Dogging en Palermo Viejo

 

Sin duda el costado salvaje del sexo es para quienes han superado pruritos y tiquismiquis varios. Otros, ni estando muy urgidos se animarían a desabrigarse en un espacio público sólo para tener un encuentro erótico. Menos aún si el escenario amatorio es un parque porteño salpicado por las deposiciones caninas (aunque la culpa no es de los perros).

A éso iba: ¿sabían que a la práctica del sexo en la via pública ahora le dicen Dogging?. Yo recién me entero. Semanas atrás aprovechando el veranito de Santa Rosa mi amiga María Inés sacó a pasear a Petra, un salchicha arrogante y mal humorado que está obsesionado con el Rosedal de Palermo. Iban caminando por Libertador, a la hora pico, cuando el can detecta un arbusto que se mueve. Corre furibundo hacia el yuyo, mi amiga lo sigue….y oh sorpresa: lo que agitaba la planta era una parejita enroscada, con los pantalones semibajos, concentradísimos en el objetivo.

Sandy Kim by lovebryan.com via Le chagrin

Tratando de documentarme sobre el descubrimiento de mi amiga, doy en una Wallpaper con un glosario de términos contemporáneos asociados a ciertas prácticas conocidas, como ésta, que refiere ni más ni menos al acto de entregarse a la pasión carnal en la via pública, como los perros. Pero la palabra también se usa para definir a las personas que, con la excusa de pasear el pichicho, salen a buscan un touch and go (que no es el caso de María Inés).

Según el Wikipedia en español dogging significa cancanear, “acción de vagar o pasear sin objetivo determinado”. En otro sitio agrega que originalmente este eufemismo aludía a la costumbre de espiar a las parejas que tienen sexo en el coche o en algún lugar abierto, circunstancia por la creo que acá te llevarían detenido (por exhibicionista, no por voyeurs). Ni te darían tiempo a subirte el cierre del pantalón.

Sin embargo hay ciudades europeas que lo toleran, como en Benidorm, España, donde abunda terreno para el dogging y el nudismo y otras yerbas al aire libre. La prueba es la cantidad de videos clandestinos de parejas teniendo sexo y que circulan por Internet, porque hay portales y foros especializados sobre el tema. En otro sitio aseguran que la legislación del Reino Unido no lo considera delito siempre y cuando los participantes sean adultos, que estén ahí voluntariamente, y que no pase cerca ninguna persona ajena a la fiestita, y que pueda escandalizarse.

Digo yo, habiendo tanto albergue transitorio en Buenos Aires y algunos a 20 pesos el turno…¡qué ganas de llenarse el trasero de hormigas!