Cuento de domingo

Para un niño su padre es un modelo, un espejo, una esperanza. Más que eso, es un hombre tipo, un tipo de humanidad adulta y consumada. Una especie de Adán construido con todos los fragmentos de mundo que el niño va aprendiendo. No puede asombrar que algunas partes no coincidan, y que el conjunto resulte bastante misterioso.
Es como una gran adivinanza múltiple cuyas respuestas van apareciendo poco a poco a lo largo de la vida. Yo diría, arriesgándome, que esas respuestas son las instrucciones según las cuales uno vive. Se me dirá: ¿Y los que no tuvieron padre? Creo que ahí puedo responder: Todos lo tienen.

César Aira, El Tilo.
Beatriz Viterbo Editora.
Fotos: Silvina Arrastia

You got all the pictures!

Le dijo el fotógrafo norteamericano David Burnett al survietnamita Nick Ut la mañana del 8 de junio de 1972, cuando junto a otros periodistas se alejaban de Trang Bang por la ruta 1, a 25 kilómetros de Saigón. Nick Ut había fotografíado a una niña desnuda corriendo por la carretera, totalmente quemada por el napalm que minutos antes los aviones habían rociado sobre la aldea. Se hicieron otras muchas fotos. Ninguna como esa.

Ayer, había estado mirando el trabajo del artista polaco ZBIGNIEW LIBERA y su serie Positives, donde curiosamente hay una obra basada en la famosa foto que hizo Ut en Vietnam y que el profesor de la NYU Fred Ritchin menciona en su libro After Photography.  Y subí el comentario de acá abajo nomás! Estaba confuso, si si, muy confuso. Y lo escribí como me vino en gana (que para eso están los blogs!).

Hacia las seis de la tarde Mariano De Vedia (el jefe de la sección Cultura de LN) me pidió que escribiera 2.700 caracteres sobre la historia detrás de la foto que hizo Nick Ut, y me dió dos horas de plazo. Para mi es un premio cuando me piden que escriba para el diario (bendito papel!).

Pero en una carillita no ponés nada che! Asi que me dieron ganas de seguirla aquí. Pero no tengo palabras… Miro la foto publicada, con su delicado equlibrio visual. Verdaderamente hay belleza en esa imagen. La comparo con el fotograma original: un fotógrafo aparece sobre la derecha, recargando película en su cámara, lo más pancho mientras la chica grita de dolor. ¿Qué estaría sintiendo Nick Ut cuando disparaba su Leica hacia toda esa gente huyendo mientras los soldados caminaban lentamente?.

Recuerdo el video sobre el fallido rescate del guia Federico Campanini en el cerro Aconcagua hace pocos meses. Ahora si estoy confundido de verdad. Lo que más me llama la atención es que la “reinterpretación” que hace ZBIGNIEW LIBERA  de la famosa foto de la niña, está basada en la toma original y no en la editada posteriormente. Se abren más interrogantes todavía. Ayer, cuando entregué mi columnita, sentí un nudo en la garganta!. Hoy, quiero seguir buscando respuestas a tanta confusión.

Diario de un mareado

Miércoles, día bisagra!. Aprovecho entonces, empiezo a doblar la semana y miro para atrás y pienso (desde el domingo a la noche vengo pensando) cómo se inició todo esto del blog. El diario de un fotógrafo se hace con fotos y no con palabras me dirán ustedes. Entonces aquí le pincho una foto de ZBIGNIEW LIBERA para que vayamos entrando en tema.

Zbigniew Libera no es fotógrafo. Es un artista y como todo artista contemporáneo está muy muy interesado en la fotografía. La imagen de arriba se titula “Che, next picture” y pertenece a la serie Positives que hizo en 2003. Son varios los íconos visuales de la historia reciente que este polaco transgresor ha elegido para poner todo patas para arriba. ¿Por qué lo hace? pregunto, me pregunto, les pregunto, nos seguiremos preguntando! Y les paso otra foto nada que ver…

Chiara Balza es fotógrafa y de MIlán. La foto del apio embolsado es de una serie llamada “Monumentos Cotidianos”. A Chiara le gusta usar película, no importa cuál. Si está vencida mejor. Para ella lo que cuenta es el proceso que va desde el disparo hasta el resultado final. Lo que apenas controlamos. En verdad, Chiara no quiere controlar nada. La foto será examinada e incorporada a una serie. Todo bien. me pregunto, les pregunto, nos seguiremos preguntando: ¿Por qué lo hace?

