Tenencia de armas en Estados Unidos: guerra de data

 

Fuente:Lohud.com

¿Qué harías vos si te enteraras de que varios vecinos de tu misma cuadra ―o edificio―tienen un arma? O que esa misma persona que te saluda con una sonrisa respetuosa todas las mañanas cuando te la encontrás en la puerta del edificio, duerme con una ametralladora bajo su almohada. ¿Es información que quisieras saber? ¿Qué harías al enterarte de esto? ¿Evitarías pelearte con tu vecino por cualquier nimiedad y le darías la razón en todo? O vos también, comprarías un arma para protegerte.

Y si en cambio sos vos el portador de un arma y un periódico publica en internet tu nombre y dirección señalándote como portador de un arma de fuego. ¿Irías a quejarte a los editores del diario que publicaron esa información privada? ¿Los amenazarías por publicar esa información?

En EEUU hay dos bandas segmentadas por calurosas discusiones: los que apoyan el derecho a la portación de armas para defensa personal y los que están en contra de su uso. Esta disputa se trasladó al campo de la información y las bases de datos, dos cañones dañinos de éstos tiempos.

Agencia Reuters

Todos leímos con estupefacción los sucesos del 14 de diciembre del año pasado, en los que un hombre abrió fuego en la escuela primaria de Sandy Hook en Newton, Estado de Connecticut, Estados Unidos. En ese tiroteo murieron 27 personas, de los cuales 20 eran niños. Pero en la memoria de todos, probablemente, se cristalizaron las caras de horror y tristeza de los niños allí presentes difundidas por agencias de noticias en todo el mundo.

Fuente:bigalsshows.com

Luego de la cruenta matanza en Sandy Hook, se reforzó aún más la distancia entre las voces activistas a favor y en contra de las armas en Estados Unidos.

Uno de los actores con más peso en la temática es la Asociación Nacional del Rifle (NRA). La organización apoya a rajatabla la segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que protege el derecho de cada individuo a portar un arma. Cuando sucedió la masacre de Sandy Hook, la NRA escondió la cabeza debajo de la tierra: automáticamente desactivó su página de Facebook y silenció su Twitter, sumado al rechazo de los líderes de la organización a participar en entrevistas televisivas.

Cuando una semana más tarde la NRA salió a la luz, propuso más armas como respuesta a la violencia. Sugirió que haya una guardia entrenada y armada en cada una de las 100.000 escuelas de EEUU.

Los medios de comunicación estadunidense volcaron en sus páginas las voces antagónicas sobre qué hacer con el hecho de que sea tan fácil comprar armas de guerra y ametralladoras automáticas para cualquier desquiciado que así lo desee.

The Journal News, fue uno de los diarios que aderezó esta polémica con la publicación de un mapa interactivo con el nombre y la dirección de todos los que tienen permisos de armas de fuego en varios municipios de Nueva York (ya que la ley estatal protege el acceso público de dicha información).

El resultado final de verter esta base de datos en un mapa de Google es un llamativo hormiguero de puntos, que refleja la gran cantidad de personas que tienen armas en sus hogares. Muchos se enojaron por la publicación de esta información ya que alegaron que atenta contra su privacidad. Incluso algunos argumentaron que la difusión de esta data ponía en peligro a aquellos que no portaban armas, al convertirlos en blancos fáciles de robos.

Mientras continuaba la discusión sobre la ética del periodismo, los datos privados, y la seguridad pública versus el derecho a la libertad de expresión, un grupo se desquitó con la redacción del diario The Journal News.

Un grupo de personas (no identificadas aún), publicó otro mapa. Este google map incluye información de todos los empleados de The Journal News: su nombre con foto incluida, dirección, número de teléfono, área de especialización, usuario en redes sociales, entre otros.

Los periodistas y editores temieron por su propia seguridad y la de su familia, ya que según medios de comunicación, como El Universal de México, The Journal tuvo que contratar guardias armados para poteger reporteros y editores que recibieron amenazas de muerte.

¿Qué pensás vos al respecto? ¿Estás de acuerdo con la difusión de este tipo de información? ¿Cuál es la línea que divide aquello que se puede publicar y aquello que es información privada?