Los eventos climáticos extremos se suceden sin que alcancemos a registrar la magnitud de daños que causan y de vidas que se llevan. En el último mes del año pasado y los primeros días de este año se han sucedido un supertifón, olas de calor, olas de frío y miles de muertes.
La pregunta es obligada: ¿Tiene que ver con el cambio climático? Tuve la oportunidad de entrevistar junto a otros periodistas a Simon Boxall, oceanógrafo de la Facultad de Ciencias del Océano y la Tierra de la Universidad de Southampton para preguntarle especialmente por el Haiyan, el super tifón que causó unas 6000 muertes.
¿Es posible que Haiyan haya sido consecuencia del cambio climático y la acidificación de los océanos?, le pregunté.
Esa es la gran pregunta. Una de nuestras grandes preocupaciones es predecir nuevas zonas de tifones y tormentas porque el calentamiento global es una realidad. El oceano requiere temperaturas entre 26.5 y 27 grados en su superficie para que se forme un tifón o un huracán; sin embargo, las investigaciones apenas están empezando y apuntando a mirar cómo controlar ese efecto y qué otras condiciones pueden incidir en la formación de tormentas.
Pasado mañana Discovery emitirá a las 23 un documental exclusivo “El Megatifón de Filipinas” sobre el super tifón, que contó con la participación de Boxall para su concreción.