Recuerdo la frase de Garry Winogrand: “Yo fotografío para ver cómo se ven las cosas cuando son fotografiadas”. Intento sacar alguna conclusión. Hago los deberes y escribo sobre lo que veo. Este es mi diario y mi tarea es dejar que ustedes lo lean.

Dazed&Confused es la revista que publicó el reportaje a Chiara Balza. Hay otros más que se los recomiendo. Mark Borthwick emociona con su melancólico regreso a la fotografía analógica, pero tiene las cosas más claras que la tana, me parece. Dazed&Confused canta Jimmy Page y ya estoy mareado. No acepto mis conclusiones.

Ya no hay hombres 02

Estaba paseando por la red cuando vi estos retratos (abajo) que llamaron mi atención por un momento. Se parecen bastante a la serie de Eduardo Gil que tituló Paisajes. Terminé en el blog de Cara Phillips. Esta chica tiene una idea muy interesante de cómo transmitir la “esencia” de las personas. Llegar un poco más allá de la superficie de la piel haciendo fotografía ya es casi un milagro. Por medio del uso de rayos ultravioleta y tomando la idea de su aplicación médica, Cara hace el intento; no lo pongo en duda. Ustedes dirán. Si se fijan hay algunos hombres en la serie que expone en Contact Exhibition!

Esto me hizo pensar otra vez en el temita de que ya no hay hombres!. Una cosa lleva a la otra, y resulta que Cara es co-fundadora del sitio Women in Photography. Bingo! pensé. Allí encontraré algo de la esencia de los hombres… Pues nada che, evidentemente las mujeres están convencidas de que nosotros no estamos más. Los invito a ver el trabajo de manipulación digital de Kelli Connell (foto en color arriba de todo) y saquen sus conclusiones.

¿Tal vez el amor de las mujeres es el contraste imprescindible para visualizar la esencia de los hombres?. Paul Strand  lo describió como nadie en su foto “La Familia” que hizo en Luzzara en 1953. El “photoshop” lo hizo en el momento! Solo algunos aprendieron la lección del maestro.

Mujeres 05 (y esto no se termina más!)

Ayer lunes, llegué temprano al diario. Mala idea. Me topé con Marina que me preguntó a viva voz dónde podía encontrar fotos eróticas!. Si, si, aunque no lo crean Marina tiene esas cosas, es imprevisible. Mientras revolvía incansablemente una taza de té verde, (que más se parecía a la yerba de ayer) me mostró unos sitios pedorros que anduvo merodeando (los que no están banneados aquí, claro) y entonces no tuve más remedio que compartir con ella algunos de mis preferidos. Y ni siquiera me convidó su té verde. Una desagradecida

Pero no les voy a contar de esos sitios; no, lo siento mucho. Tendrán que esperar a que Marina inaugure su blog y les aseguro que esta chica tiene mucha pimienta. Yo, sigo con el tema de las mujeres (ya que con el “Cuento de domingo” todavía no pasa nada…)

El fotógrafo norteamericano Mark Borthwick editó su último libro NOT in FASHION. Ya había urgado algo en sus fotos y me parece un tío joven que le da mucho movimiento a sus imágenes de moda. Además, le gusta seguir disparando fuera del set. No será Juerguen Teller, pero buehhh…

Igual, acá no tenemos nada que envidiarle. Me fui directo al sitio de Urko Suaya. Creo que es el mejor en fotos eróticas de chicas. Pero mientras iba mirando a esas bellezas, me pregunté: ¿Quién podrá igualar al grande de Helmut Newton con las fotos que le hizo a su mujer Alice Spring?  A los cincuenta años era una mujer impresionante y podía despertar más ratones que el flautista de Hamelin con la amplificación de los Rolling Stone.

Todo esto no tiene nada que ver con la búsqueda de la esencia femenina. ¿O si?  Perdón queridos amigos y amigas. La culpa es de Marina. Los invito a ver estos sitios que recomiendo. Yo creo que hay que preguntarle a las mujeres directamente. Ellas saben, lo tienen todo más claro. No obstante, algunos hombres se han acercado a definir esa esencia. Scott Fitgerald casi lo logra en Suave es la noche: “Su hermosa frente se abombaba suavemente hasta una línea en que el cabello, que la bordeaba como un escudo heráldico, rompía en caracoles, ondas y volutas de un color rubio ceniza y dorado. Tenía los ojos grandes, expresivos, claros y húmedos, y el color resplandeciente de sus mejillas era aunténtico, afloraba a la superficie impulsado por su corazón joven y fuerte. Su cuerpo vacilaba delicadamente en el último límite de la infancia: tenía cerca de dieciocho años y estaba casi desarrollada del todo, pero seguía conservando la frescura de la primera edad” ¿Qué tal?

