La nostalgia ochentosa que ha invadido buena parte de la publicidad argentina de la última década no es un fenómeno que se circunscriba a nuestra tanda. Días atrás, Crispin Porter + Bogusky (CP+B) estrenó una pieza protagonizada por Lawrence Tureaud, nombre y apellido que no nos dicen nada salvo que les haga la conversión a ficción y les hable de Mario Baracus o Mr. T, el recordado personaje de “Brigada A” (“The A-team” o “Los magníficos”, según desde dónde estés leyendo estas líneas).
Se trata de la más reciente campaña de esta agencia estadounidense –fundada en 1988 en Florida– para su cliente Old Navy, bautizada “The best Tee ever“ (algo así como “La mejor remera de la historia”) y dedicada a promocionar la prenda clave de la colección de primavera-verano de la marca en el contexto de un infomercial, ese subgénero publicitario que ocupa la programación de televisión en horarios marginales pero que también se ha consolidado como un PNT típico de ciclos de reducidas pautas publicitarias. Con testimoniales y demostraciones en vivo como recursos clave, los infomerciales trascendieron su objetivo primario y generaron –involuntariamente– repercusiones de rebote humorístico en un público que quizá no sea potencial comprador de los productos que promociona. Seguir leyendo