Comedor La Buena Voluntad
Entrando a la página del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), uno se tropieza con una buena noticia: casi no hay indigencia en el país. Y de hecho, disminuyó casi seis veces durante el período 2006-2011. Según el Indec, viven esta situación de precariedad sólo 1, 7% de los argentinos, mientras que en 2006, este mismo indicador marcaba 10%.
“El año que viene ya no habrá indigencia en la Argentina, según el Indec”, dijo Dan Adaszko, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina. Una llega a esta conclusión mirando la disminución sostenida de las cifras de indigencia en las estadísticas oficiales. Para calcularlo, analizan la proporción de hogares cuyos ingresos no superen el valor (precio) de la canasta básica de alimentos.
Lo mismo sucede con los niveles de pobreza en ese mismo período.
Entonces: la indigencia y la pobreza están bajando a ritmos galopantes. ¿Tenemos motivos para ponernos contentos? El problema es que la realidad depende del cristal con que se mire. Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA, la indigencia en el 2011 fue de 5,4%, y la pobreza, de 21,9%. En rigor, hay tres veces más de pobres según el ODSA (UCA) que lo que muestra el Indec.
Adaszko explica que esto sucede por la diferencia del precio de la canasta básica de alimentos entre ambas estimaciones. En definitiva, para el Indec los productos son más baratos, y con 203 pesos, una persona podía comprar (en 2011) toda la comida necesaria del mes. Sin embargo, el investigador de la UCA explica que la inflación se está comiendo el precio de esa canasta.
Las diferencias entre ambas estimaciones se agudizan desde 2007, que es el año en que se intervino el Indec, según un informe de la UBA. Podés usar el tableau (gráfico interactivo) para que vos mismo compares ambas estimaciones, y saques tus propias conclusiones y nos cuentes tu opinión.
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