Twitter puede no ser el canal más efectivo, pero es un medio totalmente válido para preguntar por información pública en Inglaterra. No sólo eso. En noviembre de 2012, la Oficina del Comisionado de Información (ICO, sus siglas en inglés), órgano destinado a fomentar el acceso a datos oficiales y proteger la información personal en ese país, elaboró una breve guía donde explica los requisitos que deben cumplirse para que el pedido sea considerado. Aquí, las claves:
- Es necesario dar el nombre real: puede estar en el usuario de la cuenta o en el perfil de quien consulta. En Inglaterra, los funcionarios públicos no están obligados a responder las solicitudes de acceso a la información realizadas con seudónimos, aunque, desde ICO reconocen que es una muy buena práctica hacerlo.
- Brindar una dirección de correspondencia: domicilio postal o simplemente un correo electrónico. Se puede dar el usuario de Twitter, si bien recomiendan no hacerlo debido a las limitaciones a la hora de responder. Una posible solución es publicar la información en el sitio del organismo y luego enviar el link.
- Por último, las dependencias deben “alentar el uso responsable de la red social como medio para hacer solicitudes de acceso a la información”.
¿Qué nos enseña esto? Que el desarrollo de mecanismos y canales para llegar a los documentos públicos es tan importante como las normativas que reglamentan su ejercicio. En nuestro país, en el marco del decreto 1172 los pedidos sólo pueden hacerse en papel. La plataforma electrónica es todavía una gran deuda del Estado y las solicitudes por Twitter, parecen hoy muy lejanas. Sin embargo, el desarrollo de nuevas maneras de preguntar no podrá invalidar nunca las formas tradicionales de solicitar los datos en poder de la Administración Pública. Por eso, es importante que las reglamentaciones no sean restrictivas. La cultura de la transparencia merece que la alimentemos día a día y si Twitter ayuda, bienvenido sea.