Es curioso pensar que pudieron existir molinos en las playas de Mar del Plata. Utilizar agua salada suena un tanto extraño. Así pensaron quienes vieron a fines del siglo XIX más de treinta molinos a escasa distancia uno del otro. Incorporados al ambiente marino, junto a la barranca, entre Playa Bristol y el Torreón; esos molinos estaban destinados a proporcionar agua potable a los propietarios de los chalets levantados sobre el boulevard marítimo.
Gardel para LA NACION
En su edición dominical en Huecograbado del 17 de Junio de 1934, La Nación obtuvo una nota Exclusiva con Carlos Gardel, un año antes de su muerte, quien se encontraba trabajando en los estudios cinematográficos Astoria, de Nueva York.
En una de estas imágenes, especiales para La Nación, se lo observa junto a nuestro periodista Roberto D. Socas.
Los artistas y el automovilismo
Mujeres y fierros.
En su edición de Huecograbado del Domingo 3 de Abril de 1932, el diario hace un audaz montaje fotográfico que pone de manifiesto como las actrices argentinas (Empezando por Olinda Bozán) se han consustanciado con el novedoso mundo del automóvil, excepción clara de un colado, como Pepe Arias, que aparece en una imagen frente al volante.
Pechugonas hubo siempre
El 10 de diciembre de 1906, el diario presentaba un aviso de las famosísimas “Pilules orientales”, una medicación importada de Francia que ofrecía a las bellas de la época aumentar las dimensiones y el formato de sus pechos para resultar atractivas a los caballeros de entonces, asegurando que en apenas dos meses (vaya la rapidez): “desarrollan y endurecen los senos, hacen desaparecer las salidas huesosas de los hombros y dan al Busto una graciosa lozanía”.
Por su puesto que no me consta si las “Pilules” funcionaban o no, pero al menos eran menos cruentas que algunas soluciones actuales para un tema recurrente en el universo femenino.
Cayó el Duce
Lindbergh para La Nación
Charles Lindbergh (1902_1974) el audaz aviador norteamericano que en 1927 asombro al mundo con su vuelo solitario a través del Atlántico en su avión “Espíritu de San Luis“, tuvo tiempo ese mismo año para dedicar unas líneas a los lectores de La Nación.
Así, en la primera plana del 24 de Mayo de 1927, se publican sus impresiones sobre el viaje que había mantenido en vilo a miles de personas a ambos lados del océano.