Cuento de domingo 01

Estimadísimos: hoy comienzo a publicar unos escritos que se llamarán tal cuál el título que ven arriba. En verdad, ya los había publicado en mi blog personal hace dos veranos, y no tuvieron ningúna repercusión ni comentarios ni fotos ni nada. Entonces pensé que tal vez aquí la idea pueda funcionar mejor. Todos los domingos (dia de mierda si los hay) publicaré un capítulo de este texto y tal vez a ustedes se les ocurra ponerle alguna imagen. Me la mandan por correo electrónico y yo la publico (si se puede publicar, claro), la discutimos, la criticamos, le hacermos todo el tratamiento, si! . Ahora les pincho ésta de acá abajo que la hizo Cata. La única inspirada que finalmente logró una foto buena de un cuento tan malo.

No sentía nada (I)

No sentía nada. ¿Estaba apagado, triste? El café tenía un gusto definitivamente raro. Él nunca hacía el café a la mañana. Su mamá o Juana (su hermana menor) lo hacían. Sabía que podía tener gustos diferentes por la marca, la cantidad de cucharadas en la cafetera, el agua. Estaba acostumbrado a todos esos diferentes gustos. Incluso algunos lo ponían de mal humor cuando todavía no podía “despegar” y necesitaba un sabor
preciso. Fernando siempre había tenido un sentido muy desarrollado del gusto
y el olfato.

– ¿Qué le pusiste hoy al café Ju?
– Nada, lo de siempre. ¿Por qué te quejás boludo?
– No me quejo.
– Entonces no pongas esa cara de boludo.

Juana tiene cuatro años menos que él, y sin embargo siempre se comportó como si fuera mayor. La relación invertida. Todavía tiene el olor de su hermana impregnado en la mente de cuando ella nació.

Fernando siente algo áspero debajo de la lengua. Mira a su hermana que le da la espalda mientras le habla. Podría estar quieto todo el día frente a la taza del desayuno. ¿Para qué moverse?
Ni que hubiera aprendido la lección en exceso. Ese desborde de energía rotundo había colapsado, se había esfumado.

– ¿Negro o blanco?- pregunta Juana graduando el fuego.
– ¿Quedó del que traje ayer?
– Todo tuyo. Está arriba de la heladera; ¿me alcanzás el queso ya que estás?

Fernando se incorporó atento a la respuesta de sus músculos, midiendo su propio peso.

– No sé qué le ponen; ¿lo probaste?
– Es pan! ¿qué le van a poner? harina, levadura y alguna gilada para cobrártelo un huevo. ¡Sólo vos comprás un pan a seis mangos!

El tono irritante de su hermana esta vez siguió de largo. ¿Lo traspasó? A Fernando le sonaba un eco. A pesar del sabroso mordisco el estómago se cerró resentido. Sumergido en sus contradicciones sin levantar la vista del plato, de golpe se sintió observado. “Puta! puto pan!” tragó callado.
Ahora, a la sensación áspera en la boca se suma el revoltijo en el estómago. Su mano derecha que está apoyada sobre la mesa, justo al lado de la taza, parece distinta. Está quieta, muerta; pero sigue sintiendo el fluir de la sangre por dentro. “Hace mucho que no me clavo una pasta, ayer no tomé nada….”

Fernando mira a su hermana que le sigue dando la espalda. Él ya está casi totalmente rígido; mira las caderas de su hermana. Nunca había reparado en las caderas de su hermana.

“Tengo que salir ya para el trabajo, puta! que sensación rara!”. Siente los oídos como atravesados por una fina cuerda de acero.

Juana calienta más café y se sirve otra taza. “Qué malhumor, este boludo está cada vez más nerdo. Y ayer Oli ni apareció, me dejó colgada y pensando que algo iba a pasar. Pero ¿dónde se metió la vieja?”

