapon.fr www.kirainet.com/

Hay distintas leyendas sobre el origen de esta fiesta pagana, la más extravagante la aporta Wikipedia y se remonta a un demonio de dientes filosos se escondió en la vagina de una chica en su noche de bodas, pero en el camino se encontró con el pene de dos jóvenes, a los que eliminó de un solo mordisco. Luego un herrero fabricó algo así como un capuchón o profiláctico de acero para “partirle” los dientes al bicho (de ahí el nombre del evento). Hoy los vecinos van a rezarle por la fertilidad y la armonía del matrimonio, y por los negocios (que son casi lo mismo).

Lo curioso es que en Japón no son muy afectos al querimiento carnal. Las estadísticas locales muestran que son una de las poblaciones más inapetentes del planeta. En contrapartida, son conocidos fetichistas y ávidos consumidores de juguetes sexuales.

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Las aventuras del pene y la vagina

No tengo idea de cómo será el juego éste que han inventado para desasnar a los adolescentes acerca del sexo y sus enfermedades de trasmisión. Ojalá se cumplan las buenas intenciones.

Pero más allá de la información preventiva, a quienes van a debutar deberían explicarles que el sexo es una forma más de expresión personal, que es una escuela de la nunca se egresa y en la que no hay exámenes por rendir, felizmente. En la cama solo basta con ser uno mismo, liberarse de las exigencias personales, prestarte atención a las necesidades del otro y estar preparado para sortear las frustraciones ¡y seguir participando!.

A propósito del post anterior (orgasmos), y pensando en el juego de preguntas y respuestas, encontré estos vídeos escritos y dirigidos por dos historietistas italianos, simplemente geniales. Didácticos y útiles para toda la población sexualmente activa, acá el pene y la vagina son protagonistas de una historia de amor en la que el diálogo va resolviendo enigmas e interrogantes vitales para cuidarse la salud y procurarse el mutuo placer. Les dejo éste en inglés, pero métanse en la pagina web, están en italiano, y son imperdibles. www.peneevagina.it/

Electrodomésticos eróticos

El sábado pasado tuve que hacerle el aguante a María Inés, mi emprendedora y visionaria amiga que empezó fabricando chocolates con formas de genitales y que ahora le dió por convertirse en anfitriona de tuppersex. Ahí estábamos el elenco estable, en alegre montón alrededor de la estufa y comiendo minipizzas mientras la flamante empresaria impostaba una voz de ninfa para vendernos los beneficios del producto en cuestión.

Marilú dijo que tiene y no lo usa, Ceci los atesora en el cajón de las medias, y el resto de las invitadas nos confesamos vírgenes criaturas: nunca habíamos tocado uno. Cómo son las cosas, pensaba yo. Si antes las mujeres debíamos decidirnos entre cambiar el lavarropas o comprar la última freidora, hoy el único electrodoméstico imprescindible en el boudoir o alacena femenina es el vibrador. Qué depiladora ni nada.

Desde que los vende María Inés lleva el suyo en la cartera, y hasta le ha puesto nombre: Gonza. Por Gonzalo Heredia, el latin lover de la telenovela Valientes, hoy por hoy la levadura de su imaginación germana y perversa (cuando la desborda el Malbec).

www.sophiejones.com.ar

Es una segunda revolución sexual: hablamos de él, admitimos usarlo. ¡Estamos saliendo de la caverna!. Creo que estas reuniones, más que diversión, son una salida laboral rendidora para cualquiera (en España ya se hacen tuppersex para ellos), y digo rendidora porque será un negocio inagotable mientras haya curiosos, aventureros, sexópatas e insatisfechos. Y el mundo, ya sabemos, está lleno de todo eso.

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La mirada de los otros

“¡Estás loca!”

“¡Qué atrevida!

“y… la verdad es muy fuerte, me cuesta verla. Me quedé helado cuando abrí el blog”  

“¿qué se te pasó por la cabeza para subir una foto así?”

“es fuerte para mí, me da cosa twitear el post a mis amigas…”

“che, ¿pero qué es eso? ¿un pene?”

“Amandaaaa….”

Entre otras cosas, la Teoría de la Gestalt dice que el ojo humano tiende a ver las cosas en su forma completa. Aunque a lo que vemos le falte una parte, el ojo lo captará entero. Enterito. Una mesa tiene tres patas, pero nosotros sabemos que tiene cuatro, por eso, vemos cuatro.

Mis amigos y colegas vinieron ayer espantados hasta mi escritorio. No podían creer que bajo la piel de esta chica sumisa, encantadora y ubicada que soy, hubiera una enajenada capaz de semejante desborde: subir a la Web la foto de un miembro masculino sostenido por la mano de una mujer, y de uñas rojas.

Pero, a ver….¿ustedes qué ven?


… eeeepaa. Sí, vuestra percepción visual está perfecta. Se trata del antebrazo de un hombre en la penumbra, y una mujer presionándolo a la altura de la muñeca. Pero tan maravillosamente fotografiado está, que parece un miembro. Yo nunca lo dudé, y básicamente porque no creo que la naturaleza haya dotado a nadie de semejante gigantografía genital. 

No quiero hacerme la reflexiva, pero creo que tanto el espanto como la soledad son el resultado de nuestra a veces frágil o nula capacidad de darle a todo una segunda oportunidad, es decir, sin el bendito juicio a priori. Las cosas pueden ser menos graves, o distintas, a partir de una relectura, de una nueva mirada. Lo mismo ocurre con las personas. Siempre resultamos mejores de lo que pintamos en la primera impresión. Es cuestión de dar (y darse) otra chance. 

Y ustedes, ¿qué piensan?