En la Red Cosecha Roja se publicaron las siguientes recomendaciones de Martín Caparrós, Andrea Domínguez y Roberto Valencia para periodistas que cubren temas vinculados al narcotráfico:

1. Desconfiar y si es posible huir de los “informes oficiales”, tanto en temas de drogas como en todos los temas ligados a la violencia. Es información que debe estar pero no puede convertirse en la única información para construir una historia.
2. Humanizar el problema, contar los datos, poner los rostros de las personas, priorizar casos concretos.
3. Salir del armazón de internet y el teléfono como metodología de trabajo.
4. Citar las fuentes con precisión y en su debido contexto.
5. Brindar cifras, pero no abrumar con ellas porque luego no se recuerda ninguna.
6. Desmitificar que las drogas son exclusivamente la cocaína, marihuana y heroína, invitar al lector a reflexionar sobre que las drogas son licitas o ilícitas de manera arbitraria.
7. Pararse desde una actitud de cuestionamiento a las situaciones de injusticia y que nos hacen sospechar: ¿por qué hay gente que está pasando 30 años en la cárcel por drogas, pero los grandes narcos no? ¿Por qué no es castigado el lavado de activos con la misma rigurosidad?
8. A partir de asumir como parte de la realidad que la economía de las drogas es parte de la economía de América Latina, ampliar el campo temático para poder abarcar el impacto de esta nueva situación: ¿qué efectos está produciendo esto? ¿Qué tipo de sistemas sociales? ¿Qué tipo de vidas? ¿Qué pasa con los usuarios de drogas? ¿Qué pasa con sus hijos? ¿Qué en las escuelas? ¿Qué con las familias donde el comercio de drogas forma parte de su economía doméstica?

Nulla poena sine iuditio

“Nadie puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso” (Art. 18 CN)

No sólo nuestra Constitución Nacional tiene una postura muy clara sobre la negativa a imponer una pena a una persona sin que haya juicio previo que lo declare culpable. Esta disposición aparece explícitamente en decenas de tratados internacionales sobre derechos humanos.

Sin embargo, la realidad muestra que en la mayoría de los casos él Nulla poena sine iuditio no se cumple.

En ese sentido, la Argentina tiene estadísticas que demuestran el excesivo uso de la prisión preventiva, que no es otra cosa que la privación de libertad de una persona que, al no haber sido declarada culpable mediante sentencia firme, se presume inocente.

Los números.

El Informe Anual de la Procuración Penitenciaria de la Nación (2009) detalla que en la Argentina hay unas 54.537 personas presas dentro del sistema federal, lo que da un promedio de 137.22 presos cada 100.000 habitantes. Seguir leyendo →