– Te está haciendo bien esta novia nueva, ¿cómo se llama?
– No me empieces a joder temprano! Olivia, ¿tanto te cuesta? y no es mi
novia.
– ¿Está linda OLIVIA? ¿Vos qué vendrías a ser, Popey? ¡Con lo que te gusta la
espinaca!
– ¡Ves que sos un imbécil! después querés que te presente a mis amigas; no te
aguanto. ¿Sabés dónde está mamá?
– ¿Por qué te ponés así? qué falta de humor. Claro que quiero conocer a tus amigas, ¿acaso no es normal?
– ¿Sabés de mamá o no?, preguntó ella en un tono más bajo sin poder disimular
su enojo. Se levantó molesta y empezó a acomodar las tazas y platos.
Fernando dio un último sorbo y caminado hacia la pileta de la cocina distraídamente encerró a su hermana contra le mesada. Fingiendo no querer tocarla se estiró para llegar al borde sosteniendo todo el
aire que rodeaba a Juana.
– Andará en las suyas la vieja. ¿Te tiene preocupada?- preguntó con la voz más tierna que pudo.
– Me tengo que ir cagando.- agregó enseguida.

Mujeres 03

Se trata transmitir una experiencia por medio de la fotografía. Y si, es cierto que la meta es inalcanzable (aunque no estoy de acuerdo con Verónica:)), pero mientras tanto nos vamos enterando de algunos autores que estuvieron muy muy cerca de lograrlo. Por ejemplo Francesca Woodman que dedicó su corta vida (se fue voluntariamente de estos pagos cuando tenía 22 años creo) a autorretratarse y  experimentar mientras estudiaba arte. Hoy es una fotógrafa de culto (parece que los suicidas siempre son motivo de culto che). Yo conozco un libro antológico de ella. Es conmovedor, pleno de simbolismos y exploraciones. Logró algo trascendente y tal vez nunca se lo propuso. Me maldigo todavía de no haberlo comprado en su momento!. Igual, esto de coleccionar libros a lo Martín Parr me parece un poco obceno (¿obceno?).

Perdón! me fui, me fui otra vez. Recién llego al diario y leo los comentarios. Me estaba olvidando de uno de mis más admirados autores: Edward Weston. Dedicó sus últimos años (antes de que le agarrara el Parkinson y empezara con las secuencias! :p) a fotografiar a su jovencísima esposa Charis Wilson. Yo creo que este pibe logró transmitir algo. Ella colaboraba también. En sus fotos puede verse la enorme fascinación de un hombre mayor frente a la espléndida belleza de una mujer muy joven. Se conocieron cuando él tenia 48 y ella 19. ¿Qué tal?

John Berger dice que con una foto sola no se puede transmitir una experiencia completa, compleja. Asi que hay que usar más de una chicos. ¿Pero cómo las combinamos?

Mujeres 02

Hola hola! Cuántos comentarios! no lo puedo creeeeeer…. Muchas gracias. Si todos estamos hablando de lo mismo, de lo que se trata es de buscar aquel fotógrafo que haya mostrado “la esencia” de una mujer. ¿Que será lo esencial? Ya saben lo que dijo Saint Exupèry sobre el tema. Asi que estamos sonados y encima queda al descubierto mi abyecta intención al escribir este comentario: lo hago unicamente para que sigan comentando!

NO! No es cierto. El tema me encanta. Recuerdo que hace unos años compré un librito revelador: The Model Wife. Y ahorita mismo estoy viendo las fotos que hizo George Stieglitz de su mujer Georgia O´Keeffe. Qué ambicioso este hombre! La pobre Georgia se sometía (a veces de mala gana, se nota en algunas imágenes) a sus requerimientos casi como si fuera un trabajo.  Con el título de “Georga O´Keeffe, un retrato”, trabajaron durante  durante diez años y cuando el rostro de O´Keeffe empezó a envejecer, el bueno de George no tuvo inconvenientes en seguir fotografiándola omitiendo el rostro, ya que el cuerpo lo mantenía tan espléndido como en su juventud. Flor de piola Stieglitz.

Pero siguiendo con el tema de la esencia (de la mujer, que no voy a escribir de otra cosa! for the moment),  quiero someter a vuestra consideración el bello trabajo de la holandesa Rineke Dijstra. (el tríptico que encabeza este comentario) Me encanta! Estas si, son mujeres bellas y reales. Confieso que  más de una chica que vio estas fotos se sintió practicamente insultada. yO NO ESTOY De acuerdo. Pero el sentido de belleza, después de todo persigue un ideal. Los ideales son lo contrario a la realidad. Y la realidad a veces es dolorosa, o está en contra de lo que nos han enseñado. Pero el dolor casi siempre es más fotogénico que la alegría. La fotografía nos permite investigar “el otro lado de la luna”,  u ocultarlo. Ustedes, de qué lado están?

