“El hombre –Kurtz– tiene la mente clara, pero su alma está loca”, esas son palabras del reportero gráfico más extravagante del cine. Entre el capitán Willard –Martin Sheen–, el coronel Kurtz –Marlon Brando– y el coronel Kilgore –Robert Duvall– emergió el personaje de un film, interpretado por Dennis Hopper, que acaparó la atención y que en el reparto figura como fotógrafo free lance –no se conoce su nombre–. El espacio en el que aparece este carácter secundario, pero no menos destacado, es Apocalipisis Now, de Francis Ford Coppola, una película de 1979 que se convirtió en una de las más importantes de la historia –basada en el libro El corazón de las tinieblas–.
Ayer se cumplió un año de la muerte de Dennis Hopper que, además de actor y coleccionista de arte, fue un fotógrafo que buscaba explicar la realidad de manera íntima por medio de sus imágenes. Hopper fue el más indicado para desempeñar el papel del corresponsal de guerra alocado, apegado a las drogas, dispuesto a violar cualquier límite y a poner su vida en peligro. La línea que dividía al actor de Easy Rider de aquel personaje de Coppola era demasiado delgada. Hopper tuvo que mirar en su interior e inspirarse en las experiencias reales de otro fotógrafo de guerra: Tim Page.
Nacido en Inglaterra, Page estuvo en Vietnam y Camboya durante la guerra. Pasó años en la selva –fue herido cuatro veces– y su estilo de vida, por los años 60, se pareció mucho al reportero gráfico de Apocalipsis Now. Como fotógrafo independiente, colaboró para Time, Life, UPI, AFP, AP y Paris Match. Actualmente, trabaja como profesor de fotoperiodismo en la Universidad Griffith, Australia.