Dogging en Palermo Viejo

Sin duda el costado salvaje del sexo es para quienes han superado pruritos y tiquismiquis varios. Otros, ni estando muy urgidos se animarían a desabrigarse en un espacio público sólo para tener un encuentro erótico. Menos aún si el escenario amatorio es un parque porteño salpicado por las deposiciones caninas (aunque la culpa no es de los perros).

A éso iba: ¿sabían que a la práctica del sexo en la via pública ahora le dicen Dogging?. Yo recién me entero. Semanas atrás aprovechando el veranito de Santa Rosa mi amiga María Inés sacó a pasear a Petra, un salchicha arrogante y mal humorado que está obsesionado con el Rosedal de Palermo. Iban caminando por Libertador, a la hora pico, cuando el can detecta un arbusto que se mueve. Corre furibundo hacia el yuyo, mi amiga lo sigue….y oh sorpresa: lo que agitaba la planta era una parejita enroscada, con los pantalones semibajos, concentradísimos en el objetivo.

Sandy Kim by lovebryan.com via Le chagrin

Seguir leyendo

Dónde lo hacemos

  

– Nooo… ¡mirá si es un psico killer! – saltó Florencia cuando le pregunté si iban a su casa o la de él. Mi amiga acaba de conocer un chico en un bar de Palermo Viejo donde hay que ir a los jueves para encontrar  gente suelta y tratar de conseguir algún touch and go más o menos decente. El usa anteojos redondos de marco verde, mochila, pantalones caqui, zapatillas Gola, no debe tener más de 37, es diseñador gráfico (como ella) y además es amigo de un amigo. Es decir, cuesta ver al asesino que imagina Florencia. 

Seguir leyendo