Mujeres 01

Hace unos días the negative man hizo un comentario malvado en este blog acerca de una foto de RES. La chica crucificada. ¿Se acuerdan? Pues yo tengo grabada esa imagen! Por la chica, dirán ustedes. Y si, tienen razón, por la chica. Pero ahora que the negative man no está, aprovecho y lo escucho a Jorge Mara que me dice: “tenés que ver la obra de Miroslav Tichý. Es un genio!”

Pufff! ayer no tuve tiempo de googlearlo a este checo desconocido y genio que hacía sus cámaras con deshechos de cuero atadas con piolines, estenopeicas con teles de cartón. Lo encuentro en su sitio, que es donde se encuentran todas las cosas en internet. Pero su sitio es lento y aburrido, asi que me voy a la MIchael Hoppen Gallery de Londres, que es mucho más navegable. Además es más paqueta y está en King Road. Y tiene una lista de artistas que te deja perplejo. Caray! pero qué fotógrafos en la nómina!

Lo encuentro, paseando nomás mientras me imagino caminando por la vereda norte de King Road (dentro de unos meses nomás…) al gran Kishin Shinoyama. Éste si que hizo algo nuevo con las mujeres :p (o fue Bill Brandt al mismo tiempo y en Londres?) No sé, la verdad, no sé. Pero las fotos de mujeres de Shinoyama son una marca. Y creo que la diferencia con Brandt es que el japonés encuentra una asociación de la forma femenina y la naturaleza que es francamente atractiva… por decirlo de una manera elegante.

Bien lejos del vouyerismo del checo que fabricaba teles de cartón cada vez más largos con tal de llegar con algo de foco a las nalgas de las bañistas desprevenidas, están las fotos de Miles Aldrige que el mes que viene presenta su libro Pictures for Photographs publicado por Steidl.

Buehhh.. ya me mareo con tantas chicas. Me queda una preguntita rebotando entre tanto perfume femenino, técnicas varias, sofisticación, moda, etc., etc. Cuál ha sido el fotógrafo que pudo captar la esencia de la mujer (qué ambición!). Tiro nombres: Weston? Callahan? Friedlander? Arbus tal vez? Pedro Luis Raota? NOMBRES! quiero nombres….

Simulación de un engaño

Las apariencias engañan! dice el viejo refrán. Y es cierto. El ejemplo más claro es la clásica foto carnet. ¿Quién podría decir algo acertado de una persona a partir de su foto carnet? Hace no muchos años, en los estudios de fotografia (al estilo Annemarie Heinrich) te podían hacer un retrato para el documento tecnicamente impecable, y además cuidaban tu mejor perfil, te peinaban antes, te quitaban los brillitos. Y después retocaban la foto…. para seguir engañando con las apariencias.

Para bien o para mal, las apariencias siempre engañan. Esta conclusión es el meollo elemental de cualquier fotografía. El arte de engañar es una de las materias básicas que tiene que aprobar cualquier aspirante a fotógrafo. Dar una imágen que no tenga nada que ver con lo que nos está pasando. Ser más joven, ser jovial, tener los ojos más claros, el pelo más rubio, eliminar las arrugas. De todas maneras, lo más efectivo sigue siendo engañar con la expresión.
Una de las tendencias más desarrolladas en la fotografía contemporánea es la búsqueda de la “no expresión”. El alemán Thomas Ruff es un especialista. Fotografió a todos sus amigos y lo logró. Nada che, un enigma completo.

El norteamericano Noah Kalina se hizo una foto de tefrén, cada dia durante seis meses! sin poner cara de nada. Lo logró, su trabajo no sirve para nada tampoco. Ya usé esta cita pero me encanta Buika: “Si vas a mentirme, miénteme bien” grita desde mi IPOd (perdón, me tengo que distraer! es mi primer día en la fábrica de noticias después de mis vacaciones…. póngase en mi lugar, por favor)

Cuento los minutos que faltan para el cierre del lunes… recién  empiezo y ya no doy más. Me acabo de pelear con un editor en Sao Paulo. Mi jefa no me pasa la nota que tenemos de Nadal. El teléfono no deja de sonar. Hay personas que se acercan, sigilosas, por detrás mio y me hablar de repente!

Yo me mantengo firme e inexpresivo. Cold man me gustaría ser, como Bob Dylan (o no era de Bob)?!. Pero no, si hasta en mis fotos carnet se nota mi “cortera” de entendimiento, mi confusión emocional crónica. En definitiva: mi estupidez rotunda. ¿Y ustedes? ¿qué ven en sus fotos carnet?

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