
HOY EN RUNNER BLOG ESCRIBE: KAREN CÁMERA (*)
LICENCIADA EN NUTRICIÓN (UBA)
Hace unas semanas, en las XIII Jornadas Internacionales de Nutrición para las Actividades Físicas y el Deporte realizadas en Buenos Aires, Francis Holway, mi maestro y referente, compartió su experiencia acerca de El Estudio de China y quiero contarles de qué se trata. Es un tema por demás interesante pero pone en duda nada más ni nada menos que las bases de la nutrición. Si bien la ciencia es dinámica y nada de lo que hay es definitivo, nunca pensé que los cambios podían ser tan abruptos.
El autor de este estudio es el Dr. Thomas Collin Campbell. En sus primeros años como investigador, se encargaba de promover el consumo de carnes, lácteos y huevos para obtener proteínas de buena calidad, secuela de su formación y de su vida en el campo. Más tarde, formó parte de un proyecto en Filipinas que trabajó con niños desnutridos donde trataba de buscar la causa de la mayor incidencia de cáncer hepático en ellos. El objetivo principal del proyecto era asegurar que los niños estaban recibiendo la proteína tanto como sea posible. Sin embargo, descubrió que los niños que habían consumido las dietas más altas en proteínas fueron los más propensos a contraer cáncer de hígado. A pesar de que era “una herejía decir que la proteína de origen animal no es saludable”, comenzó un estudio en profundidad sobre el papel de la nutrición, especialmente de proteínas, en la causa del cáncer, donde analizó las enfermedades y el estilo de vida en zonas rurales de China y Taiwán.
Los principales puntos de este estudio fueron:
- Se realizó un mapa de la incidencia y distribución de los distintos tipos de cánceres en las diferentes regiones de China: lo llamativo era que todos los habitantes tenían la misma base genética, lo que variaba era el medio ambiente (principalmente la alimentación), quien sería el responsable de la morbi-mortalidad.
- Seleccionaron una muestra de 6500 sujetos de35 a64 años representativa de la gran variabilidad de tasas de enfermedad. A cada sujeto se le realizó un registro alimentario de 3 días, análisis de sangre y orina, y se estudiaron los factores de riesgo de enfermedades oncológicas, cardio y cerebrovasculares, y niveles hormonales. También analizaron los alimentos para evaluar presencia de pesticidas y químicos.
- Se encontraron muchísimas asociaciones estadísticamente significativas entre los diversos factores de la dieta y las enfermedades.
- Al comparar la alimentación entre EEUU y China, se vio la densidad nutricional de los orientales es mucho mayor y tiene relación directa con el colesterol plasmático y las tasas de mortalidad. Y llamativamente las kcal ingeridas de los americanos eran menores a pesar de los elevados índices de obesidad.
Ingesta nutricional China vs. EEUU (datos ajustados para una persona de65 kg):

- Estudiaron qué alimentos de este estudio estaban asociados al colesterol:
- Niveles altos: carne, leche, huevo, pescado. No sólo las grasas sino que sus proteínas también eran responsables.
- Niveles bajos: legumbres, frutas, verduras, cereales integrales
- Los altos niveles de colesterol estaban asociados al cáncer
- Estudiaron el cáncer de mama y vieron que uno de los principales factores es estar expuesto a estrógenos producto de una fertilidad prolongada. En China, la primera menstruación ocurre a los 17 años y la menopausia alrededor de los 48. En cambio, en las sociedades occidentales la menarca se produce alrededor de los 12 años y la menopausia es más tardía: esto estaría estimulado por las proteínas animales.
- Alimentaron a ratas de laboratorio con diferentes niveles de caseína (87% de la proteína de la leche) y vieron cómo estaba asociada al cáncer hepático: cuando el aporte de caseína aumentaba, los focos cancerígenos se multiplicaban, pero cuando recibían dietas más bajas de caseína, el desarrollo se apagaba.
- El desarrollo de los focos tumorales dependía casi exclusivamente de la cantidad de proteínas consumidas. Cambios en la nutrición podrían promover y detener el progreso del cáncer. .
- El resultado principal fue que las personas que comían más proteínas de origen animal, tenían más incidencia de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
El problema que puede plantearse es, que al no consumir alimentos de origen animal, de dónde conseguimos proteínas, calcio y hierro. Pero analizando la composición química, se puede observar que consumiendo una variedad de alimentos de origen vegetal se cubren por demás los requerimientos de vitaminas y minerales, con el plus de un mayor aporte de fibras. Si bien muchos de los nutrientes afectan su absorción por la presencia de fibras, el aporte de los micronutrientes es tan alto que se compensa.
Algunos comentarios sobre dos minerales destacados:
- Calcio: hay estudios de un gran epidemiólogo, William Willet, que generan controversia. Observó que aquellas personas que consumen poco calcio porque no toleran la lactosa, tienen menor tasa de osteopenia. Esto estaría relacionado con la disminución del pH que generan las proteínas de origen animal, además es fundamental la incidencia del estímulo de la actividad física en la densidad mineral ósea.
