Por Esteban Mirofsky
“No te creí ni los buenos días”, me dijo hace unos días Manuel Aristarán cuando le pregunté con qué sensación se había ido de mi oficina hace 4 años cuando le dije que el Gobierno de Bahía Blanca le iba a dar acceso directo a la base de datos administrativas. Una decisión de la gestión anterior había hecho muy difícil que Gasto Público Bahiense (https://github.com/jazzido/GPB)—plataforma de su autoría que en el 2010 comenzó a mostrar los gastos del municipio de una manera muy clara — actualizara sus datos, y queríamos que volviera a funcionar.
Hacía una semana que yo había asumido el cargo de Secretario de la Agencia de Innovación y Gobierno Abierto de Bahía Blanca y lo único que tenía claro era que involucrar a terceros, que no pertenezcan al gobierno, era algo que legitimaba el proceso de apertura de datos y transparencia.
A medida que fuimos afianzando nuestra relación, las charlas con Manuel siempre fueron muy buenas. Yo admiraba a un tipo que por el solo hecho de tener iniciativa y porque podía, había creado Gasto Publico Bahiense. De su lado, supongo que empezaba a confiar en un “político” como yo, algo diferente a lo que venía acostumbrado.
En alguna de esas charlas, me mencionó la posibilidad de crear una herramienta fácilmente replicable en todos los municipios de la provincia de Buenos Aires. Esto sería posible dado que la gran mayoría de los municipios de la provincia utilizan el mismo software administrativo y contable, conocido como RAFAM.
A partir de ahí fue que empezamos a barajar esta idea y la combinamos con un pedido que me había hecho el entonces Intendente de Bahía Blanca, Gustavo Bevilacqua. El Intendente quería un tablero de control en tiempo real de la gestión, que se alimentara de los datos generados y almacenados por este sistema implementado por casi todos los municipios bonaerenses.
Los informes que entrega RAFAM, para aquellos que no estamos acostumbrados al lenguaje contable, son chino básico. Son enormes PDF que ningún ciudadano común entendería.
Así fue como a principios de 2015 comenzamos una serie de entrevistas entre Manuel y funcionarios del Gobierno para definir la funcionalidad y alcance de la herramienta que queríamos desarrollar. Por estas entrevistas pasaron, el Intendente, Secretarios de Gobierno, Economía, Contador, Sistemas, Redes, etc.
Definimos que el proyecto tendría como principal objetivo convertirse en un tablero de control para Intendentes y Funcionarios de tal forma que el estado de situación de los municipios se puedan seguir visualmente de manera sencilla y amigable con esta plataforma de interpretación de información de una manera mucho más visual, interactiva y didáctica.
Este proyecto, que internamente llamábamos Open RAFAM, se convirtió en la tesis de maestría en el prestigioso Media Lab del MIT, donde Manuel estaba becado desde el 2014.
Mientras fui responsable de la Agencia de Gobierno Abierto, Open RAFAM se convirtió en uno de los proyectos más ambiciosos en los que me tocó involucrarme dada su potencialidad y capacidad de fácil implementación. Tampoco voy a negar cierto orgullo y fascinación por tener un proyecto de una ciudad como Bahía Blanca que de alguna manera es parte del MIT de la mano de una persona como Manuel.
A mediados de noviembre fue que Manuel publicó “Presupuesto Abierto” (http://gabierto.bahiablanca.gob.ar/presupuesto-abierto/) donde se puede ver el presupuesto de Bahía Blanca en todas sus posibles combinaciones, de donde vienen los fondos, en que se gasta, quien lo gasta, como se va modificando el mismo en relación al presupuesto aprobado.
Presupuesto Abierto permite que casi la totalidad de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires tengan en sus manos una herramienta de gestión fundamental a la hora de tomar decisiones y así también que abran sus datos, sin requerir grandes inversiones en desarrollo de software, infraestructura o personal.
En todo este proceso hubo mucha gente involucrada: Manuel y su equipo, funcionarios políticos, personal de sistemas y operativos del municipio, etc.
Después de casi un año y medio de haber dejado la gestión tuve contacto con al menos 10 gobiernos locales que conocieron en detalle la implementación que se hizo en Bahía Blanca, incluyendo el proyecto Presupuesto Abierto, ninguno tuvo la voluntad política de encarar un proyecto de transparencia presupuestaria y compras en tiempo real. La respuesta típica fue “nosotros ni locos podemos hacer eso, pero porque no empezamos con algo más tranquilo como publicar en un mapa de escuelas……”. En otra oportunidad, un secretario de un municipio me manifestó su preocupación de que otros secretarios del mismo municipio podrían saber cómo ejecutaba su presupuesto. Esta anécdota habla a las claras de que la transparencia, en la Argentina, ni siquiera se ejerce internamente.
Uno de los componentes esenciales de la plataforma Presupuesto Abierto ——el que permite extraer los datos del sistema RAFAM para poder cargarlos en herramientas de análisis y visualización— está publicado en el el blog de Manuel Aristarán. Allí explica, de manera muy clara, por qué decidió liberarlo:(http://blog.jazzido.com/2017/04/03/openrafam-abriendo-los-presupuestos-municipales)
Los gobiernos no pueden seguir hablando de transparencia si se continúan lanzando portales de “Gobierno Abierto” en donde prácticamente no se publican Declaraciones Juradas, Presupuesto y Compras, durante el año 2016 se implementaron más de 15 de estos portales donde NINGUNO publicó compras y contrataciones y solo 3 Presupuesto.
Es responsabilidad de la sociedad civil, medios y demás actores involucrados dejar de hacer la vista gorda ante esta situación donde gobiernos organizan foros y congresos pero no publican información vinculada a temas de transparencia.
En definitiva ya todos sabemos que es un dato abierto y que no se trata de tecnología sino de voluntad política, ya no hay más excusas.