A simple vista parece ser una obra de arte común y corriente, pero no lo es. Kryptos es el nombre de la escultura que la CIA le encargó a Jim Sanborn en 1990. Un pedido simple y un material que pasaría desapercibido una vez instalado en el exterior de las oficinas de la Agencia Central de Inteligencia. No fue así.
La obra, que significa “escondido”, tiene tallados 865 caracteres con un mensaje que aún no fue descifrado en su totalidad.
Según un artículo publicado en Wired este año, en 1998 David Stein, un analista de la CIA descubrió 3 de los 4 mensajes codificados luego de pasar más de 400 horas con un lápiz y papel. En su momento, el organismo no le dejó hacer pública la noticia y sólo se enteraron sus compañeros de trabajo más cercanos.
Sobre cómo vivió aquella experiencia, recuerda que “fue un momento de claridad en donde todas mis dudas sobre los distintos caminos a seguir para resolver el problema, desaparecieron (…) “Traté de contener mi emoción al presenciar el milagro de letras que se formó poco a poco, una palabra tras otra”.
De acuerdo con el artículo, un año más tarde Stein relató cómo descifró el código y el texto fue publicado por la misma CIA en su revista. Sin embargo, nunca tuvo difusión plena hasta que en junio de 2013 en National Security Archive dio a conocer la publicación.
Lo cierto es que, a más de 20 años de su producción, la escultura aún cuenta con un bloque de casi 100 caracteres que no han sido revelados.
Tras ser contactado en numerosas oportunidades por personas que creyeron resolver el enigma, en 2010 el propio artista abrió un sitio web para recibir las posibles soluciones. Allí, los usuarios deben ingresar los primeros 10 caracteres de la respuesta.
También, a través del New York Times, dio una pista clave: los caracteres 64 al 69 (NYPVTT) significan “Berlín”.
Para el que quiera intentarlo, acá les dejo el código:
OBKR
UOXOGHULBSOLIFBBWFLRVQQPRNGKSSO
TWTQSJQSSEKZZWATJKLUDIAWINFBNYP
VTTMZFPKWGDKZXTJCDIGKUHUAUEKCAR
Artículo completo de David Stein