El premio Rose Mary al peor desempeño en acceso a la información

 

En 1974, la secretaria de Richard Nixon admitió ante un tribunal de EE.UU. haber borrado más de 18 minutos de conversación clave del caso Watergate. El hecho se hizo famoso y la foto de Rose Mary Woods explicando que la torpeza podría haber ocurrido por atender el teléfono mientras transcribía cintas, recorrió el mundo.

Desde 2005, el National Security Archive, organización dedicada a desclasificar documentos sobre Seguridad Nacional, reconoce con el “Premio Rose Mary” a la dependencia gubernamental de EE.UU. con el peor desempeño en materia de acceso a la información.

Aquí un recorrido histórico de los ganadores y algunos de los motivos por se hicieron merecedores del galardón.

2005 – 2006: CIA

  1. El organismo reunía el 40% de las peticiones más antiguas sin respuesta.
  2. Luego de no responder durante 15 años un pedido realizado por un diario de Pensilvania sobre los vínculos de un traficante de armas con un director de la NSA, la CIA respondió: “No tenemos registros”.
  3. Acerca de la relación entre un líder Talibán y Osama Bin Laden contestaron que no podían “confirmar o negar la existencia de documentos”. Sin embargo, cientos de archivos sobre el caso fueron liberados por otras agencias, incluyendo transcripciones de conversaciones.

2007: Fuerza Aérea

  1. Perdieron documentos relacionados con respuestas a pedidos de acceso a la información.
  2. En 1997, desapareció un conjunto único de expedientes de los Archivos Nacionales y Administración de Registros (NARA) que habían sido enviados a una oficina de la Fuerza Aérea.
  3. Información desactualizada e incorrecta en la web: como ejemplo, el National Security Archive menciona que un fax para enviar solicitudes de acceso a la información correspondía a la habitación de un hospital de la Fuerza Aérea.
  4. Respuesta pendiente más vieja del National Security Archive: 25/2/1988.
  5. Cantidad de links rotos en el sitio del organismo: 138.

2008: Departamento del Tesoro

En un pedido sobre esfuerzos para combatir el narcotráfico durante el gobierno de Clinton, al National Security Archive le preguntaron por escrito en tres oportunidades (2001, 2004 y 2007), si aún estaban interesados en la información. La institución explicó que en 7 años recibió 74 cartas de este tipo. Además, les solicitaron copia de pedido por extravío del original . Finalmente la solicitud no se respondió debido a que “por el tiempo transcurrido, los documentos se habían llevado al Archivo Nacional”.

2009: FBI

  1. “No se encuentran registros” fue la respuesta en el 57% de las solicitudes presentadas.
  2. Proporcionaron documentos únicamente en el 14% de los pedidos recibidos y cuentan con el menor porcentaje de solicitudes aceptadas de la Administración Nacional.
  3. Precariedad en los métodos de búsqueda de archivos.

2010: Consejo Federal de Oficiales de Información

Gastaron 71 millones de dólares en compras de Tecnología y aún no se invierten para desarrollar un sistema que guarde  electrónicamente todos los correos gubernamentales.

2011-2012: Departamento de Justicia

  1. Abuso de ley de espionaje contra las fugas de información clasificada.
  2. Uso excesivo de las excepciones de la ley de acceso a la información.

¿Quién será el próximo ganador? Sea como sea, las últimas filtraciones de documentos clasificados del gobierno de Obama impactan sobre las decisiones que toman los organismos (especialmente aquellos vinculados a tareas de inteligencia) a la hora de entregar información a las personas. Esto se suma a la ya constante falta de coherencia en una política clara sobre clasificación/desclasificación de archivos que con el correr de los años continúan siendo reservados.

Parece que habrá que esperar un largo tiempo para que la cultura del secreto sea algo que sólo se lea en los libros.

Fuente: National Security Archive