Debo admitirlo. Hace varios meses que espero que el renacer ochentoso que invadió la tanda publicitaria desde el comienzo de este siglo inicie su curva descendente. Sin embargo, la producción de comerciales sigue teñida de referencias a aquella década, ya sea en el plano estético o en el temático.
Veamos los dos ejemplos más recientes. Uno de origen local y el otro europeo. El primero es una idea de la agencia que es una verdadera especialista en desodorantes y afines. Antes VegaOlmosPonce, ahora Ponce Buenos Aires, el equipo comandado por Hernán Ponce -hombre clave de la industria publicitaria argentina- suma una nueva historia a su vasto archivo de spots para Axe, la marca de Unilever.
Basta ver “Ducha”, realizado también para Axe Seco pero en 2006, para entender por qué los seguidores de la publicidad esperamos cada campaña de Ponce (para Axe o para Rexona) con expectativas renovadas. La originalidad de las ideas y las ejecuciones de nivel internacional hacen que los comerciales para estas etiquetas se erijan como verdaderas excepciones de una categoría acostumbrada al conservadurismo.
Como en “Ducha”, en “Alas de gloria” (para Axe Seco en su versión Sensitive) el surrealismo cumple un rol protagónico, una elección perfecta para volcar al consumidor de cabeza en la ficción publicitaria, esta vez bañada con un espíritu ochentoso linkeado directamente a “Top Gun”, una película que marcó época. El aviso, que se verá durante 2010 en todo el mundo, fue dirigido por Benzo Theodore para Pioneer Productions / Park Pictures.
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