Al observar nuestra mascota con algún síntoma neurológico como tambaleo, depresión, salivación; o gastrointestinales como vómitos o diarrea de aparición aguda, sospechamos siempre de una posible intoxicación.
Debemos observar en el lugar donde comúnmente reside la mascota la presencia de recipientes masticados, envases de medicamentos, chocolate, líquidos o fluidos de diversa variedad que pudo haber ingerido.
Consultamos con el centro veterinario antes de proceder con algún tratamiento casero y lo trasladamos rápidamente, conservando la temperatura corporal y sin producir estrés adicional para no agravar los síntomas neurológicos que pueden derivar en convulsiones.
Hablemos ahora de las intoxicaciones más comunes con algunos de los productos caseros: un ejemplo de esto es el chocolate, que produce síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea, y neurológicos como hiperactividad, temblores y convulsiones. Las razas pequeñas pueden estar en mayor riesgo debido a la cantidad de chocolate disponible en relación al peso corporal.
También los insecticidas usados en nuestro hogar son potencialmente peligrosos para nuestras mascotas produciendo síntomas neurológicos salivación, convulsiones o depresión.
Otra clase de intoxicaciones son las producidas por los medicamentos de venta libre, como antipiréticos y analgésicos que pueden estar al alcance de nuestras mascotas también producen síntomas neurológicos ya mencionados así como dolor abdominal.
Los animales no poseen los mecanismos de biotransformación normales para este tipo de drogas. En el caso de los gatos son extremadamente sensibles a este tipo de drogas produciendo, además de síntomas neurológicos, orina de color oscuro (por la presencia de sangre) y puede producir daño hepático.
Otra manera de intoxicarse es con los productos indicados para nuestras mascotas que son lamidos al colocarse sobre su cuerpo o en forma de enjuague.
Podemos observar, además de los síntomas descriptos, lesiones e irritaciones de la piel en el lugar donde son colocados los productos u enjuagues, debemos lavar rápidamente con agua caliente estos productos del cuerpo de nuestra mascota para que no siga absorbiéndola y prevenir nuestro contacto con ellas usando guantes y no inhalarlas.
También en nuestro hogar puede haber pinturas y anticongelantes, además de diferentes fluidos que usamos para el auto, que son tóxicos para nuestras mascotas. En el caso de algunos líquidos anticongelantes tienen gusto dulce, lo cual es muy atractivo para las mascotas, sobre todo en talleres mecánicos.
Estos productos llegan a producir daño renal irreversible si no son identificados y tratados en centros veterinarios rápidamente.
Debemos prevenir la ingestión de sustancias toxicas durante el paseo, observando y controlando los recorridos normales de nuestras mascotas y la presencia de venenos para ratas u otros sebos comúnmente usados y tan nocivos para los animales de compañía.
Recordemos controlar el paseo de nuestras mascotas con la correa, juegos con sus congéneres y personas afines y levantar excrementos.
Remarcamos nuevamente que el traslado inmediato al Centro Veterinario debe hacerse manteniendo la temperatura del animal y sin producir estrés adicional para no agravar los síntomas neurológicos que pueden derivar en convulsiones.
M.V. PIAGGIO, Claudio A.
MP 9329 MN 7303