- Hierro: su absorción es baja porque si absorbiéramos todo, sería tóxico. Con las grasas ocurre lo opuesto: somos muy eficientes en la absorción pues nuestros genes están diseñados para las hambrunas que sufríamos hace millones de años.
Como es de suponer hay centenares de críticas al Estudio de China y con un gran nivel de agresión que provienen principalmente de grupos que promueven las proteínas. Ellos plantean que no es un estudio observacional, y que “la verdad” proviene de estudios experimentales. Si bien esto es cierto, ningún Comité de Ética aprobaría un estudio donde se quiere inducir cáncer en las personas. Pero más allá de esta crítica poco objetiva, el Estudio de China es considerado como el “Roll Royce” de la epidemiología, por su metodología y la gran muestra representativa.
Y si bien actualmente están muy en boga las dietas bajas en carbohidratos, un gran porcentaje de la población tiene sobrepeso u obesidad y las principales causas de muertes siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. Así que deberíamos pensar si son tan efectivas esas dietas…
Es increíble que esta información no sea masiva. Probablemente suceda esto porque hay intereses económicos demasiado grandes de las empresas, los gobiernos y de los oportunistas de siempre. La industria médico-farmacológica lucra fuertemente con la asistencia de la enfermedad y es por esto que las políticas de salud no ponen el empeño necesario en la prevención de enfermedades. Como dijo Francis, en los únicos momentos en que no somos negocio para la industria es cuando estamos sanos o muertos.
Realmente este tema es tan apasionante como alarmante. En nuestra formación recibimos el mensaje que las proteínas (principalmente las animales) son uno de los nutrientes más nobles. Sobrevaloramos su importancia, incluso todos los suplementos proteicos, son de proteínas animales (del suero, caseína, albúmina, etc.). Sin ir más lejos, hace unos meses hablé de las maravillas de las proteínas animales. Creo que ha llegado el momento de cuestionarnos el mítico valor de las proteínas para la salud.
Muchos de los que me conocen, saben que no me convencía ninguna forma de vegetarianismo. Siempre pregonando en el bajo consumo de grasas saturadas, pero a la vez insistiendo en el consumo de carnes magras, no solo por el aporte de proteínas de excelente calidad sino también por el aporte de hierro. Y también valoraba a la leche (obviamente descremada) por ejemplo, para la recuperación post entrenamiento. Y ahora dudamos si estaba bien lo que estamos haciendo, es frustrante pensar que estábamos tan errados.
Así que decidí cambiar radicalmente mi alimentación, disminuyendo al mínimo las proteínas de origen animal. Realmente es complejo porque una alimentación basada en plantas demanda mucho tiempo de preparación. Así que ahora estoy alimentándome con frutas, verduras, semillas, cereales y legumbres. Esto también implica descubrir nuevos alimentos y aprender a cocinarlos. Me demanda bastante energía pensar qué como, ya que ya tenía automatizada mi rutina habitual y esto me hizo poner en el lugar de mis pacientes cuando les cuesta armar sus platos, ¡siempre es bueno ponerse en los zapatos del otro para entenderlo!
Hace varias semanas que estoy con esto, aunque los primeros días me costó ya estoy bastante adaptada: los lácteos prácticamente los eliminé (sólo algo de queso para la pizza), el huevo está presente pero sólo como elemento de unión (para tartas, hamburguesas de legumbres, etc.), y las carnes las limité a una vez a la semana (lo más difícil de todos, teniendo en cuenta que comía todos los días y ¡realmente me gusta!). Lo bueno, es que me siento muy pero muy bien, con mucha energía (hasta eliminé la siesta) y como mucho más variado que antes. Sólo faltan los análisis clínicos para tener un control más objetivo: si bien el colesterol lo tenía en niveles bajos, creo que lo bajaré más. Creo que el desafío es no ponerme anémica, veremos qué pasa…
Pero como dice Campbell, modificar los hábitos alimentarios sólo es posible cuando las personas creen en la evidencia y experimentan los beneficios.
De todas maneras, seguiré estudiando el tema ya que no sé si esta es la nueva “verdad”. Simplemente quise transmitirles mi experiencia. A los más apasionados les recomiendo leer el libro y a los no tanto (ya que es bastante extenso) ver la película “Forks over knives”.
(*) Karen Cámera es licenciada en nutrición (UBA), docente de la materia “Nutrición Deportiva” en la Licenciatura en Nutrición de Universidad de Buenos Aires y Universidad Abierta Interamericana. Además, es docente asociada en los cursos de Nutrición Deportiva, a cargo de Francis Holway (Club Atlético Atlético River Plate). Más info en www.nutriciondeportiva-gnd.blogspot.com o en @gnutridep
En breve… te mostraremos cómo le fue a Karen Cámera con sus estudios clínicos.