Hace un tiempo hice una nota hablando con expertos sobre cómo funciona el tema de inimputabilidad en la Argentina. Con el caso del autor de la reciente masacre en Denver, resurgió el debate sobre cuándo se considera a una persona inimputable y qué se hace en esos casos. En la Argentina, esto está reglamentado en el artículo 34 del Código Penal. Y esto es lo que opinan los expertos:
Expertos consultados por LA NACION explican los mecanismos y falencias del sistema en la Argentina.(nota completa, aquí)
“En nuestro país, el Hospital Borda y el Moyano solían ser, hasta los años 40, instituciones con buena calidad de gestión para estos casos. Pero estos centros de tratamientos psiquiátricos en gente peligrosa para sí y para terceros tenían un alto costo de mantenimiento”, explica Martín Abarrategui, perito psiquiatra que fue parte en la causa de las “hermanas satánicas”.
“Paulatinamente, estas instituciones se fueron desmantelando y la calidad comenzó a disminuir. La realidad es que para los casos que contempla el artículo 34 del Código Penal debería haber instituciones específicas”, añade el especialista.
Abarrategui sostiene, sin embargo, que los psiquiátricos convencionales cuentan con las medidas de seguridad necesarias, siempre y cuando el paciente esté medicado. “Pero si de repente aparece un familiar y logra sacarlo y la persona declarada inimputable deja de tomar la medicación, vuelve a ser un peligro”, dice el psiquiatra.
En el caso de las hermanas Vázquez, que asesinaron de 120 puñaladas a su padre en un rito satánico, los peritos coincidieron en que la menor de las jóvenes sufría de esquizofrenia. Por ese motivo, fue declarada inimputable e internada en la Unidad 27 del Servicio Penitenciario Federal que funciona en el Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano, en el barrio porteño de Barracas.
Hoy, la joven, que ya tiene 32 años, está en libertad .
Para Abarrategui, el sistema argentino “no es muy apropiado”. “En otros países la cárcel cuenta con un ala psiquiátrica, donde el interno ya no puede salir y la Justicia se asegura de que reciba la medicación correspondiente”, dice el perito.
Por otra parte, enfatiza que “la enfermedad no merece castigo”. “Devolver a la calle a una persona rehabilitada es un buen trabajo. Pero si es un psicópata, no se va a rehabilitar; debería aplicársele la condena más larga posible según el delito que haya cometido”.
Seguimiento de los casos
Una vez que la persona es declarada inimputable siguiendo el artículo 34 del Código Penal, todo depende de cómo evolucione durante su tratamiento en la institución psiquiátrica a la que se lo haya derivado.
“Hay que sincerarse: en nuestro país las medidas de seguridad que se aplican no se controlan debidamente porque ese sistema estatal no ha sido creado específicamente, no existiendo un equipo operativo suficiente para su seguimiento”, considera Claudio Stampalija, abogado penalista y criminólogo. “Las personas declaradas inimputables y alojadas en un establecimiento neuropsiquiátrico se hallan abandonadas a su suerte, careciendo de un férreo control del magistrado a cargo de las mismas”.
Stampalija explica que el artículo 34 del Código Penal no prevé un tiempo determinado para las medidas de seguridad que se le aplican al declarado inimputable, lo cual implica que las mismas tienen una duración indeterminada. Por ese motivo, sostiene que habría que “supervisar con cierta periodicidad la idoneidad” del ámbito y la del tratamiento. “Para ello los jueces deben realizar las visitas a quienes están internados a su disposición y también debe crearse un órgano de control especializado”.
“Así se podría merituar seriamente la proporcionalidad de la medida impuesta y asegurarse que no es posible aplicar una medida menos gravosa”, dice.
Embaucados
Para Hugo Marietan, médico psiquiatra referente en psicópatas, los pabellones del Borda y el Moyano cuentan con el personal y los tratamientos necesarios para tratar con los criminales declarados inimputables. “El problema es que muchas veces los abogados tratan de hacer pasar a sus clientes por inimputables porque saben que eventualmente recuperarán la libertad”, sostiene el especialista.
“Lamentablemente fue lo que pasó con El tirador de Belgrano [Martín Ríos] y resultó ser un embaucador”, dice Marietan. Ríos fue declarado inimputable luego de descargar 13 disparos contra un grupo de personas que caminaban por Cabildo al 1700 el 6 de julio de 2006 y acabar con la vida de Alfredo Marcenac. El año pasado, la Justicia anuló el fallo que lo había absuelto y ordenó que se realizara un nuevo juicio.
“En España, por ejemplo, a los esquizofrénicos se les da una pena carcelaria común si cometen un crimen. En la Argentina habría que reconsiderarlo, debatirlo entre los psiquiatras. Ayudaría a evitar las artimañas de los abogados”, opina Marietan.
“En el caso de las hermanas Vázquez, deberían recibir un tratamiento de por vida tras ese crimen espantoso. Pero nuestro sistema judicial es muy garantista y contemplativo”, señala el psiquiatra.
Síntomas de esperanza
Para Stampalija, hay una esperanza de que el sistema cambie para bien. Y esa esperanza es la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 , sancionada y promulgada a fines del año 2010, a partir de la cual se creó el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA), que tiene “la finalidad de tratar a las mujeres y hombres alojados en establecimientos penitenciarios especializados en psiquiatría pertenecientes al Servicio Penitenciario Federal, como en otras unidades del mismo, a través de equipos multidisciplinarios”.
El criminólogo explica que, de acuerdo a ese programa, los internos declarados inimputables se alojarán en casas por fuera del Servicio Penitenciario Federal. “Esperemos que dicho Programa funcione en consonancia con la nueva Ley de Salud Mental y comience un nuevo camino mas racional y profesional que compatibilice la salud de los inimputables con una orientación hacia la inclusión social, con los intereses que con un claro sesgo preventivo surgen de la comunidad”, conluye Stampalija..
Nuevo Centro de Tratamiento de internos inimputables en Salta. En julio de este año, se inauguró un Centro de Tratamiento de internos inimputables denominado Residencia Asistida, que funciona en un anexo al penal salteño de Villa Las Rosas.
Con este nuevo lugar, se comenzó un proceso de traspaso de aquellos internos pacientes inimputables alojados en el sistema penitenciario provincial al anexo de Villa Las Rosas.
Durante la inauguración, el ministro de Gobierno Pablo Kosiner destacó la política que se lleva a cabo en esta provincia, donde “se priorizan los derechos humanos y la dignidad de las personas”.