Ser fotógrafo implica una cierta idea de la trangresión. Siempre estamos tropezando, y traspasando, alguna barrera entre lo que se puede hacer y lo no permitido. Más temprano que tarde alguien se da cuenta de nuestra intromisión. El retratado que teme por los resultados de nuestra toma, alguien en una escena callejera, las víctimas de un desastre. Hasta los perros lo piensan dos veces antes de enfrentar amigablemente la cámara.
Mi Foto Favorita… y por qué
Si, este es el título de la nueva sección que empiezo a publicar hoy mismo. Y como la convocatoria recién empieza les subo mi propia foto favorita (arriba). Queridisimos lectores y comentaristas, la idea de esta nueva propuesta es que me envíen una foto que consideren como la mejor, o la más significativa, en sus vidas de fotógrafos (aficionados o profesionales). Y muy importante, les pido que la acompañen con un breve texto explicando el por qué.
El próximo paso
Como muchos otros fotógrafos, en la tarde del domingo salí a pasear por la ciudad desierta, buscando fotos buenas 🙂 . Siempre pensé que las calles mudas y un poco sucias son un escenario propicio para imágenes inquietantes y tal vez… ¿quién sabe? se cuela alguna buena buena de verdad. Varios pensamientos se iban atropellando en mi cabeza, justo cuando tanto la necesitaba (a mi cabeza) para enroscar la zapata del trípode en mi vieja Rollei.
Muerte súbita
Fue de repente. Hasta ayer nomás, estaba pensando cuáles fotos iba a subir hoy para “la foto de jueves”. Esta mañana, mientras miraba la selección de la mejor fotografía del año en Dazed Digital, tuve un primer síntoma en mi cabeza.
Recuerdo de un minuto
¿Hay alguna forma de recordar el transcurso del tiempo?. Lo que uno atesora en la mente a través de los años son imágenes fijas que se repiten en nuestra memoria para convertirse en recuerdos. Así como el monótono hojear de un albúm que nos devuelve siempre el mismo rostro una y otra vez. Cuando vemos una fotografía, se dispara una señal que busca identificarse con algún recuerdo en nuestra mente. ¿Es lo que podríamos llamar evocación?
El domingo que fue jueves
La consigna del domingo era reunirse, dar la cara y las fotos. Y charlar acerca del blog. Mi primera pregunta fue: ¿Para qué sirve criticar una fotografía?.
¿Nos vemos mañana?
Parece que no lloverá. Algunos han confirmado, pero son pocos. Yo voy igual, llevo algunas fotos, una lona y mi libreta de ideas. Mañana, domingo 19, a las 16 hs, nos encontramos en algún lugar de la Plaza Alemania (Libertador y Cavia). Para ver fotos y pensar nuevas propuestas para el blog.
Foto de jueves
El cielo se me cae encima. Jueves de lluvia y recuerdos involuntarios. La foto de jueves no puede esperar. Arriba, “Cielo” de Sebastián Benegui. Es mi preferida. Abajo siguen “Sifón” de Pipy Lupindo; y “El otro ojo” de Sergio Bosco. Ustedes comienzan, yo los sigo. Ahhh! ¿Nos vemos el domingo?
¿Los mejores?
Son las once de la mañana. Hoy tengo franco y me había juramentado no acercarme a mi laptop. Pero no pude con mi genio. “Es inevitable, prefiero el vicio a mis amigos”, decía un arrogante personaje de Marcel Proust. Pero no me quiero ir del tema por el que estoy aquí. Recién entre a mi FB y me encuentro con un link que me deja Paula K.
La voluntad
El domingo fui a Proa a visitar la muestra Dioses, ritos y oficios del México Prehispánico. Cada pieza de la colección es una pequeña maravilla. El dominio técnico que los olmecas tenían sobre la arcilla y la piedra es notable. Y todo lo que hacían tenía un sentido muy definido. Los artistas, muy experimentados y sensibles, eran trabajadores anónimos. Al menos para nosotros.