La lectura recomendada de hoy es un libro de Javier Aguirre, periodista, guionista y fundador de la Revista Barcelona. El libro se llama Inspector Diamond Gerace y El Edificio del Sol, de Editorial Galerna. Un policial entretenido, que tiene de protagonista a un detective borracho que sólo manifiesta amor por el brandy.
En una breve entrevista, Javier Aguirre nos cuenta algunos detalles sobre el libro:
Cómo surgió el personaje de Diamond Gerace?
Javier Aguirre: Nació en la revista Barcelona, como una sección fija, en cada número el inspector enfrentaba casos muy breves, de resolución en pocas líneas: enigma-sospechosos-quién fue-cómo lo supo. Así como Barcelona parodia el discurso periodístico, el Inspector Diamond Gerace parodiaba el de los policiales clásicos ingleses y franceses. Habrán sido alrededor de 200 casos, me divertí mucho escribiéndolos, siempre tuvo buena recepción en los lectores de la revista, y me dieron ganas de probarlo en formato de novela corta.
Por qué ese nombre?
J.A: Aunque la primera mirada remite a dos policías reales de un caso famoso, la verdad es que con lo que tiene que ver es con el juego entre el mundo del policial anglo (que resuena en “Diamond”) y la realidad más argentina, real, del apellido de inmigrante italiano “Gerace”. El inspector, en su psicodelia de brandy, vive y se siente un detective de policial negro, como de serie de TV norteamericana, incluso él habla y piensa como si se tratara de una traducción neutra hecha en un incierto país centroamericano. Pero los demás personajes hablan en “porteño”, puesto que la acción transcurre en Buenos Aires.
Cómo fue el proceso de creación de la historia de la explosión del Edificio del Sol?
J.A: Originalmente era un cuento, que mutó y creció. Quería que el debut novelero del inspector Diamond Gerace fuera grandilocuente, un gran caso, exagerado, excesivo, que justificara el salto de formato. ¿Y qué más grandilocuente que un rascacielos que se viene abajo? Tiene que ver con la locura de las grandes ciudades modernas, donde puede pasar cualquier cosa, pero cualquier cosa: hasta que un rascacielos vuele en mil pedazos. Estas cosas, en la prehistoria no pasaban…
En qué te inspirás para armar los relatos?
J.A: Para mí, el relato policial de ficción es un juego, un entretenimiento. No me interesan la verosimilitud extrema, la oscuridad o el horror, sino la adivinanza: está el caso, están los sospechosos, están las conjeturas… al lector le toca hacer su parte. Y me tiene que resultar divertido a mí. Por eso es que el humor está entrando y saliendo todo el tiempo. ¿Cómo no va a haber humor en un juego, en una adivinanza?
Participaste en la creación de los dibujos? Era así como te imaginabas a Gerace, como queda definido en los dibujos?
J.A: En sus aventuras en la revista Barcelona el inspector nunca había tenido cara, ni imagen alguna, así que fue muy entretenido ver cómo lo imaginó la ilustradora, Daniela Acerbi. Lo que charlamos era apuntar a los viejos policiales baratos, en los que en cada capítulo había una ilustración, una viñeta de alguna escena. Creo que los dibujos van muy en sintonía con el tono del libro. ¡Me encanta cómo quedaron!
Pensás hacer una serie de libros que tengan como protagonista a Diamond Gerace?
J.A: ¡Claro! Por eso el título “Inspector Diamond Gerace y el Edificio del Sol”, que abre la puerta al recurso clásico de “Inspector Diamond Gerace y…” tal o cual cosa. ¡Lo que sobran son crímenes!
Por qué la elección de hacerlo un alcohólico empedernido? Te imaginás al inspector dejando la bebida?
J.A: No la puede dejar. El brandy es su diablo, su bastón, su arma secreta, su musa, su guía. Diamond Gerace le entra al brandy como Popeye a la espinaca. Es un bebedor sobreactuado: nadie puede tomar varios litrillos de brandy en una mañana y pretender, no sólo no ir al hospital, sino hasta llevar una vida más o menos normal. ¿Nadie se da cuenta? Es la duda del adicto. Y forma parte de la caricatura del detective del policial negro, ese personaje de impermeable, alcohólico, duro, gris. Sólo que llevado al paroxismo.
Quiénes son tus escritores policiales preferidos?
J.A: ¡Mis Beatles policiales! Arthur Conan Doyle, Georges Simenon, Maurice Leblanc, H.Bustos Domecq (Borges & Bioy Casares), Agatha Christie, Wilkie Collins, Gastón Leroux, Henning Mankell…
Tres libros que pensás que no hay que dejar de leer?
J.A:“Retrato de Dorian Grey”, de Oscar Wilde; “Cuentos sin plumas”, de Woody Allen; “Ficciones”, de Jorge Luis Borges. Y un bonus track: cualquiera de cuentos de Roberto Fontanarrosa.
Sobre el autor:
Javier Aguirre nació en Floresta, Buenos Aires, en 1974. Es periodista y guionista, fundador de la revista Barcelona, donde trabaja. Colabora en Página/12. Es coautor de los libros Diccionario del rock argentino, Ucronías argentinas, El libro negro del Bicentenario y Puto el que lee.