La marcha atrás en la quita de subsidios para el consumo de luz y de gas dejó al desnudo el inexistente planeamiento energético en nuestro país. Se perdió, una vez más, una gran oportunidad para generar una conciencia sobre consumo responsable y aprovechamiento de los recursos naturales.
Aunque sólo se habla de los miles de millones que pondrá el Estado o iban a abonar los consumidores, estos dos meses de suspensión deberían haber ser utilizados para una campaña masiva de difusión sobre la eficiencia energética y los provechos que pueden generar para la matriz local, según varios expertos al borde del colapso.
Independientemente de quién pague esos costos ¿es saludable que un hogar o una familia consuman más de 1000 m3 de gas? ¿Cómo se entienden las abultadas facturas que llegaron a los domicilios de cientos de miles de personas? ¿Es un consumo excesivo y se podría ahorrar o el comportamiento que tenemos los argentinos va por el buen camino? Sería bueno que algún funcionario oficial lo explicara, así como también que las energías derivadas de combustibles fósiles se agotan, además de contribuir al calentamiento global.
Mi aporte apunta a que tomemos conciencia de lo que consumimos en casa. Encontré este simulador que pueden consultar.