Un corto animado sobre el clitoris que gana festivales

 

Lo que aburre es el exceso, pienso mirando las postales de la boda de Leo y Antonela, que ese día hasta pasearon por una alfombra roja, como si fueran a la entrega del Oscar.

Haciéndole honor a su sangre latina la novia no dejó nada librado a la imaginación: vestido corte sirena, escote armado y en corazón, encaje hasta en las orejas, espalda desnuda, híper tajo en falda y cascada de bucles, al estilo diosa griega. Y el novio, con su habitual cara de susto, flor en la solapa y corbata rebota flashes, como describió una estilista española que aprovechó para despacharse con el showbiz  fulbolero. Ojalá le dure a los Messi ese amor infantil, que a esta altura de su historia debe estar hecho de lealtades más que de pasiones.

Pero volviendo a lo que abunda, es la tercera o cuarta vez en lo que va del año que sale a la luz un cortometraje dedicado íntegramente a su majestad, el clítoris. Así, tratado cual rareza digna de microscopio, el órgano epicentro del placer sexual femenino sigue siendo trending topic en la lista de intereses, y es sin dudas el asunto del que más se habla en las rondas del té a las cinco“Las mujeres son afortunadas. Tienen el único órgano del cuerpo humano dedicado exclusivamente al placer”, dice la directora y guionista canadiense Lori Malépart-Traversy, autora del proyecto que ya ha ganado varios premios por su contenido didáctico.

Le clítoris, filmado durante 2016, tiene como objetivo, una vez más, desmitificar y desmontar tópicos sobre su función y existencia, por si todavía quedan exploradores extraviados y mujeres que desconocen su potencial. “Quiero mostrarle al mundo lo que he aprendido en mi investigación, sobre todo los aspectos que yo misma, como mujer, desconocía de un órgano que forma parte de mi cuerpo”, explica la realizadora.

Con más 8000 terminaciones nerviosas y tamaño milimétrico que lo hace apenas localizable a simple vista, el órgano está representado aquí como un muñequito articulado y frágil que va “guiando al espectador, como si fuera un cuento en el que hay que acompañar al protagonista por todas las aventuras que vive. Mi objetivo es que a la gente le guste clítoris y que a partir de ahí se convierta en algo más vivo que una simple vulva, una cavidad o una vagina” aclara la autora con un toque de humor, y algo naïve.

En fin, en sintonia con el outfit de Antonela, será que todo suma, que “más es más”…