El domingo pasado fui a visitar el Museo Nacional de Bellas Artes. Sabía que todavía no se ha inaugurado ninguna de las grandes exposiciones programadas. Tampoco esperaba ver reflejada la impronta del nuevo director designado. Quería, simplemente, ver “cómo” está el museo, y sobre todo el reordenamiento del discurso curatorial de la colección permanente.
Ya estamos cerrando el año, y yo acá pensando en una consigna para salir a fotografíar a partir de la hora cero del año que comienza… 🙂
El dilema está planteado hace mucho tiempo. Pero a veces nos mareamos, perdemos pie, nos caemos. Y cuando volvemos a levantarnos, ya nos olvidamos de lo dicho.
Como ya deben saber, el World Press Photo Contest inaugura este año con nuevas normas en su reglamento. La intención es evitar las manipulaciones digitales e incluso cualquier exceso en la saturación y en los niveles de brillo y contraste que no sean “normales”. Esto es bien difícil de aplicar, porque la verdad es que nadie sabe, salvo que fuera obligación presentar documentos “crudos”, hasta dónde llega la “normalidad” en ese aspecto.
Ahora ya se lo que es una persona “verborrágica”. Tuve la suerte ayer, durante la segunda jornada de Sur Global Horizontes para una nueva Bienal de Arte, de escuchar al curador peruano Gustavo Buntinx. Yo creo que más bien su intervención en el panel donde se encontraban destacados curadores y críticos de América Latina, fue una “hemorragia controlada” Hasta su laptop era roja!. En fin…
Yo hago una obra visual. Algo que quiero mostrar. La cuelgo en el muro, “como un fusil de caza o un sombrero”. Y el que pase frente a ella tendrá que hacer el trabajo de terminarla. Esto es : encontrarle al menos un significado. Si yo trabajo para que el espectador sólo interprete lo que yo quise expresar, la estoy matando (a la obra). ¿Es así?
El tema es común a los dos fotógrafos: un almuerzo en el campo. Esta coincidencia y otras 9 tienden una hilo conductor entre Fernando Paillet en 1915, y Marcos López en 2007.
Ya las cosas están más tranquilas (en lo que a mi respecta, claro). El año llega a su fin y hago una lista personal para atravesar este mes de diciembre que, como siempre, promete ser complicado. Es una lista de lo hecho y de lo por hacer.
El miércoles lo charlábamos con Esteban Pastorino, durante la multitudinaria inauguración del Nano Festival de Fotografía. ¿Quién compra fotografía? le preguntaba yo. Y Esteban, en su estilo tan característico, respondió con una sola palabra: “nadie”
Cuando era chico me encantaba caminar por el borde de la medianera que dividía mi casa con la de al lado. Cuánta adrenalina!, intentar llegar del otro lado (la pared era cortita igual) sin caerse, en el techo del quincho del vecino… 🙂 )