La soledad, la curiosidad o la insatisfacción, más bien creo que esto último, está animando a muchas mujeres hetero a incursionar en territorios vecinos como la homosexualidad, la “pan sexualidad” y otras tantas alternativas eróticas con rótulos de lo más variopintos (y novedosos, para estas latitudes pacatas). Supongo que la tendencia es hija de esta nueva corriente mejor conocida como “empoderamiento” sexual femenino, léase, apoderárte de tu placer, hacerte cargo.
De esa necesidad por saber más acerca de sí mismas ha surgido un negocio que prospera vertiginosamente en Estados Unidos y Europa, una suerte de clubs para damas heterosexuales, bisexuales y lesbianas en los que no se aceptan hombres y donde las chicas pueden investigar y materializar fantasías sin presiones. Los Skirt Clubs o clubes exclusivos para damas nacieron en el Reino Unido y en menos de dos años se multiplicaron en Sydney, Miami, Florida y ahora también en Nueva York. A diferencia de los antros dirigidos a satisfacer la demanda de hombres, parejas y swingers estos reductos nocturnos ofrecen un lugar seguro para experimentar cositas nuevas, o reinventar las viejas, vaya uno a saber. La mayoría de los miembros son ejecutivas y profesionales inquietas de alto poder adquisitivo de entre 25 y 49 años que se avienen a respetar las reglas y códigos de convivencia que incluyen cláusulas básicas de confidencialidad, ejemplo, no sacar fotografías y no revelar la identidad de los invitados para mantener el secreto, clave del éxito de esta cofradía.
empoderándome...sunshine
Pero ¿qué hacen puertas adentro, además de tomar buenos espumantes y fumar? El club, dice su fundadora, una inglesa llamada Geneviève LeJeune (debe ser un seudónimo) ofrece “entretenimiento sensual” para mujeres de mente abierta en busca de aventuras, lo que se traduce en shows, fiestas y toda clase de experiencias “lúdicas” donde el foco es el sexo. LeJeune dice que decidió darle forma a su proyecto luego de haber acompañado a su pareja a muchos lugares donde la atención estaba puesta en el placer masculino y nunca en el femenino.
“En un mundo de hombres y sentí que tenía que cambiar. Cuando se trata de sexo, las mujeres necesitan estimulación mental, suavidad, conversación, de seducción. Es el tipo de cóctel que has estado bebiendo, los chocolates que has estado comiendo, es todo el entorno. La mayoría de las asistentes están en una relación con un hombre, es decir, no están buscando una relación con una mujer. Han venido a jugar. Incluso algunas de ellas dicen: ‘Mi novio me dijo que debería ir!'” explicó la madama, que dice estar casada, durante una entrevista con el Sunday Times.. “Esto es algo que hacen las mujeres por sí mismas, y no es necesariamente lo que los hombres piensan. No es un lugar para lesbianas saliendo del armario, sino un grupo de apoyo donde las mujeres pueden examinar sus tendencias, independientemente de la forma en que se identifican sexualmente, creando así una red de mujeres poderosas, con conocimientos de su intención erótica”.
Para acceder al selecto Club hay que ser recomendado por otro miembro, y tener algo de dinero para costear la membresía y las bacanales que se organizan, que no necesariamente acaban en sexo.. Aunque todo sugiere que sí. Si alguien sabe de algun emprendimiento semejante por estas tierras, inviten!